Una actividad muy sencilla con la que podemos trabajar muchas cosas, sobre todo la psicomotricidad fina, es hacer formas con plastilina utilizando diferentes moldes.
Como siempre, esta es una actividad lúdica, por lo que el niño debe disfrutar realizándola. Muchos niños rechazan la textura de la plastilina, bien porque no le gusta la textura o el olor, o bien porque no le encuentran ningún interés, como era el caso del niño de nuestro vídeo.

 

En este caso hay un trabajo previo muy importante de aproximación progresiva; de enseñarle a jugar muy poco a poco, cada día un poquito más, hasta que llegó un momento en el que descubrimos estos moldes, y pudimos trabajar durante un periodo largo de tiempo con los dedos y con las manos.

La actividad consta de diferentes pasos y se trabajan los siguientes objetivos:

1- Elegir el molde que queremos utilizar. (Trabajamos la iniciativa propia)

2- Abrir el bote de la plastilina; sacar la plastilina e introducir plastilina suficiente en las dos mitades. (Trabajamos la fuerza en los dedos; la pinza del dedo índice y pulgar, (tan necesaria para escribir); la paciencia y la espera, (ya que hay que rellenarlo bien antes de cerrarlo)

3- Cerrar el molde y apretar muy fuerte. (Trabajamos la fuerza en toda la mano. A esta pinza la llamamos pinza palmar y es importantísima para cualquier actividad de la vida diaria)

4- Abrir con cuidado. (Trabajamos la destreza. Hay que hacer fuerza con los dedos y las manos, pero no demasiada porque entonces la figura se estropeará. Es un ejercicio propioceptivo muy interesante, puesto que hay que ser muy consciente de la fuerza que se emplea)

5- Retirar cuidadosamente la plastilina sobrante. (Trabajamos el control de impulsos y la delicadeza. Aunque ya vemos la figura, aún no la podemos coger. Luego hay que retirarle la plastilina sobrante, y hay que hacerlo bien)

6- Trabajamos, asimismo, el juego simbólico. En nuestro caso hemos hecho un helado de menta, así que nos pasamos un rato jugando a la heladería.

A veces, un ratito tranquilo jugando a una actividad sencilla, pero de forma ordenada y respetando los tiempo del niño, es la mejor terapia.

¡Que lo disfrutéis!

María Tudela, es terapeuta ocupacional en Red Cenit