Nos referimos al juego infantil cuando hablamos de actividades en las que el niño representa algún papel e imita los aspectos más significativos de las actividades adultas y de su contacto con ellas. La evolución del niño tiene que ver con el medio en que se desenvuelva, el cual va a mediar en el desarrollo de sus habilidades y destrezas.

El juego resulta una actividad creativa natural, sin aprendizaje anticipado, que proviene de la vida misma. Es en parte un reflejo del entorno que rodea al niño, una actividad necesaria ya que contribuye a su desarrollo integral. Jugando, el niño aprende a establecer relaciones sociales con otras personas, se plantea y resuelve problemas propios de su edad. De la misma forma, por medio del juego, el niño progresivamente aprende a compartir, a desarrollar conceptos de cooperación y de trabajo común; también aprende a protegerse a sí mismo y a defender sus derechos.

El juego y los juguetes por Etapas 0-36 meses

0-6/8 meses: Juegos para explorar su propio cuerpo y el mundo de las sensaciones y el afecto.

Preferencia por la estimulación sensorial que le dan otras personas, (mirar al rostro humano/escuchar voces de otras personas/caricias…). A partir de los 4-5 meses comienzan a interesarse más por manipular juguetes de forma no diferenciada, repitiendo una serie de esquemas: chupar, oler, escuchar, tocar, mirar, coger, alejar-acercar, etc.

Juguetes recomendados: Juguetes que estimulen los sentidos y la afectividad, así como el descubrimiento de su propio cuerpo y el movimiento. Deben incluirse juegos y juguetes para tocar y sostener, para chupar, para mirar, para “aporrear” o golpear, para escuchar y para establecer relaciones afectivas con las figuras de crianza.

8-12 meses: Juegos para explorar el mundo de los objetos, las sensaciones y el movimiento, así como el mundo social.

Preferencia por relacionar objetos con otros sin importar su uso convencional (golpear dos objetos uno contra otro, sacar-meter objetos en cajas, apilar objetos, etc.). Al final de esta etapa comienza a relacionar objetos de forma convencional (mete cuchara en taza o golpea tambor con palo), y a tratar los objetos de forma diferenciada, adaptando sus acciones a las características de los objetos (pulsar un botón para escuchar un sonido, mover una campana para hacerla sonar, etc.)

Juguetes recomendados: Los que estimulen la exploración de objetos, el gateo y los cambios posturales desde el suelo, la afectividad y la comunicación temprana. Deben incluirse juguetes que rueden y juguetes que puedan usarse de forma combinada. Al final de etapa se deben incluir primeros juguetes causa-efecto.

12-18 meses: Juegos para poder desplazarse y probar las condiciones físicas de su cuerpo, para descubrir la permanencia de los objetos, las características físicas de los juguetes y para explorar sus funciones y relaciones causa-efecto.

Preferencia por juegos y juguetes para arrastrar y trepar, así como juguetes para meter y sacar objetos o para descubrir relaciones causa-efecto. Primeras categorías presimbólicas: representa acciones aisladas con objetos habituales, al inicio sobre sí mismo y luego sobre otros (hace que bebe con un vaso de tamaño real, hace que come con la cuchara, peina al adulto o se peina).

Juguetes recomendados: Los que inviten a moverse y a explorar el espacio como los correpasillos o juegos de arrastre, los cochecitos o juguetes que ruedan y los objetos para trepar. Se deben incluir juguetes causales, juguetes para meter unos dentro de otros, juegos de escondite, juguetes musicales y primeros útiles de pintura. Los cuentos y álbumes de fotos comienzan a tener un papel importante.

18-24 meses: Juegos para probar sus posibilidades motoras y de descubrimiento causa-efecto o de uso de instrumentos. Inicios del juego simbólico al final de etapa.

