Como ya sabemos, los niños con TEA tienen dificultades para comprender muchas de las situaciones que ocurren a diario en su entorno. Por ejemplo, no entienden por qué no pueden sentarse en el autobús cuando hay ya alguien sentado o por qué deben mantenerse en la fila al volver del patio a la clase. Estas situaciones, a las que nosotros estamos más o menos acostumbrados son, muchas veces, difíciles de comprender cuando se expresa y se vive de forma totalmente diferente. Muchas veces, nos encontramos con muchos problemas de conducta, ansiedad y emocionales que tienen que ver con una falta de comprensión de la situación, lo que les lleva a responder de forma inadecuada al entorno social.

Una forma de ayudarles a entender un poco más el mundo en el que viven es lo que llamamos “historias sociales”. Una historia social, según Carol Gray, es una historia individualizada corta que se usa con niños con TEA para aclarar situaciones difíciles o confusas. Más concretamente, “una historia social se escribe para proporcionar información sobre lo que la gente, en una situación dada, piensa o siente. Representan una serie de experiencias donde se reflejan las señales sociales y su importancia, y el guión de lo que se debe o puede hacer y decir; en otras palabras, el qué, cuándo, quién y porqué de las situaciones sociales” (Attwood, 2000).

A continuación, propongo todo lo necesario para poder realizar historias sociales en el TEA basándome en la información que Aurora Garrigós, madre de un niño con TEA, ofrece en muchas de sus conferencias.

¿Cómo podemos hacer una historia social?

Depende de la edad, es muy importante saber cuál es el nivel del niño para asegurarnos que la historia que le vamos a contar es realmente entendida. Para ello, nos podemos apoyar en diferentes materiales en función de las demandas del niño. Si sabe leer, podemos utilizar la escritura, el método en el que habitualmente se realizan estas historias. Pero, si aun no lee, podemos apoyarnos en imágenes reales o pictogramas, en función del nivel de abstracción del niño.

¿Qué hay que tener en cuenta antes de hacer una historia social?

Al hacer historias sociales en el TEA una de las cosas más importantes es descubrir el verdadero motivo que provoca su actitud.  Para averiguarlo, nos podemos apoyar en todas las personas que conocen al niño para unificar los conocimientos sobre él y sus dificultades.

¿Cuáles son los contenidos de las historias sociales en el TEA?

Las frases deben estar escritas en primera persona para que él se vea reflejado en la historia. Para ello, debemos de tener en cuenta el uso de diferentes tipos de frases que van a ir dando sentido a la historia:

Frases descriptivas; en las que le damos la información sobre el tema o situación que vamos a tratar.

Frases directivas; en las que dirigimos sus actos.

Frases perspectivas; en las que le damos una explicación de lo que puede pasar o cómo se puede sentir él con los demás.

Frases de control; en las que hacemos una síntesis que le ayuda a recordar lo que tiene que hacer. Éstas deberían ir al final de la historia.

Es importante que las frases y significados sean claros, literales y positivos ya que un enunciado en negativo puede crearle dudas o impedir que entiendan el sentido de la frase.

¿Cuándo tienen que leer la historia social?

Lo ideal es que lo hagan cada día antes de hacer lo que queremos que aprendan.

Ejemplo de historia social en el TEA:

historia social

Virginia Román, es logopeda en Red Cenit Valencia