Cuando los niños empiezan la escuela, es habitual que lleguen a casa con tareas del colegio para realizarlas una vez se ha terminado el horario escolar. Cuando aparecen estas tareas, que acostumbramos a conocer como deberes, irán aumentando tanto en cantidad como en dificultad a medida que los niños vayan superando los cursos.
Para adquirir ciertos conocimientos académicos, se necesita mucha práctica como  la lectura, lengua o matemáticas.  Así pues, las tareas escolares tienen un papel importante en el aprendizaje de dichos conocimientos. Además, con ellos, los niños podrán aumentar su autonomía en la realización de actividades e interiorizar los conocimientos tratados.

En el caso de los niños con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), la realización de los deberes suele ser una tarea muy costosa y complicada, tanto para los niños como para los padres, llegando, en ocasiones, a ser un momento de discusiones.

La dificultad con la que cuentan estos niños en cuanto a organización les condiciona para programar  una secuencia para las actividades que tienen que realizar. Es por ello, que los padres deben planificar y organizar el tiempo de estudio según las tareas  para ir facilitando su independencia.

A continuación se describen una serie de errores que se suelen cometer a la hora de realizar las tareas escolares, con la finalidad de dar solución a ellos y así poder enfrentarnos mejor a dichas situaciones.

  • Realizar las tareas escolares en cualquier lugar

El niño ha de contar con un lugar de trabajo, que sea tranquilo, con buena iluminación y temperatura y libre de distracciones que puedan desviar su atención de aquello que tiene que hacer, (televisión, ordenador, juguetes, etc.)

  • Realizar las tareas sin dejar descansar al niño

Los niños con TDAH poseen una capacidad menor para concentrarse y permanecer largos periodos de tiempo con elevados niveles de atención, por lo que no realizar descansos e intentar hacer los ejercicios de un tirón será realmente contraproducente, ya que el ritmo se verá ralentizado y los errores irán aumentando.

Es conveniente realizar unos descansos cortos, (5 ó 10 minutos), cuando se observe una bajada en el rendimiento del niño para que este se despeje, (dar un paseo, beber agua, lavarse la cara, etc.)

  • Hacer el adulto los deberes

El miedo al error o a la mala realización de los resultados hace que en ocasiones los adultos se hagan cargo de los deberes o ayuden a completarlos, de forma que el niño no es quien realiza los deberes y el que pierde la ocasión de aprender mediante los errores, tanto por la corrección del profesor como por la del mismo estudiante.

  • Retirar nuestra supervisión y refuerzo

Es el niño el que debe realizar la tarea, pero esto no implica que sea positivo dejarlo de lado durante todo el proceso, pues se necesita una supervisión y disponibilidad en los momentos de dudas, así como nuestro refuerzo positivo y valoración del esfuerzo realizado por el niño.

  • Reñir constantemente

Ante los errores del niño y sus dificultades debemos estar tranquilos para evitar poner nervioso al niño, ya que si lo hacemos podemos llegar a bloquearle, de forma que aumentarán los errores y terminaremos discutiendo.

  • No dejar ninguna opción de elección al niño

Se recomienda tener un control sobre algunos aspectos en cuanto a la realización de estas tareas, como son el horario o el lugar de estudio, pero también es aconsejable que el niño se sienta responsable de sus tareas y así pueda tomar sus decisiones.

  • Permitir que realicen los deberes cuando están agotados

Dejar los deberes para el último momento del día es una decisión poco eficaz, ya que en este momento los niños estarán cansados y su capacidad  de concentración muy disminuida, de forma que será mucho más costoso realizar estas tareas, ya que requieren de un gran esfuerzo.

Por otra parte, es positivo que los niños con TDAH se desenvuelvan en actividades extraescolares, pero tenemos que asegurarnos de que también tiene tiempo para realizar las tareas relacionadas con el estudio. Es importante encontrar el equilibrio.

  • Protestar por los deberes

Si cuando nuestro hijo trae deberes a casa escucha nuestras quejas sobre los deberes, él tomara la misma actitud y nos resultará más complicado que entienda sus obligaciones.

  • Ser poco organizados

Los niños aprenden por imitación, y por ello tenemos que ser un ejemplo para ellos. Tenemos que tener claras las rutinas y los hábitos, (horarios, lugares, etc.)

Omar Ferri, psicopedagogo y terapeuta