Desde que nos enteramos de que vamos a ser padres, nuestro cerebro empieza a presentar cambios hormonales.
La plasticidad cerebral prepara a ambos progenitores para el cuidado del bebé.
Estudios llevados a cabo por el Instituto de Investigación Sanitaria de Gregorio Marañón (IiSGM) de Madrid revelan que la transición a la pa-maternidad implica cambios anatómicos en el volumen, el grosor y el área de la corteza cerebral, así como en los volúmenes subcorticales que nos preparan para la crianza.
La salud mental de los padres es de suma importancia desde ese mismo momento, ya que su bienestar psicológico tiene un impacto directo en la vida de sus hijos y en el ambiente familiar en general.
Actualmente vivimos en una sociedad en la que están muy presentes las comparaciones, las crianzas “perfectas” y los tabúes (afortunadamente cada vez menos), acerca de las dificultades que conlleva la crianza a nivel de la salud mental.
Por ello, es importante que empecemos a hablar sobre los sentimientos y preocupaciones sin sentirnos juzgados, ya que puede aliviar el estrés y fortalecer los lazos familiares. Comunicarse de manera abierta y respetuosa puede ayudar a construir un ambiente emocionalmente saludable en el hogar y crear modelos de comunicación adecuada para nuestros pequeños.
Una vez tenemos hijos, es imprescindible encontrar un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Pasar tiempo de calidad con nuestros hijos y también encontrar tiempo para nosotros, contribuye en gran medida a una buena salud mental de los padres.
Los padres servimos como modelos a seguir para nuestros hijos.
Al cuidar de nuestra propia salud mental, estamos enseñando a los hijos la importancia del bienestar emocional y cómo lidiar con los desafíos de la vida de manera saludable.
En nuestro centro, trabajamos con muchos padres en los que cada día se presentan nuevos retos y es importante que, si lo necesitas, sepas pedir ayuda.
Ser padres de niños con necesidades especiales puede conllevar, además, desafíos únicos y requiere un nivel adicional de dedicación y apoyo. La maternidad y la paternidad en esta situación pueden ser emocionalmente exigentes, pero también pueden brindar una experiencia profundamente gratificante.
Pautas para cuidar la salud mental de los padres con niños especiales
1. Educación y comprensión: Aprender tanto como sea posible sobre la condición específica de su hijo puede ayudar a comprender mejor sus necesidades y brindarles un mejor apoyo.
2. Red de apoyo: Conectar con otros padres en situaciones similares puede ser un valioso apoyo emocional. Buscar grupos de apoyo locales, compartir experiencias y buscar consejo de terapeutas puede ayudar a aliviar el estrés, la presión y la sensación de aislamiento.
3. Cuidado personal: Asegúrate de cuidar tu salud física y mental. Esto puede incluir tomarte un tiempo para ti, buscar asesoramiento si es necesario y asegurarte de tener suficiente descanso.
4. Comunicación abierta: Comunícate de manera abierta y honesta con tu pareja y otros miembros de la familia acerca de cómo te sientes. Trabajar juntos como equipo puede hacer que sea más fácil enfrentar los desafíos.
5. Aceptar ayuda: No tengas miedo de pedir ayuda a amigos y familiares. A veces, incluso pequeñas contribuciones pueden marcar una gran diferencia.
6. Enfócate en las fortalezas: Reconoce y fomenta las fortalezas y talentos únicos de tu hijo. Centrarte en lo que pueden hacer en lugar de lo que no pueden hacer, es empoderador para toda la familia.
7. Establecer metas realistas: Establecer metas alcanzables y celebrar los logros, por pequeños que sean, puede ser motivador y construir la confianza tanto en ti como en tu hijo. Poco a poco esas metas se irán cumpliendo y se irá avanzando.
Recuerda que, aunque haya momentos difíciles, también habrá momentos de alegría y logros significativos. La clave es mantenerse positivo, buscar apoyo cuando sea necesario y recordar que no estás solo en este viaje.
La salud mental de los padres es un componente esencial en la crianza de los hijos y en el funcionamiento general de la familia. Al cuidar de su propia salud mental, los padres pueden proporcionar un entorno más estable y saludable para sus hijos.
No dudes en buscar ayuda profesional si tú o tus hijos están experimentando dificultades emocionales o mentales, o siempre que creas necesario. La terapia familiar y la orientación pueden ser recursos valiosos.
Jennifer Doménech Pulido, es psicóloga clínica en Red Cenit
