Todos los miembros de la familia pueden realizar estas actividades, así como amigos, vecinos, … todos pueden participar y pasar momentos increíbles llenos de oportunidades de aprendizaje para grandes y pequeños.
Actividades sencillas y fáciles de llevar a cabo, que harán que nuestros pequeños héroes sigan potenciando sus habilidades y desarrollando sus destrezas motrices, cognitivas, comunicativas y socioemocionales.
- La agenda/diario del verano; ya que los niños con autismo responden bien a una agenda diaria estructurada y es totalmente necesaria para la comprensión de sus pequeños grandes mundos. El verano es una época de cambios, tanto a nivel de temperatura como nuevas personas que pasan a formar parte de sus vidas; ya sea el vendedor de helados, como los nuevos amiguitos del parque donde pasan las largas y calurosas tardes de verano. Podemos crear la agenda con imágenes que encontremos en revistas o en el ordenador; las podemos imprimir, cortamos fotografías sobre actividades diarias, alimentos, lugares, prendas de ropa que corresponden al verano: tomar el desayuno, vestirse, ducharse, etc. Prepararemos un panel reflejando los días de la semana; y colocaremos en orden las actividades diarias; cada una de las fotografías podrá llevar incorporado un velcro para ponerlas y quitarlas según lo que hayamos programado. Guiaremos el proceso asegurando que vaya recordando que actividades van juntas (como la hora del baño y ponerse el pijama); incluso en el panel de la semana pueden estar fijas y se realizan los emparejamientos de imágenes según correspondan y según el nivel de desarrollo de nuestros pequeños héroes. Las fotografía que utilicemos deben estar al alcance del niño y separadas por categorías para facilitarles la búsqueda. Cuando el niño complete esta rutina diaria podrá darse cuenta de las actividades que ya ha terminado y ver cuál sigue, una forma de auto gestionarse que potencia su autonomía.Este tipo de rutina será muy relajante y confiable para nuestros pequeños.
- Disfrutar de la piscina, imprescindible un chapuzón para resistir las altas temperaturas; nuestros pequeños héroes, algunos más que otros, disfrutan en ella siendo un medio en el cuál pueden desarrollar destrezas motrices desde la imitación, habilidad esencial para los niños con autismo, además de poder jugar con otras personas disfrutando de ello. En el agua, disfrutan salpicando y sintiendo el agua por todo su cuerpo, en la carita; en sus manos; por ello podemos inventarnos unos ritmos con las palmas de las manos, brazos y piernas para seguir una secuencia rítmica salpicando con las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo; empezaríamos de forma sencilla golpecitos en el agua con las palmas de las manos y después con los pies alternativamente; el grado de dificultad variará dependiendo del nivel de nuestro héroe. Además, podemos crear una pista de obstáculos con objetos que floten como aros, palos, objetos llamativos en color y texturas variadas. Las utilizaremos para que puedan seguir el camino de obstáculos desde instrucciones verbales sencillas como por ejemplo: 1º palo rojo, 2º aro amarillo y por último ensartar y colocarlo en el bordillo. Para una mayor motivación se le elogiará en cada intento y cuando lo consiga puede o no utilizarse un refuerzo positivo como “una chuche” o algo que le guste mucho.
- Los minicircuitos pueden hacerse con objetos variados; existen unos pececitos de colores con un iman en la boquita y una caña de pescar con un hilo con otro iman; se pueden conseguir en suvenires y es económico. Puede ser otro de los juegos de este verano que desarrollan la coordinación-oculomanual, importantísima para alcanzar otras habilidades cognitivas o de la vida diaria. Además podemos jugar con más personas y trabajar la toma de los turnos y la comprensión del lenguaje en cuanto al seguimiento de instrucciones verbales que conllevan la consecución de varias acciones. Dependiendo del nivel cognitivo, podemos hacer uso de apoyos visuales para apoyar las instrucciones en el momento de la pesca.
- Al aire libre, podemos jugar a sortear obstáculos desarrollando habilidades motrices y viso espaciales con materiales sencillos como: aros de plástico de los diferentes colores básicos, una cuerda simulando un recorrido para el mantenimiento del equilibrio, y para el salto con los pies juntos; además podemos usar como refuerzo positivo un bote de pompas para que nuestros pequeños puedan explotar las pompas y sigan su recorrido en un ambiente natural. Siempre podemos acompañar nuestros juegos con música divertida para nuestros pequeños.
