La autoestima es el concepto que hace referencia a la forma que tenemos de valorarnos a nosotros mismos.
Es en la infancia y adolescencia cuando mayor impacto tiene la autoestima, ya que son etapas vitales en las que estamos más flexibles y vulnerables. De ahí, que fomentarla en nuestros niños sea tan importante. Los padres, maestros, educadores, tienen una gran labor aquí, ya que en cierto modo son “encargados” de edificar la autoestima de sus hijos y alumnos.

Como venía diciendo, la familia tiene un papel importante, ya que es el principal lugar de socialización, educación y aceptación de uno mismo. Es el lugar en el que una persona se siente querida por lo que es y se acepta tal y como es. La valoración de la imagen que el niño va haciendo de sí mismo depende de la forma en que va percibiendo que cumple con las expectativas de sus padres. Un ambiente familiar adecuado para desarrollar una autoestima apropiada sería aquel que se caracteriza por la calidez, afectividad y apoyo emocional.

Tener una buena autoestima:

  • Constituye el núcleo de la personalidad
  • Ayuda a afrontar dificultades y problemas que puedan ir surgiendo a lo largo de nuestra vida
  • Aumenta la responsabilidad
  • Aumenta la creatividad
  • Determina la autonomía personal
  • Posibilita una relación social saludable

Algunas de las formas de favorecer una sana autoestima en los niños son:

  • Observar las características y el potencial de cada niño, y ayudar a desarrollar ese potencial
  • Ayudarles a sentirse especiales en algo
  • Apreciar sus logros, sin hacer comparaciones
  • Dar cariño de forma incondicional
  • Valorar sus virtudes y cualidades positivas
  • Apoyar en los momentos que lo necesiten
  • Darle libertad para tomar decisiones y resolver problemas por sí solos
  • Hacer comentarios positivos delante de él, elogiarle
  • No demandar perfección
  • Respetarle, etc.

Una de las técnicas de autoestima que resulta muy útil para reflexionar sobre los logros y cualidades positivas de cada uno es el ÁRBOL DE LOS LOGROS. Se trata de una técnica que permite analizar la imagen que tenemos de nosotros mismos y centrarnos en la parte positiva. Asimismo, ilustra muy bien el estado de ánimo de la persona que lo está completando.

La actividad consiste en hacer una reflexión sobre capacidades, cualidades positivas y logros que hemos desarrollado desde la infancia a lo largo de nuestra vida. Hay que pensar todo con calma, sin prisa, e intentando no olvidar ninguna. Da igual el tiempo que nos lleve realizar el ejercicio.

Lo primero que se hace es realizar una lista de todas las virtudes que se poseen, ya sean éstas cualidades personales (bondad, paciencia), sociales (empatía), intelectuales (buena memoria), o físicas (atractivo). Y repito, es importante tomarse el tiempo que sea necesario.

Una vez realizada esta lista, se elaborará otra en la que añadiremos los logros que hemos conseguido. Da igual si son muy significativos o más insignificantes, lo importante es que tienen que ser logros de los que estemos orgullosos.

Cuando ya tenemos las 2 listas elaboradas, pasamos al dibujo. Se hará un árbol en un folio, ocupará toda la hoja, y se distribuirá de la siguiente manera:

  • Raíces: se deben ir colocando todos los valores positivos que hemos escrito anteriormente. Si consideramos que es un valor que nos describe muy bien, haremos una raíz gruesa. Si por el contrario, nos caracteriza pero tampoco es demasiado representativo, dibujaremos una raíz más fina.
  • Frutos: aquí colocaremos los logros de la segunda lista. Haremos frutos más grandes cuando el logro sea mayor, y más pequeños cuando sea menos relevante.

Una vez se ha acabado, se habla sobre el dibujo y reflexionamos sobre él. Es recomendable enseñárselo a algún familiar o alguien de confianza para que nos ayude a añadir más raíces y frutos que quizás nosotros hemos olvidado o de los que no somos conscientes.

Os animo a todos a realizar este ejercicio para tomar conciencia de cómo somos y aprender a quererse y valorarse.

“Dedícate a sentirte bien contigo mismo,  es con quien pasarás el resto de tu vida”

Virginia Domínguez, Psicóloga en Red Cenit