Características del lenguaje en niños con TDAH.
Podemos afirmar que en los niños que sufren Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad (TDAH), a menudo, se observan diferencias en el comienzo del desarrollo del lenguaje con respecto a aquellos niños que no presentan dicho trastorno.
Entre un 6% y un 35% presentan retraso en la adquisición del lenguaje, apareciendo más tarde las primeras palabras y combinaciones de palabras. Aproximadamente del 40% al 60% de los niños con TDAH presentan también trastornos del desarrollo del lenguaje. El objetivo del presente artículo es conocer el estilo lingüístico y comunicacional de los niños con TDAH y como se ve influido por la disfunción de las funciones ejecutivas.
Las dificultades que tienen los niños con TDAH en las pruebas neuropsicológicas que evalúan las funciones ejecutivas han sido claramente definidas por numerosos autores. Las aproximaciones cognitivas al TDAH hacen referencia a las funciones ejecutivas derivadas de la actividad del cortex prefrontal y estructuras vinculadas al mismo. El circuito más involucrado en el TDAH es el dorsolateral prefrontal. En consecuencia, un déficit en estos circuitos podría influir en el manejo de la información del entorno social para poder amoldar la conducta y el estilo lingüístico y comunicacional.
Pero, ¿cómo se caracteriza la expresión en el TDAH, como herramienta del lenguaje?
Veamos algunas características que pueden presentar estos niños:
– Tienen escasos recursos lingüísticos.
– Ahorran palabras o fragmentos enteros de información y resultan incoherentes.
– Alteran el orden lógico de la oración y producen un discurso confuso.
– Cometen varias veces el mismo error.
– Son reticentes a mejorar su forma de expresión.
– Suelen cometer errores fonológicos de reemplazo, sustitución o de inversión.
– Muestran un trastorno de la organización secuencial y temporal de los fonemas.
– Regulan mal la intensidad y la velocidad del discurso.
– El registro del tono de voz suele ser elevado en sus conversaciones.
– Son capaces de comprender las cosas por el contexto.
Y, ¿cómo es la comunicación en el TDAH ?
Les resulta difícil entender el empleo del lenguaje como herramienta propia y específica de comunicación, así se caracterizan por:
– No escuchar al interlocutor.
– No tienen sentido de la oportunidad.
– Son intuitivos, monotemáticos.
– Les cuesta anticiparse.
– No intentan remediar sus equivocaciones.
– No analizan el qué, el cómo, el cuándo y el por qué.
– Evalúan mal el tiempo de exposición y tratamiento de cada tema.
– Cuando escuchan una oración, son capaces de detenerse en el análisis de una palabra y trasladarse a otro terreno por un proceso asociativo generalmente de imágenes y abandonar la escucha original del texto.
– El escaso reconocimiento de lo relevante por lo irrelevante, hace que pueda descubrir en detalle partes insignificantes del discurso, sin llegar al núcleo del mensaje.
Por último, ¿en qué afecta el lenguaje a la interacción social de los niños con TDAH ?
El lenguaje como medio para la interacción social suele estar pobremente desarrollado:
– Evitan corregir sus errores.
– Interrumpen y abandonan las conversaciones.
– No miden las consecuencias de su discurso o de su acción.
– Les cuesta reunir argumentos para defender sus ideas.
– Intentan imponerse por la autoridad del grito o del insulto.
– Les cuesta compartir sus vivencias por falta de recursos lingüísticos.
– No saben cómo expresar sus sentimientos.
– Necesitan siempre imponer sus ideas.
– Dependiendo de la motivación temática sus discursos pueden ser extremadamente breves o extremadamente largos.
Este procesamiento lingüístico del TDAH tiene evidentemente consecuencias sobre su aprendizaje y sobre su interacción social con los demás, por lo que es importante que se tenga en cuenta en la intervención psicoeducativa con estos niños.
Debemos tener presente que procesan la información auditiva peor que sus iguales y que pierden información transmitida oralmente. Por esta razón, es necesaria la redundancia en la transmisión de la información verbal y el uso de organizadores visuales que añadan una doble via de entrada a la información que se considere más relevante.
Por lo señalado anteriormente, un entrenamiento de las funciones ejecutivas combinado con una intervención en los procesos lingüísticos más afectados en el niño, ayudará en gran medida a mejorar el lenguaje del TDAH tanto a nivel expresivo, como comprensivo y pragmático.
No existe ninguna razón para que con una correcta intervención psicoeducativa la adquisición y desarrollo del lenguaje sea fructífera y logren superar esas pequeñas dificultades que aportarán los recursos necesarios para comunicarse correctamente.
Paciencia, trabajo y cariño harán que nuestros héroes superen sus dificultades.
Violeta Peláez Marco pedagoga y terapeuta en Red Cenit.