Sabemos que, a veces, los niños con TEA (entre otros diagnósticos) presentan dificultades a la hora de regular sus emociones. Los cambios de rutina, de horarios, de ambiente, un exceso de carga sensorial y/o una falta de anticipación pueden derivar a menudo en rabietas descontroladas.

¿Cómo ayudarles, por una parte, a identificar ese estado de alerta demasiado elevado, y por otra, llegar a ese arousal o estado de alerta óptimo?
Este post tratará de dar ideas para la creación de un rincón de la calma según los diferentes tipos de perfiles sensoriales de los niños.

En primer lugar, si no has leído el post acerca de la Técnica de regulación sensorial para niños, recomiendo que le eches un vistazo para, primeramente, ayudar al niño a detectar en qué nivel de alerta se encuentra.
En este post veremos, por lo tanto, unas ideas clave para bajar de esos niveles más oscuros, donde no somos capaces de inhibir los estímulos distractores o focalizarnos hacia la información importante, hasta volver a ese niño atento, tranquilo y con capacidad de aprendizaje.
Es importante saber diferenciar una rabieta de un “exceso” de movimiento, pues nuestro Sistema Nervioso Central también necesita estimulación activadora para poder dar unas respuestas adaptativas en nuestro día a día, por lo que no podemos pedir a los niños que estén tranquilos y sentados todo el día.

Si se detecta un nivel de alerta elevado, podemos ofrecer al niño el Rincón de la calma. El rincón de la calma es una excelente herramienta para potenciar una de las competencias emocionales básicas de cualquier persona: la REGULACIÓN EMOCIONAL.

La auto-regulación es una capacidad clave en el desarrollo del niño, ya que le permite comprometerse en conductas intencionadas, controlar sus propios impulsos y parar alguna conducta si es necesario. McCabe y Brooks-Gunn (2007), psicólogas, reportan que “las dificultades en auto-regulación se asocian a problemas de comportamiento como impulsividad, delincuencia o conducta antisocial”, por lo que del mismo modo que enseñamos a los niños a leer, a escribir o sumar, debemos enseñar e incorporar en las rutinas diarias estrategias de regulación emocional, tanto en casa como en el colegio. Además, si como adultos adoptamos estrategias de regulación de manera habitual, será más fácil que los niñ@s lo practiquen de forma espontánea, mejorando su bienestar y previniendo que las consecuencias anteriores aparezcan en edades mayores.

ESTRATEGIAS PARA PROMOVER LA AUTO-REGULACIÓN Y CREACIÓN DE UN RINCÓN DE LA CALMA:

  • Crear una caja de la calma. La caja será personalizada, con objetos que hayan sido manipulados, enseñados y entrenados por el niño previamente. Según el perfil sensorial del niño, usaremos más unos elementos u otros.

Sabemos que los estímulos propioceptivos, (aquellos que nos aportan información desde nuestros músculos, ligamentos y articulaciones e influyen directamente en el tono muscular, en nuestro esquema corporal, en el control postural y en la planeación motora, entre otros), tienen un efecto calmante para nuestro Sistema Nervioso; nos ayuda a relajarnos y a disminuir el nivel de alerta. Así, tendremos que añadir objetos en nuestra caja que proporcionen sensaciones propioceptivas, como indica Zoe Mailloux, Terapeuta Ocupacional:

“El sistema propioceptivo se activa a través de actividades tipo “empujar/arrastrar” por lo que aquellas actividades que involucren peso o presión darán una sensación a menudo calmante y pueden ser útiles para niños que se desorganizan frecuentemente”.

  • Plastilina o slime casero
  • Globo relleno de gel con una rejilla
  • Globo relleno de harina donde podemos dibujar caritas
  • Comecocos con una pelota de tenis, donde tendremos que hacer fuerza para poder darle de comer (un trapo, meter fichas y contarlas, etc).

Los elementos visuales también pueden ser de gran ayuda: mediante elementos llamativos para el niño, conseguiremos inhibir otros estímulos y focalizarnos en ese objeto o actividad.

  • Libro favorito
  • Panel en el que tenga que ir buscando los animalesu objetos de un color determinado, etc.
  • Pompero
  • Bolas de cristal con nieve
  • Bote de la calma, directamente relacionado con la relajación de nuestro Sistema Nervioso Central, pues genera un modelo visual e inconscientemente entrega una señal al cerebro que disminuye la agitación. ¿Cómo realizarla?
    • 1 botella transparente con tapa
    • 1 o 2 cucharadas de pegamento con brillo
    • 2 cucharaditas de brillo del color que quieras
    • 1 gota de colorante
    • Agua caliente

Mezclar el agua caliente con el pegamento y el brillo. Dejar un espacio vacío en la parte superior de la botella para que el niño pueda agitar su contenido. Cerrar bien el frasco y ¡listo!

 

Otros elementos:

  • Cascos para escuchar música o aislantes.
  • Fidgets tipo el cube, en el que hay que apretar botones o hacer girar una ruedecita.
  • Abanico del estado de alerta adaptado a las características del niño para identificar el nivel en el que nos encontramos.

Es importante realizar la caja de manera individualizada, teniendo en cuenta las características del niño (conocer su perfil sensorial y por lo tanto sus intereses).

En el próximo post, indicaremos las estrategias restantes para promover la auto-regulación, realizaremos diferentes tipos de botes de la calma según intereses del niño y enseñaremos ejemplos reales generales de rincones de la calma para casa y para el cole.

Annaïk Jonkers, es Terapeuta Ocupacional en Red Cenit