La intervención pedagógica se caracteriza por el uso de estrategias estimulantes, motivadoras, individualizadas y, de cara al verano, también divertidas.
Tras un diagnóstico de dislexia debemos aprovechar el parón vacacional para seguir trabajando esta dificultad dándole un enfoque más distendido.
Algunas actividades divertidas para niños con dislexia
COMPRENSIÓN LECTORA Y EXPRESIÓN
- Después de realizar una lectura de un cuento o texto pediremos al niño que dibuje de forma secuencial (tipo viñetas, lo que ha comprendido. Posteriormente deberá explicar cada una de las viñetas.
- Preguntas concretas: se lee un párrafo al niño de un texto, deberá responder posteriormente a las preguntas que nosotros le formulemos, pero ojo! las respuestas deben inferirlas según lo leído, por ello no aparecerán de forma explícita.
- Potenciar la creatividad e imaginación: realizar una lectura de un texto, tomar los personajes y por ejemplo inventar una historia con ellos paralela a lo leído, o un final alternativo diferente.
- Relacionar ideas: escribir frases en tarjetitas y tras leer un breve cuento decir cuáles de ellas se relacionan con lo leído. Podemos esconderlas por alguna estancia de la casa para hacerlo más divertido.
- Utilizar juegos para estimular la atención, lectura y habilidades visoespaciales como por ejemplo PALABREA. Cuando haya logrado descubrir varias palabras deberá “hilarlas” e inventar una oración o breve historia en la cual aparezcan de forma coherente, lógica y razonada.
FLUIDEZ LÉXICA
- Decirle que nombre medios de transporte, instrumentos musicales, nombres de países a los que le gustaría viajar, todo lo que podemos encontrar por ejemplo si vamos al mercado..
- Definir objetos, describir láminas, ir al cine y luego comentar la película o incluso durante un viaje en coche ir nombrando todo lo que va viendo a través de la ventanilla.
- Hacer un cuadernos de bitácora sobre las vacaciones. Que recoja fotos, entradas de cine, museos… de forma que dé muestra de lo acontecido o del desarrollo de un viaje, relatando lo más relevante o anecdótico.
CONCIENCIA FONOLÓGICA
- Deletreo: decirle letras a buen ritmo y que él nos diga la palabra, por ejemplo: V-E-R-A-N-O = verano, o incluso decirle nosotros la palabra de forma que luego nos tenga que decir las letras que la componen y si se atreve incluso en orden inverso.
- Jugar con letras imantadas y formar con ellas palabras.
- Juegos como el tradicional veo-veo, o el ahorcado son ideales para poner a prueba el ingenio de los niños, manejo de las letras y conocimiento del vocabulario
- Decir palabras que comiencen con el mismo sonido, que terminen con el mismo sonido o que rimen.
- Hay softwares específicos que pueden utilizarse con este fin, uno de ellos es Fast Forword, pero los hay en otros idiomas.
- También existen numerosas aplicaciones que ofrecen actividades interactivas para mejorar la ortografía y lectura como “Leo con Grin” o “Phonics Mamory” para emparejar sonidos y letras.
En resumen, el verano nos ofrece una estupenda oportunidad para que los niños con dislexia sigan reforzando de forma afectiva, efectiva y divertida.
Amparo Ibáñez Orrico, es pedagoga en Red Cenit
