El trastorno de ansiedad generalizada es un patrón amplio y persistente de preocupación y miedo crónicos.
Hasta un 50% de las personas con TDAH muestran ansiedad asociada. El trastorno de ansiedad generalizada es el trastorno de ansiedad más frecuente en personas con TDAH. Una detección no precoz y un mal tratamiento del TDAH, pueden aumentar el riesgo de desarrollar otros trastornos, como la ansiedad.
Síntomas más comunes en personas con TDAH y trastorno de ansiedad
- Rumiación obsesiva por acontecimientos pasados.
- Preocupación irreal por acontecimientos futuros.
- Remordimientos por no haber cumplido con los objetivos.
- La sensación de falta de competencia.
- Miedo a la vergüenza, al rechazo de los iguales, a enfrentarse a situaciones difíciles y a situaciones solo.
- Las preocupaciones suelen giran entorno a exámenes, tareas, trabajo, imagen personal, etc. Estas preocupaciones se vuelven incontrolables.
El rendimiento escolar y el afecto de los padres y personas adultas significativas en el niño, constituyen los factores mas decisivos en su autoestima. Parte de las creencias irracionales como “soy tonto”, “soy malo”, ”no puedo”, “no seré capaz” inciden de manera negativa en la percepción de uno mismo.
Las elevadas exigencias del entorno a las cuales el niño no puede responder de manera eficaz hace que aumenten los niveles de ansiedad y estrés. La baja percepción de competencia que tienen estos niños a la hora de enfrentarse a situaciones difíciles como un examen hace que padezcan de niveles de ansiedad altos y esto afecta a su rendimiento.
En general, los niños que tienen baja autoestima y TDAH (que implicaría mayores dificultades en el día a día) ven incrementado el riesgo de sufrir una comorbilidad ansiosa.
Por tanto, es importante fomentar la mejora del autoconcepto y autoestima de estos niños para prevenir estos trastornos.
¿Qué incluye la psicoterapia para pacientes con TDAH y trastorno de ansiedad?
- Terapia cognitivo-conductual.
- Entrenamiento en técnicas de relajación.
- Terapia Mindfulness.
- Entrenamiento en la técnica de resolución de problemas.
La terapia cognitiva conductual ayuda a que el niño, adolescente o adulto cambie sus pensamientos negativos por otras maneras de pensar más positivas y eficaces. Se basa en la relación entre pensamientos, emociones, sensaciones físicas y comportamientos y en como todas estas áreas están interconectadas y ejercen influencia entre ellas.
Interviene a nivel cognitivo, es decir, en los pensamientos, y también en la conducta: en las acciones que se realizan. Consiste en cambiar la forma de pensar, sustituir los pensamientos basados en creencias irracionales y distorsiones cognitivas por pensamientos más objetivos y adaptativos. Transforma los comportamientos menos útiles en conductas adaptativas y beneficiosas.
Busca ayuda profesional para aprender cómo manejar ambas condiciones simultáneamente. Juntos podemos abordar estos desafíos y lograr una mejor calidad de vida
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Reyes Martínez Borondo, Psicóloga Clínica, en Red Cenit Valencia