Muchas veces nos preguntamos si es “normal” que nuestros hijos articulen mal algunos sonidos del habla durante las primeras etapas del desarrollo. Pensamos que al principio puede ser normal, pero ¿hasta cuándo?

Sabemos que desde el nacimiento se lleva a cabo el desarrollo de las habilidades fonológicas, siguiendo varias etapas. En primer lugar encontramos los sonidos vegetativos y el balbuceo, posteriormente, durante el primer año de vida se dan muchas variaciones, ocasionándose gran inestabilidad fonética (aprendizaje); a partir de los 18 meses hasta los 4 años se produce una expansión del repertorio de sonidos del habla, y ésta se caracteriza por la presencia de procesos fonológicos de simplificación del habla, es decir, la producción incorrecta de algunos fonemas. Al final de esta etapa desaparecen la mayoría de los errores, culminando la adquisición completa hacia los 5 años de los fonemas más tardíos.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que cada fonema tiene una edad de adquisición diferente, pero esto puede variar en función de los rasgos de cada sujeto y de su entorno.

Pero, ¿tener un problema de articulación supone tener un trastorno fonológico?

Como hemos comentado anteriormente, existen diversas etapas del desarrollo fonológico. Por esta razón, que un niño pronuncie mal algunos sonidos, no siempre va correlacionado con un trastorno fonológico, simplemente puede ser una fase habitual del desarrollo infantil.

Sin embargo, cuando son muchos los errores o se tienen dudas, es recomendable hacer una valoración por parte de un profesional en logopedia, evaluando y analizando varios factores como las estructuras anatómicas del habla, la coordinación neuromotora del habla, la fonética y fonología, entre otras. De esta manera poder realizar un diagnóstico y adaptar las medidas necesarias para su tratamiento.

Y, ¿qué es un trastorno fonológico?

Según la APA, el trastorno fonológico es una dificultad persistente en la producción fonológica que obstaculiza la inteligibilidad del habla. Estas causan limitaciones en la comunicación eficaz que interfieren con la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación. Se produce en las primeras fases del período de desarrollo. Y no se pueden atribuir a afecciones congénitas o adquiridas, como parálisis cerebral, paladar hendido, hipoacusia, traumatismo cerebral u otras afecciones médicas o neurológicas.

Las causas de este trastorno fonológico normalmente se desconocen, pero parece haber una correlación entre parentescos familiares con los problemas fonológicos.

El habla de estos niños suele caracterizarse por el uso de patrones del habla incorrectos después de la edad en la que deberían haber dejado de usarlos. Estos errores pueden ser varios, como la sustitución de un fonema por otro (por ejemplo decir /lata/ en lugar de /rata/), omisión de fonemas (por ejemplo, /asa/ en lugar de /casa/), distorsión de sonidos (producción de sonidos diferentes a los de la lengua), adición de fonemas (por ejemplo, /palaya/ en lugar de /playa/) y cambio en el orden de algunos fonemas (por ejemplo, /mácara/ en lugar de /cámara/.   

Todo esto puede producir gran inteligibilidad del habla para el entorno del sujeto, haciendo comprensible su discurso sólo a la familia más cercana, padres y hermanos. Todo ello puedo ocasionar problemas a nivel social y escolar.

¿Las dificultades fonológicas conllevan algún problema más?

Por regla general sí, algunos autores han demostrado la existencia de una correlación entre los trastornos fonológicos y la adquisición de las habilidades lectoras, ya que para su adecuado desarrollo es necesario tener buenas habilidades metafonológicas.

Por tanto, aquellos niños con dificultades en el manejo de los sonidos del habla, es decir, para identificar y manipular las unidades fonológicas de la palabra hablada, difícilmente podrán reflexionar sobre este componente del lenguaje, imprescindible para el desarrollo de la lectoescritura.

¿Se puede tratar?

Efectivamente, un trastorno fonológico se trata a través de la terapia del habla, y el encargado de realizarlo es el logopeda. Este profesional lleva a cabo diferentes funciones para trabajar las habilidades fonológicas a través de la reflexión y manipulación de los sonidos del habla. Esta práctica se realiza mediante ejercicios y juegos con rimas, conteo, discriminación, identificación, y manejo de sílabas o fonemas de las palabras, entre otros.

Daniela Fernández Córdoba es logopeda en Red Cenit

En Red Cenit, disponemos de un equipo especializadas que puede estudiar cada caso en particular. ¡Pregúntanos! MAIL: SECRETARIA@REDCENIT.COM); TELEFÓNOS: 96 360 16 16 – 609 759 016; VEN A VERNOS (C/ GUARDIA CIVIL, 23 – VALENCIA)