TDAH y dificultades en el aprendizaje de las matemáticas: compartiendo un escenario

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Sergio es un alumno de 8 años y 9 meses que se encuentra en 3º de Educación Primaria. En cursos anteriores, ha tenido un desarrollo medio en todas las asignaturas, gracias a su esfuerzo y al tratamiento multidisciplinar de TDAH que está llevando a cabo. Desde finales del curso pasado, el maestro ha detectado un descenso en el nivel de rendimiento de las matemáticas a comparación del resto de sus compañeros. En la última reunión entre los padres y el maestro, éste último afirmó que Sergio no tiene el desarrollo de las matemáticas esperado para su edad. Por ello, nos aconsejó realizar una evaluación más profunda sobre los procesos de aprendizaje de las matemáticas del niño.

Posiblemente, más de una vez habremos escuchado el término “comorbilidad” o “trastornos comórbidos”. Estos conceptos hacen referencia a la presencia de uno o más trastornos en la misma persona además del que prevalece, es decir, existen varios trastornos que tienen un escenario común.

Dificultades en el Aprendizaje de la Lectoescritura, ansiedad o problemas de conducta son algunas de las comorbilidades que presenta el TDAH. En esta ocasión, nos centraremos en las Dificultades en el Aprendizaje de las Matemáticas (DAM), ya que son comunes en un gran número de ocasiones con el TDAH, por ello es de vital importancia conocerlas para poder detectarlas lo antes posible  e intervenir de forma temprana y que así sea lo más eficaz posible.

¿A qué se debe  esta situación?

Las investigaciones realizadas hasta el momento nos indican que la principal asociación entre las DAM y el TDAH se relaciona con una afectación más severa del Funcionamiento Ejecutivo. Esto se debe a que el cálculo y la solución de problemas matemáticos requieren de una alta implicación de los procesos ejecutivos, es decir, exigen en gran medida de atención, planificación y especialmente, memoria de trabajo para poder resolver este tipo de tareas.

Por ejemplo, si un niño tiene problemas de atención le costará mucho discriminar cuáles son los datos relevantes y cuáles no, en un problema matemático. O bien, si presenta problemas en la planificación, tendrá muchas dificultades a la hora de saber cuál de las dos operaciones que tiene el problema debe realizar primero, si la suma o la multiplicación.

¿Cómo podemos detectar si un niño con TDAH presenta también Dificultades en el Aprendizaje de las Matemáticas?

Existen diversas pistas que nos pueden indicar que el aprendizaje de las matemáticas no se está efectuando de forma adecuada, por lo que deberíamos considerar una evaluación psicopedagógica más profunda. Algunos de los marcadores que señalaremos a continuación serán signos de alerta siempre que se den, y la edad del niño y su curso escolar indiquen que ya se deberían haber adquirido.

1- Confunde los números, por ejemplo: 3 por 8 o 6 por 9…

2- No ha adquirido el significado de número, es decir, no sabe qué significado tiene el 4.

3- Comete errores al contar.

4- Se equivoca en operaciones sencillas como sumas o restas por ejemplo: no sabe “llevar” o pasar de unidades a decenas, en ocasiones opera de izquierda a derecha…

5- Se equivoca demasiado al multiplicar.

6- Se equivoca  demasiado al dividir.

7- En el cálculo mental se equivoca mucho.

8- Tanto en el cálculo, como en la resolución de problemas es demasiado rápido, parece que no reflexiona independientemente del resultado.

9- Dice que no vale para las matemáticas y que no le gustan.

10- No se esfuerza por aprender, aunque en otras materias puede ir bien.

11- En la resolución de problemas escritos: no sabe plantear los problemas, separar datos, planificar los pasos para solucionar el problema, no comprende lo que se le pide en el enunciado, y no sabe aplicar las operaciones adecuadas para la resolución del mismo.

¿Qué pautas podríamos seguir para trabajar las Dificultades en el Aprendizaje de las Matemáticas en un niño que presenta estas características?

Una vez detectadas esas dificultades, existen diversas orientaciones que acompañado del tratamiento llevado a cabo por una persona especializada en este ámbito nos pueden ayudar a que nuestro niño mejore en sus habilidades matemáticas.

En primer lugar, una de las dificultades que se les presenta a estos niños, deriva de los materiales utilizados, ya que se caracterizan por su redundancia y presencia de estímulos irrelevantes que entorpecen el proceso de comprensión. Una posible ayuda a esta situación consiste en utilizar hojas preparadas con esquemas gráficos que representen los pasos que el alumno debe resolver para solucionar los algoritmos.

También, introducir tiempos de descanso (aumentando el intervalo de tiempo progresivamente y en un lugar diferente al de estudio), las representaciones gráficas (utilizando dibujos y/o colores), la utilización de materiales manipulables, los ordenadores o incluso el apoyo de algún compañero, son técnicas efectivas a la hora de la automatización del cálculo, ya que les ayuda a centrarse en el contenido de la tarea. En aquellos casos en los que la automatización del cálculo comience a dificultar la solución de problemas, sería aconsejable permitir utilizar la calculadora con el fin de que se adquieran las habilidades de resolución de problemas.

Por último, la resolución de problemas suele ser uno de los principales retos a los que se enfrentan estos niños. Algunas de las orientaciones destacadas son: presentar problemas de la vida real para que se sientan más identificados; realizar dibujos o representaciones mentales que simbolicen el significado del problema; motivar la relectura para seleccionar la información que se nos aporta y la pregunta que se plantea; y subdividir la información cuando el problema presenta un planteamiento de mayor complejidad.

A modo de despedida, me gustaría animar a los familiares, amigos y profesionales a que sigan colaborando con su esfuerzo y dedicación, ya que nunca es en vano, pero sobre todo a los verdaderos héroes, que son estos niños que nos enseñan día a día a superar las dificultades que la vida nos presenta en cada momento, con trabajo y superación. Ellos son los protagonistas de este escenario y se merecen el esfuerzo de todos nosotros para enseñarles a avanzar en sus particulares retos.

“Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”

                                                                                                Anónimo

Enrique Suay, psicopedagogo y terapeuta en Red Cenit.

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