El final de curso se acerca y aprender a gestionar las emociones es fundamental para el éxito académico, especialmente durante los últimos exámenes donde el cansancio del año se va acumulando y las ganas de vacaciones de verano empiezan a aflorar. En este artículo abordaremos la importancia de la gestión emocional y hablaremos de estrategias efectivas para manejar las emociones durante este período crítico.
Impacto del estrés y la ansiedad en el rendimiento académico
El estrés y la ansiedad son respuestas naturales ante situaciones desafiantes como la evaluación a la que se someten los estudiantes durante la época de exámenes. Sin embargo, cuando estas emociones se vuelven excesivas, pueden interferir en la concentración, la memoria y la toma de decisiones. La ansiedad puede manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y fatiga, y en síntomas psicológicos como insomnio, irritabilidad y preocupación constante.
Algunas investigaciones han demostrado que un nivel moderado de estrés, o eustrés, puede ser motivador y mejorar el rendimiento. No obstante, cuando el estrés se convierte en distrés, su efecto es perjudicial. El distrés reduce la capacidad cognitiva y dificulta el acceso a la información almacenada en la memoria, lo que puede llevar a un bajo rendimiento en los exámenes. Aquí os dejo algunas estrategias para gestionar estas emociones:
Estrategias de gestión emocional
- Técnicas de relajación: Prácticas como la respiración profunda, la meditación y el yoga reducen significativamente los niveles de estrés, ayudan a calmar la mente y el cuerpo, promoviendo un estado de tranquilidad beneficioso para el estudio y el desempeño en los exámenes.
- Ejercicio físico: El ejercicio regular es una forma efectiva de liberar el estrés. Actividades como correr, nadar o practicar deportes no solo mejoran la salud física, sino que también liberan endorfinas, neurotransmisores que generan sensaciones de bienestar y felicidad.
- Apoyo social: Mantener conexiones sociales y buscar apoyo de compañeros, amigos y familiares alivia la presión. Hablar sobre las preocupaciones y compartir experiencias proporciona una perspectiva diferente y reduce la sensación de aislamiento.
- Hábitos de sueño saludables: El sueño adecuado es esencial para la función cognitiva óptima. Evitar el uso excesivo de cafeína y establecer una rutina de sueño regular mejora la memoria y la concentración.
- Mindfulness y atención plena: Practicar el mindfulness, o atención plena, implica centrarse en el presente y aceptar las emociones sin juzgarlas. Esta técnica ayuda a los estudiantes a manejar la ansiedad y mantenerse enfocados en la tarea actual.
- Planificación y organización del tiempo: La procrastinación es una fuente importante de estrés. Establecer un horario de estudio realista y cumplirlo ayuda a reducir la ansiedad. Dividir el material de estudio en partes manejables y fijar metas diarias hace que la preparación para los exámenes sea menos abrumadora.
La gestión emocional es esencial para el éxito en los exámenes finales. Implementar estrategias efectivas de manejo del estrés mejora el rendimiento académico y contribuye al bienestar general de los estudiantes. Fomentar una actitud proactiva hacia la gestión emocional puede transformar los exámenes finales de una experiencia abrumadora a una oportunidad para demostrar el verdadero potencial académico. ¡Mucha suerte a todos!
Elena Beato Murcia, es psicóloga clínica en Red Cenit