Lenguaje y TDAH.
Tanto en estudios clínicos como epidemiológicos existe una relación específica entre el TDAH y los trastornos del lenguaje. Como ya hemos apuntado anteriormente en nuestros artículos, las dificultades del lenguaje son uno de los problemas que con mayor frecuencia aparecen asociados al TDAH, y estos problemas persisten en la adolescencia.
Muchas veces se tiene la impresión de que los niños con TDAH poseen un nivel de habla y de lenguaje adecuados; sin embargo, cuando se estudian con evaluaciones específicas, se observa la presencia de trastornos del lenguaje de una gravedad importante.
Los niños con TDAH parecen tener más problemas en el desarrollo del lenguaje que los niños normales. La dificultad de usar los estímulos externos para regular la acción a fin de resolver un determinado problema es, pues, otra característica de la afección cognitiva del paciente con afectación prefrontal (característica del TDAH) y que no queda ajena a la construcción del lenguaje.
Características lingüísticas de los niños con TDAH:
– Tienen recursos lingüísticos escasos.
– Ahorran palabras o fragmentos enteros de información y resultan incoherentes.
– Alteran el orden lógico de la oración y producen discursos confusos.
– Cometen varias veces el mismo error.
– Son renuentes a mejorar su estilo.
– Suelen cometer errores fonológicos de reemplazo y sustitución de inversión.
– Muestran un trastorno de la organización secuencial y temporal de los fonemas.
– Regulan mal la intensidad y la velocidad del discurso.
– El registro de voz suele ser elevado en sus conversaciones.
– Impresiona que son capaces de comprender el concepto por el contexto.
Características sociales del lenguaje en TDAH:
– No escuchan al interlocutor.
– No tienen sentido de la oportunidad.
– No corrigen errores.
– Escaso reconocimiento de lo relevante por lo irrelevante.
– Abortan conversaciones.
– Intentan imponerse por la autoridad del grito o del insulto.
– No saben cómo expresar sus sentimientos.
Características pragmáticas en asociación con el TDAH:
– Producción verbal excesiva, especialmente en conversaciones espontáneas y de juego. Son niños que no paran de hablar.
– Producción verbal disminuida y mayor cantidad de disfluencias cuando se confrontan con tareas que requieren planificación y organización de respuestas verbales, como, por ejemplo, cuando deben contar un relato o indicar con precisión una dirección.
– Dificultad para mantener y cambiar de tópicos apropiadamente, así como dificultad para regular el estado de ánimo negociador requerido durante una conversación.
– Problemas para lograr ser específicos, exactos, precisos y concisos en la selección y el empleo de las palabras, de modo que transmiten la información de forma ambigua.
– Dificultad en ajustar el lenguaje a los oyentes y al contexto específico requerido.
Procesamiento fonológico:
El estudio de Miranda-Casas examina las diferencias posibles en el desarrollo del procesamiento fonológico entre niños con TDAH y niños control. Los resultados obtenidos muestran que los niños con TDAH tenían una ejecución significativamente peor en todas las medidas utilizadas. Así, estos niños presentaban más problemas en la producción del habla, eran menos eficaces en el acceso al léxico, utilizaban un mediador fonético y tenían una capacidad menor para utilizar la información fonológica en el procesamiento del lenguaje oral. Estos resultados señalan, asimismo, que los niños con TDAH realizaron peor las tareas destinadas a valorar habilidades de procesamiento fonológico que los niños del grupo control en las diferentes modalidades incluidas en la prueba de segmentación lingüística utilizada.
Por tanto, podemos concluir que los trastornos receptivos y expresivos del lenguaje, y especialmente estos últimos, se presentan en asociación con el TDAH.
– Los déficit pragmáticos ocurren aun con una capacidad adecuada en los campos fonológico, semántico y sintáctico.
– Un 60% de los niños con TDAH tiene un déficit pragmático.
– Los aspectos lingüísticos donde se observa que los niños con TDAH tienen dificultades especiales son el procesamiento fonológico y sintáctico, pero NO en los aspectos semánticos, dificultades en tareas que requieren organización semántica y en tareas de memoria auditiva y de fluencia verbal.
– Las dificultades en los aspectos foneticofonológico y gramatical están probablemente causadas por una dificultad de atención y en el control inhibitorio de estímulos irrelevantes, más que por una incapacidad específica para manejar estos aspectos lingüísticos.
– Los aspectos de forma en los niños con TDAH mejoran con la edad, mientras que en los aspectos de procesamiento del contenido del lenguaje parecen ser más persistentes.
Luis Abad, psicopedagogo y director de los centros Red Cenit.