¡El verano está casi aquí!

Con él, llega una época llena de diversión y de aventuras bajo el sol, y el agua se convierte en una parte central de nuestras vidas diarias.

El agua ofrece un alivio refrescante durante los días calurosos, ya sea en el mar o en las piscinas, y nos brinda oportunidades para disfrutar en familia.

Sin embargo, para algunos niños, el miedo al agua tanto al bañarse en la piscina o en el mar puede dificultar el disfrute de esta maravillosa estación.

El miedo es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas.
Como padres y cuidadores, es importante comprender cómo podemos apoyar a nuestros hijos en el proceso de superar este miedo al agua y permitirles aprovechar al máximo las maravillas de bañarse durante el verano.

Estrategias para ayudar a tus hijos/as a perder el miedo al agua

Afortunadamente, hay estrategias que podemos utilizar para ayudarles a superar sus miedos y divertirse en el agua durante el verano. Guiándolos hacia una mayor confianza y comodidad al enfrentarse el agua y abordando ese desafío con empatía y paciencia.

  • Comprender el origen del miedo: el miedo al agua puede surgir por diversas razones. Puede ser producto de una experiencia traumática previa, una percepción de peligro o incluso la imitación de los temores de otras personas. Comprender el origen nos ayudara a tratar el tema con más empatía.
  • Respetar los límites del niño: es importante respetar los límites y el ritmo de nuestros hijos durante este proceso, brindándoles un ambiente seguro y de apoyo que les permita avanzar a su propio ritmo.
  • Exposición gradual al agua y mediante el juego: es interesante comenzar por actividades acuáticas más pequeñas y menos intimidantes, como llenar una pequeña piscina en el patio trasero o jugar con agua en la bañera. A medida que el niño se sienta más cómodo, podemos pasar a actividades más grandes y desafiantes, como jugar en la orilla a «pisar las olas» que llegan, jugar con ellos en las proximidades del mar, en la parte donde no cubre de la piscina, etc.
  • Acompañarlos y apoyarlos en el proceso: hay centros que ofrecen clases de natación para padres e hijos, lo que permite pasar tiempo juntos y divertirse, manteniéndonos cerca de nuestros hijos durante todo el proceso de superación del miedo.
    Estar presentes en el agua, brindarles apoyo físico y verbal, y celebrar cada pequeño logro que alcancen les proporcionará seguridad y confianza en sí mismos.
  • Trabajar desde la diversión: crear asociaciones positivas con el agua puede ayudar a disminuir el miedo. En lugar de enfocarnos únicamente en la natación, introduzcamos juegos y actividades divertidas en el agua. Esto ayudará a desviar la atención del miedo y permitirá que el niño se sienta más cómodo y relajado. Es importante entender que el juego es nuestro mejor aliado.
  • Modelar comportamientos positivos: los niños aprenden observando e imitando a los adultos. Si mostramos una actitud positiva y segura hacia el agua, es probable que nuestros hijos se sientan más motivados y seguros para enfrentar su miedo. Participar en actividades acuáticas junto a ellos, demostrando calma y disfrute, les transmitirá un mensaje de confianza.

Superar el miedo al agua al bañarse en la piscina o en el mar, puede ser un proceso largo, pero con paciencia, apoyo y estrategias adecuadas, nuestros hijos pueden superar sus temores y disfrutar plenamente del agua.

Recordemos que cada niño es único y puede requerir diferentes enfoques, por lo que es fundamental adaptar estas técnicas a las necesidades individuales de cada uno.

Paula Mengod Balbas, es psicóloga en Red Cenit

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