Comienzan las clases y es inevitable que muchos padres sientan frustración y agobio con sus hijos a la hora de acompañarlos el desarrollo de las tareas escolares. Así es como, el comedor o la cocina se transforma en un campo de batalla: discusiones, desmotivación, falta de concentración y un sinfín de excusas para evitar comenzar. Pero no tiene por qué ser así.

Con algunos cambios sencillos en el ambiente y en la rutina, los deberes pueden dejar de ser un momento de estrés para convertirse en una oportunidad de aprendizaje, organización y confianza. Hoy te voy a compartir una serie de estrategias prácticas y fáciles de aplicar para acompañar a tu hijo en el proceso, sin perder la calma en el intento:

  1. BUSCAR UN ESPACIO ADECUADO: Crear un lugar fijo y cómodo para hacer sus tareas. No se necesita disponer de un “escritorio especial “, se puede trabajar en la mesa de la cocina, comedor, o de la habitación. Lo importante es que el espacio esté organizado, con buena iluminación y con pocas distracciones.

Algunas ideas útiles:

  • Involucrarlos en la organización de su espacio de estudio.
  • Asegurarse de que tengan a mano los materiales necesarios: lápices, reglas, libretas, libros, etc.
  • Utilizar libretas de diferentes colores para cada materia curricular
  • Evitar distracciones como TV, móvil o ruidos fuertes.
  • Mantener a las mascotas en otra habitación durante ese tiempo.
  • Supervisar desde cerca, pero sin invadir su autonomía.

2-FOMENTAR HÁBITOS Y LA ORGANIZACIÓN:  Establecer un horario fijo cada día para la tarea, usar planificadores o agendas, y enseñarles a clasificar documentos escritos en las libretas especificas según la materia curricular.

Algunas claves prácticas:

  • Secuenciar las tareas largas en partes más pequeñas y manejables.
  • Fomentar el uso del calendario para planificar trabajos grandes o proyectos.
  • Emplear colores, rotuladores o notas adhesivas para resaltar lo importante.
  • Leer las consignas en voz alta y repetirlas para asegurarse de que se comprendieron.
  • Revisar juntos los deberes antes de darlas por finalizadas.

3-MANTENER LA ATENCIÓN A TRAVÉS DE DESCANSOS Y APOYOS: Muchos niños o jóvenes, especialmente aquellos con TDAH, pueden necesitar moverse o tener pausas cortas para recuperar energía. El uso de temporizadores o relojes puede ayudar a administrar los tiempos de trabajo y descanso, facilitando que mantenga la concentración.

Claves recomendadas:

  • Establecer descansos cada 5 a 10 minutos según la necesidad del niño o joven.
  • Valorar si les ayuda estudiar con música suave de fondo o en silencio.
  • Permitir que se levanten, se estiren o caminen brevemente.

4-LA IMPORTANCIA DE LOS ELOGIOS Y EL ACOMPAÑAMIENTO: Reconocer el esfuerzo de tu hijo es fundamental, pero no basta con un “¡Muy bien!”. Ese tipo de frases, aunque suenan alentadoras, no les muestran con claridad qué fue lo que hicieron de manera correcta.

    Cuando los elogios son concretos, los chicos entienden mejor qué acciones deben repetir. Por ejemplo, en lugar de decir algo general, puedes probar con: “Me encantó que volvieras a leer el enunciado para asegurarte de tu respuesta”. Así, tu hijo se siente valorado, comprende qué hizo bien y gana confianza para seguir mejorando.

    Claves para acompañar:

    • Reconocer y valorar siempre el esfuerzo, más allá del resultado.
    • Mantener una actitud positiva y paciente, incluso en los días difíciles.
    • Usar palabras específicas al elogiar, para que tu hijo sepa qué hizo bien.
    • Mantener un diálogo abierto con los docentes cuando notes avances o dificultades.
    • ¡La tarea deja de ser un problema cuando se convierte en un espacio de aprendizaje compartido, los invito a ponerlo en práctica!

    Elisa Calabrese, es pedagoga y terapeuta en Red Cenit

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