La rehabilitación de las Funciones Ejecutivas (FE), persigue mejorar la capacidad para organizar las secuencias de la conducta y orientarlas hacia la consecución de los objetivos deseados. Esta rehabilitación de las Funciones Ejecutivas significa, en la actualidad, un reto de notable relevancia, dada su complejidad, ya que el déficit de éstas afecta la capacidad del individuo para gobernar su vida y atender a los requerimientos del ambiente.
El objetivo que persigue el entrenamiento y la habilitación y/o rehabilitación cognitiva es lograr la mejoría de las funciones mentales, a través de la ejercitación; tratando de potenciar las áreas más deficitarias para producir los cambios.
En neuropsicología podemos destacar algunos factores que se relacionan con el desarrollo de estas funciones:
- El estrés: la exposición crónica al estrés tiene efectos perjudiciales en las estructuras que estén madurando en el momento de estar en contacto con este tipo de eventos.
- El sueño: la privación de sueño tiene un efecto más significativo en las áreas prefrontales. Estas parecen tener mayores necesidades de recuperación durante el sueño. En un estudio de Bernier se encontró una fuerte relación entre las horas de sueño de bebes de entre 12 y 18 meses y el desarrollo de las FE.
- El bilingüismo y el biculturalismo: los niños bilingües, al tener que dirigir su atención a dos sistemas lingüísticos diferenciados requieren mayor flexibilidad cognitiva y procesos de control. El cerebro bilingüe está entrenado para optimizar los recursos cognitivos disponibles.
- El nivel socio-económico: las desventajas en este sentido se relacionan con la posibilidad de alteración del desarrollo y maduración cerebral, en especial en el desarrollo del lenguaje y funciones ejecutivas.
- La metodología de la escuela: es interesante conocer las diferencias en este sentido en diferentes países. Por ejemplo, en Japón durante la educación preescolar los niños no aprenden a leer ni escribir, sino que se centran en actividades dirigidas a entrenar la atención, la memoria, la constancia y las habilidades para relacionarse con sus compañeros.
Debemos entender que las FE están presentes en todas y cada una de las acciones que acometemos diariamente, y por supuesto, no las ponen en uso solo los niños; adolescentes y adultos también presentan fallos ejecutivos que alteran sus vidas, en lo personal, en lo laboral y en lo social.
La estimulación de las funciones ejecutivas se basa en el entrenamiento de la atención, de los procesos de control (impulsividad-interferencia), de la flexibilidad cognitiva, y de la memoria de trabajo, entre otras funciones, (siempre habría que hacer una valoración específica de las FE para conocer el rendimiento real de las mismas y así poder ajustar la exigencia en su entrenamiento)
Con su equilibrio conseguiremos un mayor control sobre nosotros mismos y sobre las acciones que realizamos, bien sean emocionales, sociales o académicas; y por consiguiente dispondremos de mejores recursos cerebrales que nos aportarán mejor calidad de vida.
Vigila tus pensamientos: se convierten en palabras. Vigila tus palabras: se convierten en acciones. Vigila tus acciones: se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos se convierten en carácter. Vigila tu carácter; se convierte en tu destino. (Frank Outlaw)