Ya sabemos que, en el TDAH, existen déficits en las Funciones Ejecutivas (FFEE). Hoy me gustaría enfatizar la importancia que tiene la memoria de trabajo en el TDAH ya que, su compromiso, repercute negativamente tanto en el rendimiento académico y/o laboral, como en los síntomas clínicos y en la adaptación funcional.
Esto ocurre tanto en los TDAH:
- INATENTOS: los que “no molestan”, los “despistados”, los “lentos”, los “vagos”, los “cortitos”, los “torpes”…
- HIPERACTIVOS/IMPULSIVOS: los “movidos”, los que “no paran quietos”, los “inagotables”, los “nerviosos”, los “maleducados”, los “malos”, los “impacientes”, los “groseros”, los “egoístas”…
- COMBINADOS: miscelánea de los dos anteriores.
(Y por favor, que no haya malos entendidos, son calificativos que estas personas acostumbran a oír a diario, pero que por supuesto alguno no comparto, tan sólo los subrayados).
Cada día realizamos actividades rutinarias como ducharnos, desayunar, lavarnos los dientes, vestirnos, conducir, comprar… Actividades que realizamos de forma automática, sin apenas control, pero no por ello carentes de un alto contenido cognitivo. Todas estas actividades, simples a primera vista, requieren de un adecuado funcionamiento y control cognitivo: mantener objetivos, inhibir otras acciones irrelevantes, ir comprobando los resultados a la vez que detectamos posibles errores para ir reajustando nuestra conducta. El deterioro o el mal funcionamiento de las Funciones Ejecutivas (FFEE) tendrá por tanto consecuencias en la vida diaria.
No me cansaré de destacar la importancia que tiene para la persona que padece TDAH, (no importa la presentación que tenga: inatenta, hiperactiva/impulsiva o combinada), de que su entorno entienda y comprenda lo que les pasa, el por qué no pueden hacer bien ciertas cosas siempre o, las dificultades que tienen, para así poder ayudarles de forma efectiva y constructiva. Sin darnos cuenta, en muchas ocasiones, y con toda la buena intención, no me cabe la menor duda, intentamos ayudarles pero no siempre de la forma adecuada.
También me gustaría destacar la importancia que tiene la Memoria de trabajo en el TDAH porque su déficit repercute tan negativamente que, incluso cuando se les somete a una prueba de aptitud intelectual, (esa que nos dice cuán inteligentes somos), su Coeficiente Intelectual, aún encontrándose generalmente en la media o por encima de la misma, resulta mermado debido a las bajas puntuaciones que obtienen en las subpruebas que miden esta función y por las que miden la velocidad de procesamiento.
Utilizamos nuestra Memoria de Trabajo a diario, en cada momento y en todo tipo de tareas. Algunos ejemplos podrían ser:
- Durante una conversación mantenemos en mente lo que se dice para procesarlo y poder dar una respuesta (ya sea verbal o motora).
- Mientras nos anotamos un número de teléfono.
- Mientras cocinamos mantenemos los ingredientes y el orden en que debemos añadirlos sin olvidar ninguno. Imaginemos que olvidamos añadir la sal o, peor aún, olvidar que ya la hemos añadido y volverla a añadir.
- Cuando tomamos apuntes, necesitamos mantener en mente lo que hemos oído para poder transcribirlo o resumirlo con nuestras propias palabras.
- Cuando, ahora que por ejemplo son las rebajas, hacemos cálculos mentales para aplicar los descuentos y saber el precio en que se queda. O simplemente cuando vamos al súper y no queremos usar la tarjeta calculamos para comprobar si llevamos bastante dinero o debemos prescindir de algún artículo.
- Cuando en clase realizan cálculos, o en algo tan sencillo como hacer una copia, recordar si se escribe con b o con v, o recordar poner el acento.
