Estudios realizados actualmente, demuestran que la prevalencia en adultos con TDAH oscila entre un 2% y un 4%, siendo uno de los trastornos mentales con un índice de los más altos. En este artículo hablaremos de la actualización en las investigaciones realizadas por especialistas acerca de las consecuencias negativas que pueden llegar a desarrollar las personas con TDAH a lo largo de su vida adulta, y a su vez, conoceremos las estrategias de intervención para adultos con TDAH más actuales que sirven para apalear estos factores de riesgo y con ello lograr que las personas con este diagnóstico se conviertan en adultos ajustados, socialmente competentes y que tengan una mayor calidad de vida.
Los estudios establecen tres factores de riesgo importantes que, en caso de no intervenir de forma eficaz en edad temprana, pueden llegar a desarrollarse en la vida adulta de la persona con TDAH:
- El primer factor está vinculado a los escasos logros educativos, ya que en educación superior solamente el 25% de personas con TDAH logran terminar su licenciatura o grado frente al 77% de personas sin el trastorno. En cuanto al bachiller solamente acaban entre un 11% y 15% en comparación al 50%.
- El segundo factor de riesgo es el relacionado con el área socioemocional de la persona, donde la conflictividad en las relaciones tanto de ámbito familiar como social es alta, pudiendo llegar a tener un estilo demasiado entrometido en las relaciones sociales, frecuentes cambios de pareja sentimental y un riesgo mayor en las relaciones sexuales y, sobre todo, menor satisfacción y calidad de vida.
- El tercer factor está relacionado con todos los trastornos que se pueden llegar a desencadenar en la vida adulta, como, por ejemplo: el trastorno de conducta antisocial, trastorno oposicionista desafiante, depresión, ansiedad, abuso de sustancias y trastornos del sueño.
Por lo tanto, ¿qué estrategias de intervención para adultos con TDAH podemos utilizar para evitar estos factores de riesgo?
- La evidencia demuestra que las intervenciones con personas con TDAH con múltiples componentes son las más efectivas. Por lo tanto, atender a la persona desde una edad temprana y saber que cada una es un caso distinto y, según su gravedad, requerirá un tratamiento diferente, pero en la mayoría de casos una combinación de intervención psicoterapéutica y/o farmacológica mejorará la sintomatología.
- Programar objetivos y recompensas a corto plazo que refuercen los cambios y las metas conseguidas.
- Intervención por medio de programas en entrenamiento cognitivo.
- Poner en práctica tareas de autoinstrucciones.
- Realizar un entrenamiento en los déficits de la memoria.
- En los últimos años se ha hecho hincapié en la realización de ejercicio físico regular, realización de técnicas de relajación o mindfulness ya que ayudan a despertar la conciencia del estado emocional y evitar reacciones impulsivas.
- Es esencial en el tratamiento, la comunicación entre profesionales y centros escolares y de salud.
- Formación en técnicas de modificación de conducta para el control del comportamiento disruptivo, integrando estrategias de solución de problemas tanto a padres como a profesores.
- Establecer estrategias centradas en los padres: con herramientas como mindfulness y restructuración cognitiva, potenciar la comunicación en la pareja, uso de recursos de respiro familiar y estrategias de afrontamiento al problema. Estas estrategias nos permitirán incrementar la autoeficacia como padres y evitar emociones negativas y de crítica y, a su vez, acrecentar las experiencias positivas de la paternidad.
- Es indispensable que las familias tengan recursos de apoyo social y emocional de familiares y amigos.
Es muy importante que todas las personas involucradas en el desarrollo de la persona con TDAH (familiares, centro escolar, equipo interdisciplinar, entre otros) sean perseverantes y tengan paciencia en el proceso de intervención en edades tempranas con el fin de obtener grandes logros en el desarrollo evolutivo de estas personas, para que lleguen a una edad adulta con herramientas necesarias para afrontar los retos, sean socialmente competentes y tengan una mejor y mayor calidad de vida.
Denisse Huerta, psicóloga en Red Cenit
Hay varios 2 comentarios
La verdad es que hasta que alguien no te hace ver que tu hijo no es normal y se comporta con rudeza y agresividad en ciertos momentos puntuales pero casi diarios te sientes mala madre por no conseguir que su comportamiento sea aceptable. Ser «mala madre» por las continuas críticas tu marido hacia ti, es muy doloroso. El creer que yo tenía la culpa de todo en casa y en la educación de nuestros hijos era una losa que nos separaba cada vez mas como pareja. Aceptarlo por ambos conyuges ha permitido que me liberara de esa culpa tan grande y que mi marido aceptara esas circunstancias disruptivas en nuestra vida sin echarme la culpa por todo. Encima de tener esos problemas diarios la culpable era yo, increible. Pero ahora todo es mas llevadero y buscamos los mejores tratamientos y aceptamos el problema para tratar de superarlo como familia. Si no descubres el problema del niño puede romper matrimonios y por consiguiente mas problemas para el niño, una montaña rusa constante..
La ayuda de profesionales como lo son en red cenit es necesario