Son muchas las causas que pueden ocasionar en los niños dificultades en la alimentación. En este post os contaremos cómo trabajamos y qué materiales utilizamos cuando se trata de un problema de base sensorial.

Nos podemos encontrar con tres tipos de dificultades en la alimentación infantil:

  • Problemas de planificación motora: Parece ser que mastica la comida pero la retiene en las mejillas o encías. Presenta dificultades para manejar la comida dentro de la boca. Pobres movimientos linguales, sialorrea, dificultad para coger la comida con la cuchara o pinchar con el tenedor y llevárselo a la boca
  • Sensibilidad sensorial: Inflexibilidad para pasar de un alimento a otro nuevo: todos los alimentos que le gustan son de una misma textura; tiene arcadas cuando se le ofrecen alimentos de diferentes texturas; tiene una reacción de rechazo ante distintos tipos de olores de los alimentos; no le gusta mancharse o explorar con distintas texturas.
  • Deficiente percepción sensorial: busca meterse muchos objetos a la boca que no son comida; no se da cuenta de que está manchado; tiene preferencia por los alimentos crujientes; se mete mucha comida en la boca.

¿Qué materiales utilizamos?

  • El mordedor: es nuestro material por excelencia. Sus funciones son la de fortalecer la mordida, dar información a la boca favoreciendo la propiocepción y también tiene un efecto regulador.
  • Otras actividades alternativas que favorecen la propiocepción y la fuerza: el soplo (pompas, globos, burbujas en el agua, soplar velas, trompetitas…), beber con pajita larga.
  •  Vibración: siempre y cuando el niño la acepte, nos ayuda a trabajar la hipersensibilidad y la propiocepción en la zona oral, dándola tanto por dentro de la boca como por fuera.
  • Masajes con frio y calor: presionando las encías contrastando con agua fría y con agua caliente, para favorecer la información de la boca (dónde están los dientes, dónde está la lengua, qué movimientos hace,…)
  • Panel de anticipación: este material nos ayuda a trabajar el aspecto más conductual e inflexible. La anticipación a modo de imagen le ayuda al niño a saber qué tiene que hacer y cuándo se acaba la actividad: de esa forma su nivel de ansiedad se reduce.

El trabajo junto con los padres es imprescindible para que la terapia sea lo más eficaz posible. Es por ello, que durante las sesiones nos acompañan para poder ir todos a una.

A continuación, os indicamos una serie de pautas para trabajar en casa las dificultades en la alimentación de los niños:

  • El rato de la comida es un momento de compartir en familia y de estar todos juntos; es un momento donde nos comunicamos, nos reímos, estamos relajados. Para ello es importante que los papás estén tranquilos y para ello debemos evitar transmitir a los niños tensión y nervios.
  • Enfocar la conversación en otros aspectos que no sea la comida. Por ejemplo: contarnos el día, qué cosas nos gustan, qué han hecho en el colegio, a qué has jugado con tus amiguitos, etc. Evitar contestaciones como: te he dicho que comas! Si no comes estás castigado, mamá se pone triste cuando no comes…
    Es importante que por encima de todo el niño se sienta querido coma o no coma.
  • La pareja tiene que ir hacia una misma dirección. Esto quiere decir, que el niño no puede ver contradicciones entre los adultos o inseguridad a la hora de tomar las decisiones.

Paula Martínez Mares,  Terapeuta Ocupacional, especialista en Integración Sensorial en Red Cenit Valencia


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