Conociendo el Autismo…Causas del Trastorno del Espectro Autista (TEA)
Todas las teorías que se conocen sobre los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son relativamente recientes, pues tan solo llevamos 70 años conociendo e investigando este trastorno del neurodesarrollo. Esto significa; que científicamente es poco tiempo y que hemos pasado por diferentes y variados modelos explicativos.
Este, es un resumen de las diferentes explicaciones que se han dado sobre el TEA hasta llegar a la actualidad. Adelantamos, que las hipótesis sobre las causas del autismo son numerosas, tantas como investigadores y estudiosos del tema. Se habla de culpar a las vacunas, de problemas de alimentación (gluten y caseína), intoxicación por metales pesados, causas genéticas y ambientales. Aún así, no se ha demostrado fehacientemente ninguna causa, aunque destacamos que en estos últimos años se está avanzando significativamente para lograr descubrir el origen.
Lanzando una mirada retrospectiva, desde el año 1943 hasta la década de los 60, nos encontramos con una hipótesis basada en el psicoanálisis, la cual postulaba que las causas del autismo residían en las malas relaciones padres-hijos, especialmente el nulo apego de la madre por el hijo (madres-nevera) y la ausencia del padre por dejación de funciones. Nos podremos imaginar el daño y dolor que esta teoría provocó en los padres ya que se les responsabilizaba de la aparición del trastorno en sus hijos.
Más adelante, a partir de la década de los 60, fue cuando se empezó a sospechar que los factores orgánicos, metabólicos y genéticos debían desempeñar un papel relevante en el orígen del TEA, ya que se observaron crisis epilépticas, relación entre autismo y trastornos genéticos (síndrome de X fragil), así como, una prevalencia mayor entre hermanos de niños con autismo. Todo ello, abrió nuevas líneas de investigación, desterrando la hipótesis anterior.
Hoy en día, se considera que la etiología del autismo es multifactorial. Según esta teoría, el Autismo estaría ocasionado por una combinación de factores tanto de origen genético, como ambiental.
Se estima que alrededor del 25% de los casos diagnosticados de TEA tienen un origen puramente genético. Así, diversos estudios revelan que determinado tipo de mutaciones y genes específicos presentan una relación directa con el autismo. Sin embargo, todavía no se conoce la causa del por qué de esas mutaciones o alteraciones en la información genética.
Además, se han realizado estudios con gemelos, ya que comparten el 100% de los genes y con mellizos (50%), donde se llega a la conclusión de que existe mayor probabilidad de desarrollar el mismo trastorno. Pero esta probabilidad NO es significativa, pues los factores ambientales desempeñan un papel decisivo a la hora de que los genes implicados en el Autismo se activen.
Por ello, se tiene en cuenta la relación ambiente y genética ya que, determinados factores ambientales están directamente implicados en alteraciones genéticas. Existen estudios que han observado una relación directa entre el uso indiscriminado de oxitocina sintética en los partos y el autismo. También, se observa relación entre sustancias químicas (pesticidas, mercurio) y desórdenes del neurodesarrollo, donde la exposición a ciertas sustancias durante el embarazo pueden provocar malformaciones y alteraciones del desarrollo neuronal del feto pero sin llegar a una conclusión totalmente válida.
Durante algunos años, se acusó a ciertas vacunas de provocar el autismo. Todos los estudios publicados en esta línea de investigación llegan a la misma conclusión, NO se puede relacionar al autismo con las vacunas.
En cuanto a las dietas libres de caseína y gluten, cabe decir que a día de hoy sigue sin existir ninguna evidencia sobre la eficacia de este tipo de dietas. Se afirma, que las mejoras que suelen observarse en el comportamiento son provocadas por la sistematización que conlleva el cambio en la conducta alimentaria.
Por último, las investigaciones más actuales ponen de manifiesto la presencia de diversas alteraciones de tipo biológico. La hipótesis ‘bioquímica’ se apoya en el hecho de que en los sujetos con autismo se han encontrado diferencias en lo referente a los neurotransmisores: GABA, serotonina, dopamina y noradrenalina; por ejemplo, el GABA actúa contra el estrés y la dispersión mental, frena la transmisión de las señales nerviosas, por lo que niveles bajos de GABA (como sucede en el TEA) originan que dichas señales nerviosas se transmitan a gran velocidad obteniendo como resultado la hipersensibilidad.
En definitiva, aunque todavía el Trastorno del Espectro Autista presente luces y sombras en cuanto a su origen o causas, debemos reconocer que se han conseguido varios avances, sobre todo, respecto a un ámbito tan importante como es la intervención terapéutica. Gracias al mayor conocimiento que se está logrando sobre el autismo, junto con el cambio de concepción en la sociedad hacia las personas con algún tipo de trastorno y/o discapacidad, ha provocado una transformación en los objetivos de la intervención, mejorando el pleno desarrollo de la persona y su inclusión social.
Queda mucho por descubrir, por avanzar tanto teóricamente como empíricamente. Pero debemos continuar luchando y sumando esfuerzos, cada día unos poquitos más desde una plena concienciación social, estatal, educativa… Hasta la intervención diaria, familiar, docente, terapeútica… Cada granito de arena cuenta para lograr sobre todo, mayor calidad de vida para nuestros pequeños héroes.
Alba González Rabal, pedagoga y terapeuta en Red Cenit.
Hay varios 3 comentarios
Gracias por la información, me fue de mucha utilidad. Y vamos por más días Azules!
Sonia.
Hola una pregunta las personas con autismo pueden ser genios o personas con un coeficiente intelectual alto ?
Hola, sí, pueden serlo, como no. Es indistinto, no hay una mayor prevalencia. Es simplemente un estereotipo.