A lo largo de mi carrera como logopeda, me he encontrado con muchas mamás que me han transmitido sus enormes ganas en que su hijo les diga ya “mamá”. Niños que empiezan a decir palabras, empieza a fluir el lenguaje pero todavía no ha aparecido esa “palabra mágica” que toda mamá busca.

Me gustaría compartir unas ideas que las mamás pueden hacer en casa para que sus hijos aprendan a decir la palabra “mamá”, pero primero vamos a ver los posibles motivos del por qué todavía no ha dicho esa palabra tan especial.

  1. El niño todavía no ha hecho la conexión entre esa palabra y su madre

A veces ocurre que hay palabras que todavía no han estado presentes en ellos de la misma manera que han aprendido las otras palabras. Cuando enseñamos al niño a decir las cosas, repetimos mucho las palabras, señalando y mostrando. De esa manera le ayudamos a entender de lo que estamos hablando y lo que queremos enseñarle. Puede que la palabra “mamá” se diga en numerosas ocasiones y contextos, y muchas veces al día (“Dáselo a mamá, ¿quieres a mamá? ¿Dónde está mamá? ¡Aquí!”), pero no de la manera adecuada. No es lo mismo decirlo de esta manera más indirecta que mostrando y repitiendo la palabra como lo haríamos para enseñar cualquier otra cosa. Cuando nos encontramos con niños con dificultades de desarrollo lingüístico, es importante adaptar nuestro lenguaje al niño para que aprenda la palabra que estamos diciendo.

Hay que usar actividades muy concretas para que aprendan a utilizar esta palabra, como por ejemplo:

  • “El juego de la mamá”. Podemos jugar a situar al niño en un lugar apartado, como por ejemplo la cuna, donde no pueda salir por sí solo y necesite a la mamá. La mamá se sitúa detrás de la puerta, escondida y ha de usar un tono muy dulce y exagerado varias veces, repitiendo “mamá, mamá, maaaamaaaaa”. Tiene que ver que necesita a la mamá. Tras llamar el niño, la mamá llega y muy contenta exclama “¡MAMÁ, aquí está la mamaaa!” usando un lenguaje melódico. Si no dice la palabra “mamá”, no pasa nada, saldremos de nuestro “escondite” como si lo hubiera dicho y repetiremos este juego muchas veces. Es importante que alguien vigile al niño mientras la mamá está escondida, por lo que se necesitará a una tercera persona.
  1. Puede que el niño sea un gran “pensador visual” y necesite otras maneras para aprender la palabra.

Hay niños que necesitan más información visual que auditiva, por lo que a veces el mero hecho de escuchar no es suficiente para ellos.

  • Hacer un vídeo de «mamá”. Es importante que la mamá salga cómo es actualmente para que el niño le pueda reconocer y repetir mucho “¿Dónde está mamá? ¡MAMÁ, MAMÁ!”. Muy emocionada, con variaciones de tono de voz. Repetir muchas veces, utilizando pausas para que pueda imitar la palabra. No se trata de repetir la palabra como un disco rayado, sino de un modo natural.
  • Hacer un “mamá-álbum”. Actualmente, tenemos mucha tecnología a nuestro alcance por lo que no resulta complicado hacer un álbum exclusivo de “mamá”. Poner fotos actuales, repetir muchas veces la palabra “mamá”, señalar la foto y señalarse a sí misma,  haciendo pausas  para que el niño lo repita.

 

  1. Por las razones que sean, todavía no ha aprendido a hacer el sonido /m/ para decir la palabra “mamá”.

Quizás su falta de tonicidad labial le dificulta tener los labios juntos para formar el sonido /m/.

  • Jugamos al sonido /m/. Exagerar mucho el sonido “mmm, mmm, mmm, mmm” mientras come sus alimentos preferidos. Podemos ayudarnos de un movimiento corporal exagerado, como levantar los hombros para captar su atención y así que le sea más fácil imitarnos.

¡Y no hay que olvidar ser muy divertida durante los juegos!

Tenemos que transmitir al niño nuestras ganas de aprender y de jugar.

M. Amparo Parreño, logopeda en Red Cenit