El lenguaje en niños con TDAH es aparentemente un lenguaje normal. Sin embargo, si lo analizásemos encontraríamos trastornos en la forma y el contenido de aquello que nos desean comunicar.

Encontramos que las tareas lingüísticas están sensiblemente afectadas en niños con TDAH debido a que para su correcta adquisición y desarrollo es necesario un adecuado nivel de atención y control inhibitorio. Además, es probable que en el futuro desarrollen problemas de aprendizaje, especialmente en lectoescritura.

En los primeros años de infancia, especialmente, las  dificultades de atención auditiva y el control motor del habla son aspectos que interfieren en el desarrollo verbal. En estos primeros años, el desarrollo de la atención voluntaria es externa al niño (los niños poseen atención involuntaria hacia objetos llamativos). Viene dada por el adulto a través del gesto y la palabra. Si existe una insuficiente regulación por parte del adulto, puede provocar un déficit en la formación de la atención y desorganización, así como dificultades en la repetición de palabras o fonemas, necesarios para la correcta adquisición del habla. Por otro lado, el desarrollo  de la coordinación motora está relacionado con la comprensión. En algunas ocasiones la inteligibilidad del lenguaje en niños con TDAH, está comprometida por una falta de coordinación, agilidad, velocidad en el habla o por dificultades en la imitación de los sonidos idiomáticos.

En general, en el lenguaje en niños con TDAH, el habla suele estar menos afectada que la comunicación y la interacción social. En concreto, tienen problemas en la comprensión del pasado, existen fallos en mantener una conversación fluida, dificultades en el uso de los tiempos verbales y de las diferencias fonemáticas (sonidos que componen una lengua).

Si profundizamos en el nivel comunicativo, podemos observar las siguientes características del discurso presentes en el lenguaje en niños con TDAH, a diferencia de la población global o individuos con trastornos del lenguaje:

  • Recepción del mensaje:
    • No escuchan o interrumpen.
    • No extraen el contenido relevante del discurso del interlocutor.
    • Se distraen por asociación de palabras y se alejan del tema.
  • Expresión de información:
    • No miden el tiempo y no paran de hablar.
    • No siguen el hilo argumental.
    • Incomprensión histórica del discurso (saltos en el discurso entre pasado, presente y/o futuro).

Ello se debe a la correlación existente entre los trastornos de las funciones ejecutivas afectadas y el lenguaje. Las dificultades atencionales y los fallos en la planificación hacen que les sea difícil seguir un tema conversacional, o comprendan en un momento dado, una ironía o toque humorístico durante el discurso. El pobre control inhibitorio que poseen les hace imprevisibles y la afectación de la memoria de trabajo verbal hace que en muchas ocasiones no comprendan las intenciones del interlocutor o no sepan dar una respuesta adecuada al contexto de ese momento.

Por ello es importante una intervención multidisciplinar que aborde todas aquellas dificultades que pueda ocasionar este trastorno.

BIBLIOGRAFIA:

  • Vaquerizo, J; Estévez, F; y Pozo, A. (2005) El lenguaje en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad: competencias narrativas. Revista de neurología; 41, supl. 1: S83-S89
  • Vaquerizo, J; Estévez, F; y Díaz, I. (2006) Revisión del modelo de alerta e intervención psicolingüística en el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Revista de neurología; 42, supl. 2: S53-S61

Ana Gironda Devesa, es logopeda en Red Cenit