Cada familia es un mundo, eso es lo que se suele decir. Y estamos en lo cierto cuando hablamos de esto. Cada familia tiene sus rutinas, sus creencias y valores. Unos se levantan y se sientan a desayunar juntos, otros dan el desayuno a sus hijos en el coche mientras van al colegio y otros esperan a que desayunen sus hijos y ellos lo dejan para más tarde, si es que tienen el tiempo durante la mañana, el cual a veces no llega nunca. Lo mismo pasa durante la comida, el tiempo de ocio, la hora de la ducha, o la de dormir.
Cada familia lo hace de forma diferente, pero eso no impide que durante esas rutinas puedan generar oportunidades de aprendizaje con sus hijos. Los niños aprenden continuamente y está comprobado que los niños aprenden más durante las actividades del día a día, sean cuales sean, y con su entorno más próximo (padres, amigos, familiares, profesores, etc.). Por ello, es importante tener en cuenta que, como padres, hay infinidad de situaciones que se pueden aprovechar para generar oportunidades de aprendizaje. En esta situación en la que estamos, en la que llevamos muchos días en casa, pasando tiempo juntos, disfrutando de ese tiempo que muchas veces pedíamos y que se nos ha brindado, podemos aprovechar estas rutinas para que los niños aprendan y vayan desarrollando habilidades de la vida.
Por ello, quiero hacer mi pequeña aportación dando ejemplos de cómo podemos aprovechar estas rutinas y dar más participación a los niños durante ellas.
HORA DE LEVANTARSE Y VESTIRSE
- Aprovechar para trabajar la comprensión “Vamos, arriba, es hora de levantarse”, “¿dónde está la camiseta?”, “¿el pantalón va en las manos?”.
- Ampliar su vocabulario con partes del cuerpo, vocabulario de prendas de vestir, colores, conceptos (arriba/abajo; frío/calor, etc.).
- Fomentar la participación mediante canciones que puedan seguir juntos.
- Dejar que vaya haciendo más por el mismo (levantar un brazo, después ayudarse con la otra mano para quitar/poner una prenda, etc.)
- Dejar que escoja su ropa o dar opciones para aumentar su autonomía y autodeterminación.
- Darle espacio y esperar, seguir su ritmo de aprendizaje.
DESAYUNO, COMIDA Y CENA
- Dar tiempo para que exprese sus deseos, emociones, inquietudes, etc.
- Interpretar sus actos comunicativos (señalar, mirar, coger, etc.), y responder a ellos. “Ah, tú lo que quieres son las galletas”.
- Acercarle a nuevas texturas, sabores. Siempre respetando sus tiempos y ritmos. Sin obligar.
- Dejarle explorar con las manos, preparando parte del desayuno o llevando algo a la mesa.
- Dejarle elegir, si quiere leche o zumo, galletas o pan, etc.
ASEO
- Ampliar la comprensión para que siga instrucciones “coge el cepillo, ponte pasta, etc.”.
- Aumentar su autonomía dejando que lo haga él solo o cada vez con menos ayuda.
- Ampliar vocabulario (vocabulario del baño, números al contar el tiempo del cepillado o lavado de manos, etc.)
TIEMPO DE OCIO
- Dedicar tiempo de juego en familia, respetando sus intereses y acercándonos a ellos.
- Enseñar habilidades nuevas con juguetes nuevos, enseñar cómo se juega.
- Leer cuentos juntos, una y otra vez. Es una forma ideal para aumentar su vocabulario y comprensión (que él señale un dibujo, preguntando “¿dónde está el perro?”, etc.)
- Dejarle su espacio en solitario, si lo necesita.
- Ver fotos juntos de familiares y amigos y hablar sobre ellos, describirlos, preguntar quiénes son, describir la situación que pasa en la fotografía, etc.
HORA DEL BAÑO
- Utilizar libros ilustrados para que aprenda los pasos a la hora de bañarse.
- Seguir instrucciones “ponte jabón, cierra el grifo, etc.”.
- Esconder juguetes del baño y jugar a encontrarlos.
- Aumentar la autonomía, dejando que vaya haciendo pequeñas cosas por sí mismo (frotarse con la esponja, ponerse jabón, por ejemplo).
- Darle opciones “¿dónde te pongo el jabón, en la pierna o en la mano?”.
QUEHACERES
- Dejarle que ayude, poniendo parte de la mesa, metiendo la ropa a la lavadora, sujetando la escoba, etc.
- Emparejar iguales (calcetines a la hora de poner la lavadora, tenedores y cucharas, por ejemplo).
HORA DE DORMIR
- Leer un cuento juntos.
- Cantar canciones de cuna entre los dos.
- Hablar sobre el día, que nos cuente qué hemos hecho o contarlo entre los dos.
Virginia Román, es logopeda en Red Cenit