La dislexia es una dificultad que entorpece y complica el proceso de aprendizaje, ya que se caracteriza por influir sobre la capacidad de lectura, escritura y la realización de operaciones lógico-matemáticas. Es decir, es un trastorno que dificulta desarrollar la habilidad de leer, de escribir correctamente y de realizar cálculos matemáticos.

 

La dislexia tiene una base neurobiológica. Esta alteración del neurodesarrollo se estima que tiene un 60 por ciento de carga genética y, además, se han identificado regiones cromosomáticas que parecen intervenir en el desarrollo de la dislexia.

Existen ciertas características generales que nos pueden ayudar a detectar este trastorno, aunque la manifestación de la dislexia sea distinta en cada caso particular:

  1. Retraso en la estructuración y reconocimiento del esquema corporal. Confunde izquierda y derecha.
  2. Torpeza motriz, con poca habilidad para los ejercicios manuales y de grafía.
  3. Vacilaciones a la hora de leer, omisiones de letras, adiciones, inversiones, confusiones de letras con simetrías. Estos errores de producen también en la escritura. Ejemplo: cambiar letras de orden como lapa por pala, o foltar en lugar de flotar, reiteraciones de silabas como cicicina por cocina…etc.
  4. Expresión verbal pobre y dificultad de aprender palabras nuevas, especialmente las palabras fonéticamente complicadas.
  5. El rendimiento en las áreas lingüísticas, generalmente, es bajo, pero si se le explican las cosas verbalmente es más capaz de aprender que si se le exige que adquiera los conocimientos mediante la lectura.
  6. Falta de ritmo en la lectura. Lentitud y prosodia o tono inadecuado. Dificultad con los signos de puntuación, y las pausas que estas indican.
  7. Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como los días de la semana o los meses del año.
  8. Falta de atención y concentración. Le falla la memoria en lo que ayer sabía.
  9. Frustración, posible inicio de problemas de conducta. Baja autoestima, no le gusta el colegio.
  10. Problemas de comprensión del lenguaje escrito. Dificultad para planificar y para redactar relatos y composiciones escritas en general.

Si notamos estos síntomas en nuestro hijo/a es aconsejable acudir a un especialista que realice la pertinente evaluación psicopegagógica para confirmar que nuestro hijo/a es disléxico/a. Es conveniente tratar dichas dificultades lo antes posible pues a mayor nivel escolar, mayores serán las carencias para afrontar los diferentes textos escritos que se le irán presentando.

Es muy importante la actitud que tengan los padres con el niño/a para que este se encuentre motivado a mejorar en su lectura. Nunca hay que identificar la dislexia como un fracaso. Por el contrario, elogie sus habilidades particulares.

Violeta Peláez, pedagoga y terapeuta en Red Cenit