¿Te resulta familiar la imagen de un niño con TDAH lleno de energía durante el día, pero también luchando por conciliar el sueño por la noche? Los problemas de sueño son una queja común entre padres de niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, y entender esta conexión es el primer paso para encontrar soluciones que permitan un descanso reparador para toda la familia.
¿Por qué TDAH y sueño a menudo van de la mano?
Aunque la ciencia aún está investigando a fondo la relación, existen varias teorías que explican por qué las personas con TDAH pueden experimentar más dificultades para dormir. Una de ellas tiene que ver con la autorregulación. Así como les cuesta regular su atención y su impulsividad durante el día, esta dificultad puede extenderse al proceso de «apagado» necesario para dormir. Su mente puede seguir activa, con pensamientos que revolotean, dificultando la relajación.
Además, las diferencias en los neurotransmisores cerebrales, como la dopamina, que están implicados en el TDAH, también juegan un papel. Estos neurotransmisores influyen en el ciclo sueño-vigilia. Algunos medicamentos utilizados para el TDAH también pueden afectar el sueño, aunque paradójicamente, en algunos casos, al mejorar la regulación general, pueden contribuir a un mejor descanso.
¿Cuáles son los problemas de sueño más comunes en niños con TDAH?
- Dificultad para conciliar el sueño: Les cuesta relajarse y «desconectar» al final del día.
- Sueño inquieto: Se mueven mucho en la cama, tienen despertares nocturnos frecuentes.
- Resistencia a la hora de acostarse: Pueden mostrarse reacios a ir a la cama, buscando excusas para alargar el momento.
- Patrones de sueño irregulares: Dificultad para mantener horarios de sueño consistentes.
¿En qué afecta la falta de sueño a un niño con TDAH?
La falta de un sueño reparador puede exacerbar los síntomas del TDAH durante el día. ¿Te has fijado si tu hijo está más irritable, tiene más dificultades para concentrarse o muestra más impulsividad después de una mala noche? Un círculo vicioso puede crearse, donde la falta de sueño empeora los síntomas del TDAH, y estos a su vez dificultan aún más el sueño.
¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos con TDAH a dormir mejor?
Aquí te dejamos algunas ideas prácticas:
- Rutinas de noche consistentes: Establecer una secuencia de actividades relajantes antes de acostarse (baño, lectura, música suave) ayuda a señalar al cuerpo que es hora de dormir.
- Ambiente propicio para el sueño: Asegurar que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable.
- Limitar la exposición a pantallas: La luz azul de los dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Intenta evitarlos al menos una hora antes de acostarse.
- Actividad física y mental temprana: Fomentar el ejercicio durante el día, pero evitar actividades muy estimulantes cerca de la hora de dormir.
- Hablar sobre sus preocupaciones: A veces, la ansiedad o las preocupaciones del día pueden mantenerlos despiertos. Dedicar un tiempo para hablar puede ayudar.
Los problemas de sueño son una realidad para muchos niños con TDAH, pero comprender las causas y aplicar estrategias adecuadas puede aumentar su calidad de vida y la de toda la familia.
¿Qué estrategias has probado tú?
¿Qué te ha funcionado?
En futuros artículos, profundizaremos en técnicas específicas y cuándo buscar ayuda profesional si los problemas persisten.
Santiago Navarro es psicólogo clínico en Red Cenit