En anteriores artículos se habló de las etapas y evolución de este tipo de juego. Hoy nos detendremos a analizar sus aportaciones, ¿qué desarrollan y qué favorecen los juegos de reglas?
Estos juegos son muy variados y se pueden dar entre dos personas, en grupo o por equipos. Su espacio puede ser el patio, la calle, el parque, el entorno escolar o familiar, en versión de juegos de mesa, etc. Son incuestionables los beneficios que aportan los juegos de reglas desde un punto de vista pedagógico, ya que integran lo aprendido por el niño en el desarrollo social y afectivo, motor, cognitivo, personal:
- Los juegos de reglas abren una ventana al aprendizaje espontáneo y a la construcción de estrategias mentales que luego resultaran fácilmente extrapolables a otras experiencias vitales.
- Potencia el desarrollo del lenguaje, de la memoria, del razonamiento, de la atención y de la reflexión. Al tener que hablar entre los componentes del grupo, hace que discutan, negocien y escuchen los pormenores del juego, y es por ello que se fomenta el desarrollo del lenguaje expresivo
- Se favorece el aprendizaje para aprender a clasificar, seriar, ordenar, por lo que se adquieren nociones del tiempo y del espacio, nociones numéricas correspondientes al pensamiento matemático. Permite desarrollar el razonamiento lógico, para prever el punto de vista del otro.
- Al ser algunos juegos de actividad reiterativa, pueden desarrollar la memoria secuencial.
- Entre los principales beneficios que aportan los juegos de reglas al desarrollo del niño, está el de ejercer como agente socializador que enseña a los niños y niñas a ganar y perder, a respetar turnos y normas, y a considerar las opciones o acciones de los compañeros de juego.
- Es el escenario idóneo donde aprenden y se percatan de que en cada partida solo puede haber un ganador y esto conlleva acostumbrarse a superar la frustración de perder. Es por ello que aprenden poco a poco a regular su propia conducta, a compartir con sus iguales y a tratarse amablemente entre todos los miembros que componen la partida.
- Al interaccionar mutuamente aprenden a enfrentarse al reto de “pensar por sí mismos”.
- Posibilita la comunicación con su grupo, a la vez que potencia la aparición de diferentes roles, dentro de la estructura del grupo.
- El aceptar y cumplir las normas de juego, implícitas y explícitas, supone un paso hacia el desarrollo de la propia responsabilidad.
- Aprenden a tener conciencia de “la regla”, como producto de mutuo acuerdo entre los jugadores y cómo obligación aceptada voluntariamente por el grupo, por tanto toman conciencia de la organización y la disciplina mental. En paralelo, aprenden una nueva noción llamada “trampa” como transgresión voluntaria de la regla.
- En definitiva son juegos que proporcionan un contexto social, en el que poder desarrollar un conjunto de habilidades intrapersonales e interpersonales para educarse en las relaciones sociales y de resolución de conflictos.
- A nivel personal el niño aprende a controlar su agresividad, (por tanto potencia el desarrollo emocional), a ejercitar la responsabilidad y también a depositar la confianza en el grupo y con ello aumenta la confianza en sí mismo. Mediante el juego de reglas se exteriorizan las emociones, se fomenta la autoestima y la autoconfianza, y se contribuye al equilibrio emocional.
- Es el medio idóneo para que el adulto, como agente observador, se percate de los logros y las dificultades individuales del niño, y en el caso de las dificultades observadas, puede derivar al niño a los profesionales adecuados para ayudar a solucionar el problema.
Sirva como ejemplo y análisis de algunos juegos:
- “El juego de la silla”, típico juego tradicional que tiene una pequeña regla: se hace sonar la música, se está muy atento para saber cuándo deja de sonar, a la vez que el niño ocupa rápidamente una silla. ¿Qué favorece? La atención, la agilidad y rapidez de movimientos dinámicos y estáticos, la habilidad social de tener respeto por la regla del juego.
- Otro ejemplo seria “El juego de los bolos”, donde el objetivo principal es derrumbar el mayor número de bolos al tirar la pelota cada jugador. ¿Que favorece? El desarrollo del pensamiento lógico matemático, porque el niño tiene que utilizar sus conocimientos de númeración, medida, forma, espacio y a nivel social, el turno de juego, el saber esperar, etc.
- Otro juego seria “El tres en raya” donde gana el jugador que haya podido colocar tres fichas alineadas dentro del tablero. ¿Qué se favorece?El desarrollo lógico matemático, la memoria, el razonamiento, el turno de juego, el respeto a las normas.
Pilar Espinosa, psicóloga de Red Cenit Valencia