Casi todos los padres esperan que sus hijos aparte de hermanos sean amigos pero cuando son pequeños nos solemos encontrar con distintas circunstancias que desencadenan celos, envidia y rivalidades entre ellos. Los celos entre hermanos suelen provocar un gran malestar en los padres y sentimientos de culpa por no saber como gestionar estas situaciones complejas que van surgiendo a lo largo de sus vidas.

Los celos son un estado afectivo que surge por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y atención de alguien a quien queremos; en cambio la envidia es lo que uno desea y no tiene.

¿Cómo puedo identificar que existen celos entre hermanos en casa?

Las reacciones más frecuentes que suelen presentar los niños son conductas infantiles, manifestaciones orgánicas y cambios en el comportamiento. Por ejemplo: habla de manera más infantil, vuelve a tener rabietas, se hace pis, se chupa el dedo, sueño irregular, agresividad creciente,… Normalmente suele darse, primero con la madre y después contra el hermano, un aumento de diferentes conductas para llamar la atención.

¿Qué estrategias nos pueden ayudar a gestionar los celos entre hermanos?

  • No hacer comparaciones entre hermanos: se debe valorar a cada niño de manera individual, enfatizando las ventajas de cada edad y enseñándoles la importancia del respeto.
  • Fortalecer la confianza en uno mismo: si el niño se siente seguro de sí mismo es más probable que tenga una autoestima alta y los celos sean menos probables.
  • La trampa de la justicia: muchas veces caemos en el error de que tenemos que tratarlos por igual. Esto es casi imposible ya que cada hijo tiene unas necesidades en función de su edad, personalidad y resultados.
  • Fomentar la cooperación: podemos fomentarla mediante juegos de mesa, actividades al aire libre. También podemos hacer un registro en un lugar visible apuntando las veces en que los niños han cooperado en vez de pelearse, consiguiendo de esta manera una sorpresa al final de la semana.
  • Permitirles y enseñarles a resolver los conflictos: cuando tienen un conflicto es conveniente que los niños se pongan de acuerdo, que busquen ellos mismos las soluciones a sus peleas.
  • Analizar entre los adultos las posibles causas de los celos y las distintas soluciones.
  • Enseñarles a manejar sus emociones: aprender a manejar las frustraciones, a gestionar situaciones adversas desde la tranquilidad. a aceptar sus incapacidades y dificultades con optimismo.

En el caso que los celos entre hermanos hayan llegado a unos límites que no sepamos controlar, debemos buscar la ayuda de un profesional de la Psicología para obtener pautas que nos orienten hacia la resolución de esos conflictos.

Paula Mengod Balbas, es psicóloga en Red Cenit

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