La importancia del descanso y el juego en el día a día de los escolares.

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Salir del cole y comenzar una carrera para lograr que en las pocas horas restantes del día, los niños completen su larga lista de actividades y deberes. Olvidamos una importante verdad, los niños son niños y también es vital para su correcto desarrollo JUGAR!

El día a día de una familia con un niño en edad escolar es una carrera de fondo. Normalmente por la tarde acaban el colegio y ahí empieza la verdadera aventura para padres e hijos: la merienda, actividades extra escolares, los deberes, la ducha… hay muchísimas tareas que hacer con los hijos antes de la hora de irse a la cama.

Todo esto puede complicarse, si además el niño es poco colaborador y se distrae constantemente (como en casos de niños con TDAH), entonces las tareas se realizan de forma consecutiva, sin tener ni un momento de descanso y añadiéndole las peleas y discusiones por aquello que debe hacer y no hace. Es habitual en algunos casos que los niños acaben del colegio  y casi sin tiempo de merendar se pongan a hacer los deberes para que así les dé tiempo a acabarlos según el curso escolar o que asistan a extraescolares de las que aún saldrán con mayor número de actividades o deberes por completar. Pero esta no es una buena opción.

Los niños, al igual que los adultos, vuelven muy cansados de su jornada escolar en la que trabajan duramente y no tienen demasiado tiempo para descansar y relajarse con sus compañeros. Durante muchas horas están manteniendo su concentración y atención, con escasos periodos de descanso, y es por esto que también necesitan un tiempo de desconexión al salir del colegio.

Este tiempo de descanso no se trata de un capricho ni mucho menos, sino de una necesidad y una parte fundamental en el desarrollo de los niños y niñas. La falta de descanso tiene graves repercusiones en los niños en edad escolar:

  • Deterioro de la capacidad de atención y la concentración. Es decir, tienen mayor facilidad para distraerse, dificultad para resolver los ejercicios, etc.
  • Influencia negativa en la motivación hacia las tareas. Esto es, su actitud hacia la tarea es peor y el esfuerzo que tienen que realizar para empezar el trabajo es mucho mayor.
  • Aumento del tiempo empleado en realizar cada tarea, que en conjunto suponen un aumento del tiempo total que están trabajando.

Por todo esto, es recomendable que el niño descanse al menos una hora desde que sale del colegio hasta que se pone a hacer los deberes o acude a sus actividades extraescolares.

Durante este tiempo, puede simplemente merendar, jugar en el parque con los otros niños, o jugar en casa con sus juguetes. En este sentido, tampoco es recomendable que gasten su tiempo libre viendo la televisión o jugando a videojuegos, ya que esto es perjudicial en muchos aspectos para ellos. Una buena recomendación respecto a su tiempo libre, es que los padres jueguen con ellos, ya que está demostrado que los padres se implican más y ocupan más tiempo en hacer los deberes con sus hijos, que en jugar con ellos, lo cual debería invertirse radicalmente.

Algunas de las recomendaciones en este sentido que se pueden tomar como padres son las siguientes:

  • Pasar tiempo en el parque con sus hijos, para que estos se puedan relacionar con sus iguales en un ambiente diferente al del colegio.
  • Proponerles tareas lúdicas que se puedan hacer juntos para propiciar las buenas relaciones familiares. Aquí es importante no dirigir el juego y hacer que éste sea un espacio libre de reproches y riñas, disfrutando simplemente de tiempo juntos.
  • Limitar las actividades extraescolares a las necesarias para el progreso y rendimiento académico del niño, y tener en cuenta en este aspecto sus gustos e intereses.

Por otro lado, y muy relacionado con el descanso infantil está el tema del sueño en los niños. Los beneficios de dormir las horas de sueño adecuadas están ampliamente demostrados, pero estos aspectos se agravan en los casos de niños con TDAH, en los cuales hay una gran dificultad por mantener la atención, problemas de impulsividad e irritabilidad, etc, acrecentados por la falta de sueño. Es por esto, que aunque dependiendo de la edad del niño, en su etapa de crecimiento los niños deben dormir al menos 8 horas diarias, siendo recomendables aproximadamente 10 horas, las cuales deben tratarse además de un sueño de calidad. Este, ya será un tema para otro artículo. Hoy hemos querido recordar la necesidad y el beneficio del juego (compartido con iguales y/o padres mejor) y el descanso en edad escolar.

La conveniencia de repasar que tareas son las realmente importantes para el correcto desarrollo de los niños e incluir entre ellas el juego. Así rendirán más, la calidad de su tarea y predisposición a la misma será mejor y desde luego disfrutarán un poco más de su niñez.

 Victoria Fuster, psicóloga y terapeuta de Red Cenit.