- Cuando leemos un párrafo, debemos mantener en mente lo leído para darle sentido y poder comprenderlo. A diario, trato con niños que leen una frase perfectamente y, cuando les pregunto qué han entendido, tienen que volver a leerla, simplemente no se acuerdan. Pensemos en lo tedioso que les debe resultar leer no ya un libro, sino un capítulo; y mucho más cuando ni tan siquiera les interesa el tema…
Algunos argumentarán que esto le puede pasar a cualquiera, completamente de acuerdo. ¿Quién no ha tenido problemas con la sal? ¿Quién no ha pedido que le repitan algún dato durante una conversación? ¿Quién no ha tenido que volver a releer porque no se ha enterado? Como siempre, la clave, el problema, está en la frecuencia con la que ocurra.
La memoria de trabajo es la memoria inmediata, es decir, la memoria que guarda y procesa, durante un tiempo corto de entre 10 y 15 segundos, una pequeña cantidad de información, es la que nos permite solucionar problemas en tiempo real.
Imaginemos que damos una sencilla orden a nuestro hij@ con TDAH y una memoria de trabajo deficitaria. No se niega a cumplirla pero mientras se encamina a realizarla algo atrae su atención y acaba incumpliendo la orden. ¿Por qué no la ha cumplido? ¿Es un problema de obediencia? ¿Es quizás vaguería? o ¿tal vez se trate de un olvido real?
Analizar, relacionar, entender, comprender y entonces… actuar. Creo que esta secuencia de actos es la clave que debemos tener en mente para relacionarnos y tratar adecuadamente a las personas con TDAH. No nos precipitemos, no demos las cosas por hecho.
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del que se habla mucho, se escribe mucho pero del que todavía creo que falta mucho por comprender… “¿cómo va a tener TDAH con lo tranquil@ que es?”, “¿cómo va a tener TDAH si es capaz de estar dos horas jugando a la Play?”. Se trata de un trastorno bastante más complejo que la “simple falta de atención” o que la “simple hiperactividad e impulsividad”. Se trata de un trastorno en el que además se encuentran comprometidas, en mayor o menor medida, ciertas Funciones Ejecutivas dando lugar a una variabilidad de síntomas y consecuencias ante los que debemos estar muy alerta para detectarlo adecuadamente a cualquier edad.
La intervención dirigida a la mejora de esta función cognitiva, la memoria de trabajo en el TDAH tiene gran relevancia en el tratamiento de este trastorno ya que, al mejorar ésta se pueden mejorar otros síntomas y déficits asociados a éste y a la memoria de trabajo Ya hemos comentado que la memoria de trabajo es un mecanismo necesario tanto para tareas simples como lavarse los dientes o vestirse, como para tareas más complejas como el aprendizaje o el razonamiento.
Para terminar, me gustaría destacar la importancia que tiene el realizar una adecuada y minuciosa evaluación neuropsicológica en la que se puedan detectar no sólo los problemas de atención y/o de hiperactividad y/o impulsividad, sino también los de otras FFEE que puedan estar alteradas y que compliquen más la variabilidad de la sintomatología de este trastorno. A través de esta evaluación, estaremos en disposición de tener un diagnóstico con un perfil preciso y por tanto, de conocer las necesidades individuales que nos guiarán en el diseño del tratamiento adecuado para conseguir la mejor adaptación en los distintos ámbitos de la vida diaria de las personas que padecen este trastorno.
Paqui Moreno, psicóloga y Coordinadora de Funciones Cerebrales Superiores en Red Cenit Valencia
Hay varios 2 comentarios
Buenos dias:
Dl motivo de po erme en contacto con ustedes es porque creo que tengo TDA y mi hijo tambien, ndcesitando como abarcar esto. Ya se que no se puede quitar y que va ha acompañarme el resto de mi vida pero si consigo que sea mas facil el dia a dia.
Muchas gracias
Buenos días José David,
Nuestros centros están en Valencia (España). Si necesitas asesoramiento puedes contactar con nosotros en los teléfonos 96 360 16 16 // 609 759 016, y revisaremos vuestros casos.
El TDA es un trastorno que con trabajo y terapia se puede paliar, y tener una vida lo más normalizada posible. Saludos!!