Solemos confundir la hiperactividad con júbilo o entusiasmo, pero es un juicio basado en nuestra experiencia y desacertadamente atribuido a los demás. El estado de ánimo en jóvenes con TDAH muchas veces se manifiesta en forma de abatimiento.
Causas
Pongámonos en la piel de alguien que vive, de forma involuntaria, permanentemente agitado y se ve incapaz de detener o moderar esa excitación. La primera conclusión es que con el simple hecho de ser conscientes del ajetreo interno no basta para reprimirlo. A partir de aquí, ya podemos desestimar todo tipo de culpabilidad hacia el hiperactivo.
Añadamos a esto malos resultados académicos, broncas y desajustes familiares o relaciones inestables con los amigos. La carga de culpabilidad aumenta. Para mayor escarnio, tienen adjetivos despectivos haciendo eco en su memoria, como maleducado, pesado o insoportable.
Los efectos en los niños con TDAH podrían ser sentimientos de indefensión y abatimiento, pérdida de interés en actividades que fueron sus favoritas, distanciamiento de amistades, cambios en los patrones de sueño y alimentación o reprobación de la escuela.
En adolescentes, las consecuencias pueden ser jóvenes desanimados o irritados que descargan su frustración con las personas más cercanas. La altivez púber les conduce a actitudes de cólera hacia esas figuras de apoyo incondicional, cuando realmente son demandas de ayuda y amparo emocional.
Prevención
Esencial es, cuando sea posible, intentar modificar la causa del desánimo (demasiada exigencia en los estudios, por ejemplo).
También es aconsejable reducir los comentarios críticos hacia sus comportamientos, intentando reconocer los aspectos positivos de sus costumbres para avivar su autoestima, evitando sobreproteger.
Quede claro que las malas conductas se deben reprender con firmeza, preguntándonos siempre por la causa de la irritabilidad. ¿Lo hace simplemente para salirse con la suya o es por alguna de las causas mencionadas anteriormente?
Veamos algunas medidas más concretas:
- Proponerles actividades de ocio que sean de su agrado y no supongan excesiva exigencia para darle seguridad y facilitarle la relación con otros jóvenes de su edad.
- Coordinar a los profesionales a su alrededor. Psicólogos del colegio, profesores, terapeutas de centros privados, etc. Todos deben estar al tanto de sus preocupaciones o conductas, y en contacto para obrar organizadamente. El objetivo es armonizar la exigencia en los estudios o las reprobaciones ante conductas revoltosas.
- Premiar el esfuerzo antes que el resultado. Lleva una nota a casa y en ese momento es cuando recibe la recompensa o la reprimenda. Todo el tiempo de trabajo se concentra en ese momento. ¿Qué ocurre con los chicos y chicas que sí se han esforzado y no han sacado buenas notas a causa del TDAH? Quizás sea mejor premiarle esa tarde que ha pasado repasando para intentar comprender lo que se ha perdido en clase por su déficit de atención, y por supuesto, reprenderle si no ha querido esforzarse.
Antonio Ripollés, psicólogo en RED CENIT Castellón
Hay un comentario
Gracias me sirven mucho sus publicaciones tengo Gemelos bcon TDAH de 13 años. Y necesito mucha orientación. Gracias y felicitaciones