A todas las personas que me preguntaron acerca de si podría equivocarme de carrera profesional, nunca  les daba una respuesta, sino que les miraba y sonreía. Hace más de cuatro años de esto. Hoy por hoy, es una de las decisiones más maravillosas que he tomado en mi vida, adentrarme en este mundo: el mundo del autismo dentro de Red Cenit

 

Pequeña reseña que me envió la mamá de mi «gran héroe»

Desde que supimos el diagnóstico de nuestro hijo no hemos dejado de buscar lugares, actividades y motivaciones para que avancen en todos los campos. Teníamos algo muy claro: íbamos a seguir nuestro proyecto de vida de la misma manera y no seríamos nosotros los que le pondríamos limitaciones. En todo este camino que hemos andado juntos hasta hoy, solo nos hemos adaptado a sus necesidades y no ha sido necesario,  en absoluto, cambiar nada. Creemos firmemente  que siendo todos felices podremos dar el máximo de nosotros mismos. Y ahora con su hermanito, vamos a seguir el mismo camino!! Espero que nos siga dando frutos…

Y, por supuesto, estamos muy contentos y agradecidos de haber escogido ese centro porque tuvimos la suerte de encontrarte, pues ya no solo te implicas como terapeuta….. Te queremos y te querremos siempre, pues eres parte de nuestro proyecto con adaptaciones.

Carta a mi gran héroe

Queridos grandes héroes, mis días junto a vosotros son especiales y realmente auténticos. La autenticidad que os identifica me hace sentirme más viva y dar gracias todos los días por mi gran vocación;  por construir un mundo mejor junto a vosotros. Sois parte de mí y os llamo mis niños por eso. Hacéis que me sienta orgullosa por cada uno de vuestros logros, mis pequeños grandes héroes. Inundáis mi corazón con cada uno de vuestros gestos y, ¿qué decir de vuestras miradas penetrantes que iluminan mi alma?


Hoy, mi gran héroe, he visto cada uno de tus logros en mi último ratito contigo. Hoy te he visto salir por la puerta deseando que volvieses como cada lunes y volver a escuchar tu gran voz cuando me dices: “muy bien señorita”, con una sonrisa y unos ojos que me inyectan de ilusión todos los días. Tus ganas de aprender y de descubrir se han convertido en el aliciente más verdadero para seguir luchando a vuestro lado. Quiero seguir formando parte de tus días y que nos recordemos siempre con la mejor de nuestras miradas. Que los abrazos y el cariño a lo largo de estos años sean nuestros más valiosos recuerdos. Que hoy sea tu último día aquí, no quiere decir que no sea el primero de un gran camino que tienes por delante. Un camino que empezaste hace tiempo.
Eres mi campeón; el campeón más tenaz que he conocido nunca. Lograrás lo que quieras porque tienes el don de poder llegar donde te propongas; no hay límites;  no hay barreras, y, si las hay, podrás rebasarlas. Estamos luchando por ello, por todo lo que te has propuesto hacer, “cari”. Aún recuerdo cuando estuviste unos meses diciéndome que no te llamabas  “cari”, que ese no era tu nombre y que aunque sabia la literalidad que ese concepto suponía para ti, día tras día  te lo decía hasta que te acostumbraste a ello y tú mismo me llamabas a mí de esa forma, diciendo esa palabra con tu vocecita y con una tonalidad muy parecida a la mía. Solo puedo darte las gracias a ti y a tu familia por enseñarme tanto, por dejarme formar parte de tu vida y haberte visto crecer; por haber hecho sentirme tan especial estando a tu lado. Gracias “cari”.

Seguimos juntos en el camino; seguimos oliendo juntos todos los olores de las cosas que cogemos, y saboreando las chuches con “pica pica” que tanto nos gustan.

Me gustaría dirigirme a las entidades que hacen que las ayudas económicas para los niños con autismo en la Comunidad Valenciana existan. Una persona tiene autismo para siempre; mi granito de arena como profesional es caminar junto a ellos y sus familias, pautar herramientas para sobrevivir en este mundo, y ser lo más felices y autónomos posible.  Pero este recurso no debería limitarse en base a una edad; tienen derechos; y el principal derecho es tener derecho a expresarse y a construir un camino con bases sólidas que van más allá de los 6 años, cuando cesa la ayuda económica que se les concede.

Un árbol fuerte, sano y lleno de vida no se forma en cuatro años; requiere de atenciones diarias por parte de todos y cada uno de los seres vivos que le rodean. Sus raíces, quizás tienen unas debilidades pero también unas potencialidades; y el dar lo máximo en su potencial hace que lo qué sea más débil cada vez sea más fuerte; y lo que cada día hace que ese árbol se mantenga más lleno de vida es el amor de los que tiene cerca. Por ello, no debemos dejar de regar el árbol y llenarlo de luz para que florezca y genere unos frutos que serán el esfuerzo de muchas personas a lo largo de muchos años.

Defendamos los derechos de los que dicen ser los más débiles, ya que no lo son. Porque sólo ellos son los que nos dan cada día la lección más grande de superación; luchemos por ellos. Por todas y cada una de las gotas de agua para las personas con autismo; por la unión de todos; por los verdaderos grandes héroes de nuestros corazones.

Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos. El Principito

Vanessa Civera, pedagoga y terapeuta en RED CENIT