Históricamente, se ha observado una mayor prevalencia de TEA en hombres que en mujeres. Sin embargo, se cree que esto puede ser atribuido a la subestimación y subdiagnóstico en mujeres, ya que los criterios de diagnóstico y las herramientas de evaluación se han desarrollado principalmente en base a muestras de población masculina.

El trastorno del espectro autista afecta a personas de todos los géneros, pero se ha observado que hay diferencias en la presentación y el diagnóstico del autismo en niñas en comparación con los niños.

1. Detección temprana y diagnóstico:

  • Las niñas con autismo pueden mostrar rasgos o comportamientos más sutiles o diferentes a los niños, lo que puede dificultar la detección temprana.
  • Los síntomas pueden pasar desapercibidos o atribuirse a otras condiciones, como timidez, ansiedad, trastornos de la alimentación o retraso en el desarrollo del lenguaje.
  • Los indicadores tempranos pueden incluir dificultades en la comunicación no verbal, falta de respuesta al nombre, ausencia de juego imaginativo y patrones de interés restrictivos.

2. Camuflaje y máscara social:

  • Algunas niñas con autismo pueden desarrollar habilidades de camuflaje social para enmascarar sus dificultades sociales y adaptarse a las normas sociales.
  • Pueden imitar y observar a sus compañeros/as para aprender y copiar comportamientos sociales, aunque pueden tener dificultades para comprender el significado emocional detrás de las interacciones.

3. Intereses restringidos y actividades repetitivas:

  • Al igual que los niños, las niñas con autismo pueden mostrar patrones de intereses restringidos y actividades repetitivas.
  • Pueden tener ciertas obsesiones o fascinaciones particulares por temas específicos, como por ejemplo: números, animales, personajes de televisión, libros, etc.

4. Dificultades en el procesamiento sensorial:

  • Las niñas con esta condición pueden mostrar una alta sensibilidad a ciertos estímulos sensoriales, como pueden ser: ruidos fuertes, luces brillantes o texturas específicas, entre otros.
  • Pueden mostrar reacciones inusuales o evitación a ciertos estímulos sensoriales y tener dificultades para regular sus respuestas.

5. Dificultades en la interacción social:

  • Las niñas con TEA pueden tener dificultades para establecer y mantener amistades, comprender las normas sociales y leer las señales sociales no verbales.
  • Presentan preferencia por actividades solitarias y pueden tener dificultades para participar en juegos imaginativos o cooperativos con sus compañeros/as.

En nuestro centro, contamos con un equipo de profesionales especializados en el desarrollo infantil y el autismo que puede ayudarte en caso de sospechar que tu hija pueda presentar TEA.

Es fundamental buscar una evaluación y diagnóstico adecuados.

Un diagnóstico temprano asegura una intervención, evolución y apoyo para potenciar las habilidades, el desarrollo y el bienestar del niño.

Raquel Pastor, es terapeuta ocupacional en Red Cenit

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