Toda la información que recibimos sobre el mundo nos viene a través de nuestro sistema sensorial. Ya hablamos en el post anterior, sobre cómo favorecer el desarrollo de la integración sensorial. Hoy os enseñaremos 4 ejercicios utilizando una pelota de Pilates para trabajar en casa el sentido propioceptivo y vestibular de los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Debido a que muchos de nuestros procesos sensoriales tienen lugar dentro de nuestro sistema nervioso, la mayoría de ellos están en un nivel en el que los percibimos de manera inconsciente. Estamos familiarizados con el sistema del gusto, del olfato, del oído y de la vista, pero el sentido del tacto, al llegar a través de toda la piel, está directamente relacionado con todo nuestro sistema nervioso. Esto hace que, a través de nuestro sistema vestibular y propioceptivo, nos demos cuenta de la fuerza de la gravedad, del movimiento, de la posición corporal que tenemos, etc.

Hoy vamos a enseñaros precisamente cómo trabajar nuestro sistema vestibular, que está en nuestro oído interno y que, además, está muy relacionado con el sentido del equilibrio y el movimiento de la cabeza. Responde al movimiento del cuerpo en el espacio y al cambio de la posición de la cabeza. Es, asimismo esencial para mantener el tono muscular, coordinar los dos lados del cuerpo, y mantener la cabeza derecha contra la gravedad.

También os mostraremos cómo trabajar el sistema propioceptivo, que está íntimamente relacionado con el sistema vestibular, y nos da conocimiento acerca de la posición corporal. La propiocepción hace posible que nuestros niños puedan guiar hábilmente los movimientos de su brazo o pierna sin tener que observar cada una de las acciones implicadas en estos movimientos.

¡Empezamos!

  1. Sentado sobre la pelota hinchable

Para realizar este ejercicio colocaremos la pelota en una esquina de manera que quede bloqueada entre el adulto y las dos paredes que forman la esquina.

El adulto se pone de rodillas en el suelo bloqueando con sus piernas la pelota contra la esquina.

Subimos al niño encima de la pelota y lo sentamos agarrándolo desde las axilas o desde la pelvis o cintura.

Una vez nos hemos asegurado de que la pelota queda fija, hacemos movimientos rítmicos y repetitivos hacia arriba y hacia abajo haciendo presión con su cuerpo sobre la superficie de la pelota al bajar.

  1. Manos y pies

Para este ejercicio colocamos la pelota sobre una colchoneta y subimos al niño tumbado boca abajo de manera que sobresalgan las manos y los pies.

Nos colocamos a su lado cogiéndolo de la cintura o de la camiseta y pantalón a la vez y movemos al niño de lado a lado de manera que el niño apoye las manos en el suelo cuando vamos hacia un lado y los pies cuando vamos hacia el otro.

De esta manera provocamos oportunidades para que sientan sus articulaciones.

  1. Tumbado en el suelo

Quizá el ejercicio más sencillo y no por ello el menos efectivo.

Tumbamos a nuestro pequeño en la colchoneta y ponemos la pelota sobre sus piernas.

El adulto se coloca al lado y va ejerciendo presión a lo largo de todo el cuerpo del niño.

(Como si amasáramos al niño)

  1. El barco

En este ejercicio colocamos al niño de nuevo sentado sobre la pelota y sujetándolo por la cintura. Provocamos inestabilidades dibujando con la pelvis del niño un circulo amplio imaginario de derecha a izquierda y al contrario.

¡Esperamos que estos sencillos ejercicios os ayuden!

Ester Tudela, Terapeuta Ocupacional en Red Cenit