- Con música siempre es mejor, una forma de comunicación que puede ser libre de amenazas y calmante para los niños con autismo. Puesto que muchos de ellos, son hipersensibles a los estímulos externos, tienden a mostrar una fuerte afinidad para escuchar música y tocar instrumentos musicales. La música es una herramienta fuerte de apoyo para las habilidades del habla y un mejor contacto visual. Cuando pasemos tiempo en casa, podemos utilizar algunas estrategias básicas para fortalecer otras áreas de la vida diaria de nuestros pequeños utilizando la música. Usaremos algún instrumento sencillo de utilizar, como unas maracas, una pandereta, una campana, etc. Podemos hacer uso de éstas marcando diferentes ritmos cortos y largos para que nos imite; por ejemplo un sonido corto pronunciaremos “ti” y un sonido largo “tiiiiiiiiiiii” y le sumaremos el sonido del instrumento de forma coordinada. En un principio dependiendo del nivel de desarrollo, las acciones se desglosaran en pasos sencillos; el primer contacto y manipulación del instrumento, la escucha de los diferentes sonidos para utilizar ritmos cortos y largos y el movimiento que el instrumento requiere para realizarlos; el uso coordinado del sonido verbal con la voz y el sonido del instrumento que se hace sonar con las manos, etc. Podemos utilizar apoyos visuales tanto en imágenes como vídeos o grabaciones de audio, grabándonos a nosotros mismos realizando la actividad; servirá de mucha ayuda para nuestros pequeños.
- Actividades para los sentidos, sabemos que los niños con autismo disfrutan de actividades que estimulan los sentidos y fomentan el desarrollo así, podemos proponer a nuestros pequeños construir una caja sensorial. Una caja sensorial es un recipiente, (caja de zapatos, caja transparente, etc) lleno con toda clase de materiales táctiles que los niñ@s pueden explorar con sus manos, para experimentar su entorno de manera diferente. Es una gran forma para que los niños integren sus sentidos y también se relajen. En primer lugar, tendremos en cuenta los gustos de nuestros pequeños adecuándola a ello y teniéndola al alcance para su diversión en el hogar. En segundo lugar, elegiremos los materiales y prepararemos las imágenes para presentarlas anteriormente de forma visual; por ejemplo la base para el suelo puede ser: arroz o pasta coloreada, lentejas naranjas o marrones, judías blancas o pintas, garbanzos, papel en tiras, tiras de serrín, algodón, maíz seco, pétalos, piedras, hojas, madera, etc. Los materiales a verter encima pueden ser: cuentas de diferentes tamaños y colores, conchas de la playa, objetos con diferentes texturas como una esponja o estropajo, un objeto gelatinoso que pueda aplastarse, trozitos de tizas de colores, varios trozos de tela, telas, pañuelos de seda, trozos de lana, dos cuencos para verter los materiales, números del 0 al 9 de goma eva o plástico duro, cucharitas de plástico, en definitiva, imaginación al poder y atender a la edad de desarrollo y capacidades de c podemos escoger los materiales en función de los tamaños; además tendremos en cuenta si son objetos que se llevarían a la boca para tragarlos, por lo que estaremos cerca de él/ella y si es necesario los sustituiremos por otros. Lo más importante sin duda, es que todas estas actividades puedan ser compartidas con nuestros héroes y además, puedan pasar un tiempo muy agradable y de forma autónoma puedan divertirse. En esta época del año, resulta muy importante seguir afianzando las habilidades que han estado adquiriendo durante todo el año, además de proponer otras nuevas en los contextos naturales que se desenvuelven; cada día que pasa es una nueva oportunidad de aprender y de compartir experiencias que a pesar de no darnos cuenta, dejan huella; la huella que marca destino a nuestros pequeños héroes.
“Aprender es como remar contra corriente: en cuando se deja, se retrocede”, Edward Benjamin Britten.
Vanessa Civera, pedagoga y terapeuta en Red Cenit.