Como en casa en ningún sitio…
Nuestro hogar es nuestro lugar en el mundo a cualquier edad, pero especialmente en los primeros años del desarrollo. Es en el hogar donde nos formamos como seres humanos; crecemos y aprendemos las habilidades necesarias para nuestro desempeño en la vida gracias al apoyo y la acción de nuestros padres. Por esta razón, es indispensable crear un ambiente confortable y que propicie interacciones y aprendizajes satisfactorios entre padres e hijos/as.  En este artículo sugeriremos algunas claves y consejos para habilitar los dormitorios de los más pequeños.


  •  ESPACIO PROPIO. En primer lugar, es necesario destacar la importancia de que los niños cuenten desde edades tempranas con un espacio propio para poder jugar y guardar sus pertenencias, evitando convertir el salón o la cocina en lugares de juego o almacenaje de juguetes. Esto fomenta el aprendizaje de conductas como guardar, ordenar y respetar. Este espacio debe ser cómodo, iluminado, ventilado, espacioso, seguro y supervisado. Es muy importante centrarnos en sus aficiones, (estampado de la colcha, papel de las paredes,…), y contar con la opinión de nuestro hijo para realizar la decoración.

  •  LA DISTRIBUCIÓN.  En cuanto a la distribución, hemos de habilitar una zona blanda, (especialmente en los dos primeros años), que se puede crear con una alfombra y varios cojines. Es importante facilitar el orden, con muebles a su altura como baúles y arcones. En la medida de lo posible,crearemos rincones o zonas de interés distintas donde estimular la imaginación. Por último, aseguraremos el espacioguardando lo necesario, (sin acumular), y usando un mobiliario que aproveche al máximo el espacio.
  •  EL ALMACENAMIENTO. Seguiremos la pauta de difícil de sacar y fácil de guardar, por ejemplo almacenar los libros ilustrados como si fueran un álbum de fotos y ponerlos de pie en un cubo de plástico poco profundo. También la organización de abajo arriba; esto es, los juguetes y las pertenencias más usados deben vivir en los estantes y cajones inferiores o en el suelo. Los niveles más altos están destinados a lo que menos se usa. Otra máxima es “etiqueta, etiqueta y vuelve a etiquetar”, imprimiendo con el ordenador sencillas etiquetas gráficas para los pequeños. Imágenes de calcetines, camisetas, muñecas o bloques contribuirán a que el niño recuerde cuál es el sitio de esos objetos. Jugar a «hacer coincidir la etiqueta» puede ser divertido… y convierte en un juego el momento de recoger los juguetes. Para ello guardaremos los juguetes por categorías en cajoneras. Con la intención de fomentar la autonomía, se debe crear una rutina de mantenimiento e incorpórala a la jornada; «recogida matinal» significa estirar el nórdico, colocar la almohada en la cama y meter la ropa del día anterior en el cesto de la ropa sucia. Antes de ponerse el pijama, la «recogida nocturna» supone guardar los juguetes utilizados durante el día.
  •  LA SEGURIDAD. Es indispensable fomentar la seguridad cuidando la situación de las lámparas, los enchufes y las esquinas. Hay que evitar colocar lámparas de mesa o de pie ya que pueden ser peligrosas por los enchufes y hay que evitar también el peligro de éstos colocando protectores. Debemos intentar que tenga las esquinas redondeadas para evitar que los más pequeños de la casa se golpeen.
  •  LA ILUMINACIÓN. Durante el día procuraremos la luz natural y durante la noche podemos instalar una luz central que ilumine toda la estancia por igual. También se puede colocar una de pared que tenga una luz más tenue y suave y que ayudará a tu hijo a tranquilizarse y conciliar mejor el sueño.
  •  EL COLOR Hasta los 2 años, imperan las formas simples y los colores básicos. Negro y rojo son los primeros colores que distingue el ojo humano, pero en la habitación del bebé, los tonos suaves ayudan a crear ambientes de descanso.De 2 a 5 años, los niños identifican acciones, así que proponemos murales con personajes realizando una actividad: jugando a pelota, comiendo una manzana, leyendo un cuento… En esta etapa, el color ha de ser estimulante para animar su vitalidad.


Con estas sencillas pautas, podemos ayudar a crear un espacio agradable donde los niños disfruten jugando y aprendiendo.

 

Lara Beltrán López, logopeda en Red Cenit Castellón