En la actualidad el término de “alta capacidad” ha evolucionado desde que se asociaba a un alto rendimiento académico y a un elevado Cociente Intelectual, hasta día de hoy, cuando se define como un potencial a desarrollar.

Sin embargo, para que este potencial sobresalga convirtiéndose en un talento tangible es necesario que escuela y familia trabajen juntas.

La OMS considera que una persona es “superdotada” cuando su Cociente Intelectual es igual o superior a 130.

Sin embargo, los estudios más recientes se alejan de este rígido baremo y prefieren referirse a los niños/as con Altas Capacidades como aquellos que tienen una capacidad de aprendizaje muy superior y una forma de aprender radicalmente distinta, que los diferencia del resto de niños/as de su edad.

Intervención educativa con alumnos con altas capacidades

Cada alumno es único y por lo tanto tiene unas capacidades, un desarrollo, unos intereses y unas competencias singulares, por eso necesita una respuesta educativa particular, personalizada y adaptada a sus necesidades.

Los niños/as con altas capacidades tienen una forma de aprender diferente en cuanto a ritmo e intereses, por lo que si sus necesidades no son satisfechas pueden caer en la desgana y la desmotivación e incluso el fracaso escolar, además de experimentar desequilibrios emocionales y físicos.

Así pues, la intervención educativa con alumnos con altas capacidades se podría definir como un conjunto de acciones que se ponen en marcha, en el contexto escolar y junto con los agentes educativos, para potenciar todas las capacidades de este alumnado.

Las principales medidas educativas específicas que se suelen implementar en los centros educativos son: la flexibilización o aceleración del periodo de escolarización, las adaptaciones curriculares de ampliación y el enriquecimiento curricular.

Flexibilización o aceleración del periodo de escolarización

Es una medida de carácter extraordinario y hace referencia a dos situaciones:

  • Se decide que el alumno/a empiece una etapa educativa antes de lo que le corresponde por edad cronológica.
  • Dentro de una etapa educativa, se decide que el alumno/a adelante un curso.

Pero la aceleración por sí sola, sin ningún tipo de preparación o acompañamiento, no es una medida lógica, se tiene que dar siempre que el alumno/a esté preparado cognitiva y madurativamente, y se lleve a cabo junto a otras medidas de enriquecimiento curricular.

Adaptaciones curriculares de ampliación

La adaptación curricular es clave para atender el desarrollo de la capacidad intelectual de estos alumnos/as. Se les denomina ACAI (adaptación curricular para alumnado con altas capacidades), y se puede llevar a cabo de varias formas.

Se trata de adaptaciones individualizadas que se elaboran para ampliar el currículum del alumno, mediante diferentes procedimientos, con la finalidad de que el alumno/a esté motivado, no se aburra y aprenda al ritmo de sus capacidades:

  • añadir contenidos de cursos superiores o profundizar en los contenidos de su propio curso.
  • eliminar contenidos que ya conoce e incluir otros que no domina.

Aunque también se puede modificar la metodología potenciando de esta manera la autonomía del alumno/a, al darle un mayor protagonismo e independencia en su propio proceso de aprendizaje.

Y, por último, se pueden aplicar técnicas de evaluación distintas a las que se utilizan en su aula para el resto de compañeros.

Enriquecimiento curricular

El sistema educativo contempla la necesidad de dar respuesta a los alumnos con altas capacidades, brindándoles la oportunidad de adaptar los contenidos curriculares a su desarrollo, forma y ritmo de aprendizaje.

Es una medida que se adopta a nivel de centro y que consiste en facilitar al alumno/a contenidos diferentes a los del currículo escolar, como puede ser:

  • el aprendizaje en profundidad de ciertos contenidos
  • la realización de trabajos de investigación
  • talleres de redacción
  • clubs de ciencia
  • creación de una revista del centro o de una radio
  • extraescolares, como ajedrez o dibujo, etc.
  • desarrollo de destrezas como el pensamiento crítico, la resolución de conflictos, la creatividad o la lógica, entre otros
  • actividades dentro y fuera del aula.

Por todo lo visto, no cabe duda que el colegio es un pilar fundamental en lo que se refiere a motivación y aprendizaje de los alumnos con altas capacidades intelectuales, pero en el seno familiar también se puede hacer mucho por motivar a vuestros hijos/as y adaptarlos a sus necesidades.

Es fundamental que los padres estén bien informados sobre las altas capacidades y que busquen apoyo en expertos en la materia. Así los podréis acompañar adecuadamente y les resultará más fácil entender sus necesidades y peculiaridades.

“No se trata de tener derecho a ser iguales, sino de tener igual derecho a ser diferentes”

Marian Sirera Conca, Pedagoga. Coordinadora Diagnósticos e Intervención en los Trastornos del Neurodesarrollo en RED CENIT Valencia 


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