En el anterior post sobre la ecolalia, nos centramos en su conceptualización y en sus causas,  por lo que en esta ocasión, el objetivo es ofrecer una serie de consejos y orientaciones  para abordar la ecolalia, aprovechándola para mejorar las habilidades comunicativas en los niños que la presentan.

Pero antes de comenzar a enumerar las distintas estrategias, conviene recordar que la ecolalia en personas con TEA (Trastorno del Espectro Autista), se presenta cuando un niño/a no comprende lo que se le dice, o cuando no presenta las suficientes habilidades lingüísticas como para generar respuestas ajustadas. No obstante, también se considera un signo de que el niño/a está comenzando a sintonizar con el lenguaje, que está empezando a comprender el concepto de comunicación; es como si quisieran aprender a comunicarse, y lo intentasen,  pero carecen de las palabras, oraciones, gramática o lenguaje corporal necesarios  para lograr una comunicación adecuada y efectiva. Por lo tanto, el mejor enfoque es potenciar la competencia comunicativo- lingüística del niño/a.

Es por esta razón que la terapia llevada a cabo por el profesional de la comunicación y el lenguaje es fundamental para reducir la presencia de la ecolalia.

Sin embargo, como padres, hay diferentes estrategias que podéis seguir, para involucraros de lleno en este proceso:

Facilitar la comprensión

  • Para ayudar a tu hijo/a a comprender, debes, en primer lugar, simplificar tu lenguaje adaptándote a su nivel de comprensión. Tus mensajes deben ser claros y directos. Recordad que muchos niños con TEA que presentan ecolalia, reconstruyen ecos bastante elaborados gracias a su sorprendente capacidad de memoria auditiva, y, debido a esto, caemos en el error de pensar que presenta competencias que realmente no posee. El/la terapeuta de tu hijo/a puede ayudarte a comprender cuál es su nivel real de competencias, con el fin de ajustarte a ellas
  • Las instrucciones deben ser claras
  • Debemos hablar con una voz calmada y claramente articulada, usando gestos y expresiones faciales simples y adecuadas a la situación, evitando hablar excesivamente
  • Tenemos que captar su atención antes de empezar a hablar (llamándole por su nombre o empleando instigación física si es necesario)
  • Debemos utilizar un vocabulario muy familiar para el niño/a.
  • Podemos aumentar su vocabulario, deslizando nuevos conceptos dentro de la rutina diaria, (en el baño, a la hora de comer, o comprar, al vestirse, etc.). Lo aconsejable es que se nombren las palabras, a la vez que se hace uso del señalado, (tanto el familiar como el niño, si es preciso se moldea), y de una forma más lenta, (algunos niños con TEA tienen problemas para decodificar los diferentes sonidos que componen las palabras, por lo que ralentizar, o incluso segmentar sutilmente por sílabas les puede ayudar)
  • Una vez, establezcamos sus competencias, podemos planear diferentes oportunidades para entrenar y potenciar la comprensión de tu hijo mediante un sistema aumentativo de comunicación, (ya sea visual o signado), simultaneando el input verbal con otros de carácter visual. Para ello, siempre que sea posible, es conveniente apoyar nuestro lenguaje con apoyos visuales. Esto hoy en día es factible gracias a las nuevas tecnologías. Aplicaciones como Araword, disponible para dispositivos Android, que además tiene la posibilidad de sintetizar la voz, permite estructurar visualmente los mensajes en cualquier momento y lugar, para ayudar al niño que carece de las suficientes habilidades para comprender las diferentes estructuras, a analizar el input lingüístico, en sus unidades correspondientes, con el fin de que sea capaz de integrar y desarrollar, un lenguaje creativo y flexible.
  • Podéis utilizar este sistema para expresar lo que hace, lo que hacen los demás, o lo que va a hacer, (describir escenas de la vida diaria). Una de las técnicas más útiles para facilitar que el niño/a discrimine cada elemento aislado de la oración y pueda así desarrollar un lenguaje flexible es la “sustitución”, que consiste en la presentación de una frase estímulo para que el niño verbalice o repita, pero sustituyendo alguno de sus elementos. De esta manera, si yo quiero asegurarme de que comprende e integra, por ejemplo, la acción comer,  debemos presentarle diferentes composiciones como “mamá come manzana”, “papá come manzana”, “mamá come arroz”, “el perro come pan”, etc. Aunque siempre, describiendo una situación real, o al menos, presentada visualmente para que lo asocie.
  • También podemos ayudarle a aprender acerca de las diferentes estructuras lingüísticas, utilizando la estrategia de componer o descomponer:

Componer: “coge el lápiz, pon en la mesa, pon el lápiz en la mesa”

Descomponer: “coge el tenedor y cómete la tortilla”, “coge el tenedor, coge la tortilla, come tortilla”.

  • O empleando repeticiones, redundancias o paráfrasis.
  • Es conveniente segmentar los mensajes, realizando pequeñas pausas para ayudarle a aislar y comprender cada elemento de la frase.
  • Debemos también emplear un sistema (agenda visual) para ayudar al niños con TEA a anticipar actividades y eventos, especialmente cambios inesperados de rutinas.  Y para mejorar su autonomía, secuenciando por pasos las diferentes rutinas de la vida diaria (baño, vestido, comida, dormir, etc.). Todas estas estrategias, además de aportar tranquilidad al niño/a al hacer de su entorno un mundo más previsible, nos pueden valer también para verbalizar con ayuda de los apoyos, las diferentes actividades (“Ahora lavar los dientes”).
  • También hay que reforzar las conductas apropiadas con mensajes directos (ej: “muy bien, guardado”) acompañándolo de un tono de voz y una expresión facial que refleje la grata emoción.
  • Del mismo modo, al reprenderle por algo que ha hecho mal, mostradle vuestro desacuerdo con un mensaje claro y directo (ej.: “no escupir”), acompañándolo de un tono de voz firme y una expresión facial acorde con la situación, pero sin levantar la voz.

En un próximo artículo os hablaré de estrategias para facilitar la expresión verbal funcional y ajustada, que también podéis trabajar en casa.

Por último, deciros que si tenéis cualquier duda sobre como implementar estas orientaciones, no dudéis en consultar a vuestro profesional del lenguaje. Seguro que os podrá ayudar.

 

María Vivó, es especialista en audición y lenguaje, y terapéuta en Red Cenit