Acaban de comenzar las vacaciones y acostumbrados a las rutinas del colegio y a las diferentes actividades extraescolares, los niños y las niñas pasan a no tener horarios, a tener mucho tiempo libre, y a aburrirse. Los días parecen hacerse muy largos por lo que  el caos y el desorden  se pueden apoderar de nuestras casas. Es por ello que es importante mantener ciertas rutinas durante las vacaciones de verano, no solo por el bienestar de los cuidadores sino por el bienestar de nuestros niños y niñas.

¿Pero qué tipo de rutinas podemos seguir?

No debemos olvidar que durante el verano lo más importante debería ser descansar y pasar tiempo de calidad en familia, pero debería estar sumado a mantener alguna organización y horario.

  • En primer lugar, podemos establecer una hora límite para despertar y también para irnos a la cama, así los niños mantendrán ciertas rutinas durante las vacaciones de verano parecidas a la que solían llevar y les servirá para estar descansados y mantener un orden en su día a día.
  • Dedicar algunas horas del día para actividades de refuerzo para que no desconecten de lo aprendido durante el curso escolar. Este tipo de actividades no tienen porque ser con un cuadernillo, papel y lápiz, sino que podemos dejar volar nuestra imaginación y dejar las realicen en contextos naturales o realizando algunas manualidades: pinturas de dedos, recortables… Utilizando elementos de la naturaleza, agua, flores, piedras para pintarlas…
  • Fomentar el uso de la lectura. No debemos olvidar que siempre seremos el mayor ejemplo de nuestros pequeños y que una gran parte de los aprendizajes se producen por imitación. Por ello podemos dedicar algún ratito de nuestro día para leer en familia.  Podemos dedicar un día del verano para ir a comprar el libro que van a leer o para escogerlo de la biblioteca, dando libertad para que elijan un libro adaptado a sus gustos, siempre que este sea adecuado para su edad.
  • Otra tarea que podemos incluir en nuestras rutinas durante las vacaciones de verano, es la de colaborar en las tareas de casa. Fomentando así su autonomía y por ende su autoestima. Dedicaremos estos ratos para que aprendan a ser responsables con sus cosas y haciéndolos participes de las responsabilidades que conlleva un hogar, por supuesto con tareas adaptadas a su edad. Poner en orden sus juguetes, ayudarnos a limpiar su ropa, cocinar alguna receta divertida…

Espero que estas sencillas rutinas durante las vacaciones de verano puedan revertir el «caos» en el que muchas veces se termina convirtiendo el verano, y lo más importante, que podáis disfrutar del tiempo en familia con vuestros hijos e hijas.

María Gallego Ruiz, es psicóloga en Red Cenit