Preferencia por juegos motores y por probar sus destrezas manipulativas. Se inician en el juego simbólico al final de esta etapa. Progresa en el juego para descubrir las funciones y las relaciones causales de los juguetes, así como en el uso combinado de juguetes y de acciones secuenciadas dentro de un juego. Inicia juego simulado, actuando sobre agentes no-animados (rodar un coche, dar de comer a muñeca..) y combinando algunos objetos entre si (monta el muñeco en el coche, remueve con la cuchara en la taza). A su vez, tienen mayor interés por los libros de imágenes.

Juguetes recomendados: Los que permiten el ejercicio físico, tales como toboganes o triciclos para manejar con los pies, y las manipulaciones precisas o con empleo de instrumentos (puzzles de encaje, juegos de ensartado, etc.). Los juguetes para descubrir relaciones causa-efecto y para representar acciones habituales. Inicio de juego creativo (pinturas, construcciones, pizarras).

24-30 meses: Juegos motores conviviendo con juegos simbólicos y juegos de construcción/creación.

Preferencia por imitar actividades de la vida diaria y por los juegos que le permiten probar sus destrezas manipulativas y viso-motoras, aunque sin abandonar su interés por los juegos de ejercicio motor. En su juego simbólico representa escenas de la vida diaria, secuenciando varias acciones y combinando distintos objetos. Usa objetos en miniatura y también objetos sustitutos (uso de una caja como si fuese un coche). Comienzan a agregar animación a los juguetes-agentes.

Juguetes recomendados: Siguen siendo importantes los juguetes para desplazarse y moverse (triciclo, pelotas), aunque cada vez le gustan más los juegos para probar su destreza visomotora, tales como los encajables o puzzles. Los juguetes que le permiten representar acciones de la vida diaria (fregona y cubo, vajilla de cocina y platos, etc.), así como los juegos de construcción, los instrumentos de percusión y algunos materiales de creación artística (pinturas, pegatinas), suelen ser imprescindibles. Los cuentos y los juegos de emparejar o clasificar van a ocupar cada vez un lugar más relevante.

 

30-36 meses: Juegos simbólicos y juegos de construcción/creación.

Preferencia por el juego simbólico y por investigar hasta donde pueden hacer las cosas sin ayuda. Continua siendo importante el juego motor aunque cada vez dedican más tiempo a actividades manipulativas y de investigación de lo que les rodea, con un incremento paulatino hacia las actividades simbólicas (juegos con muñecos, disfrazarse, etc.).

Juguetes recomendados: Continúan siendo necesarios los juguetes que permiten el ejercicio motor pero se incorporan juguetes pequeños para el juego simbólico, tales como conjuntos en miniatura para jugar a las granjas, los garajes, a las cocinitas o a las casitas. Otra opción simbólica es la caja de disfraces. También es importante disponer de juegos manipulativos de construcción y creación, tales como mecanos o construcciones de madera, puzzles, lápices y materiales para manualidades. Se pueden incorporar también primeros juegos o juguetes educativos electrónicos

3-6 años: Juegos simbólicos, juegos de creación y primeros juegos de reglas.

Preferencia por jugar con otros niños a representar diversas situaciones y personajes o a juegos de mesa y a juegos de actividad física de competición. En su juego simbólico, representa cada vez más acciones más complejas, con reparto de distintos roles entre los participantes del juego y con inclusión de actividades que no son las de la vida diaria (juegan a ser médicos, bomberos, etc.). En esta etapa se inicia el juego cooperativo.

Juguetes recomendados: Los juguetes más representativos son todos los relacionados con el juego simbólico, aunque también puede gustarles mucho dibujar y diseñar manualidades con distintos materiales. Los cuentos y el mundo de las letras cobran ahora un papel importante, siendo esencial que los padres lean cuentos a sus hijos y les motiven hacia el descubrimiento de la lecto-escritura.

 

Referencias:

  • Meneses Montero, M., & Monge Alvarado, M. (2001). El juego en los niños: enfoque teórico. Revista Educación, 25 (2), 113-124.
  • Programa Socio-Comunicativo de Atención Infantil Temprana para los Trastornos del Espectro del Autismo. Autora: María Gortazar Díaz Colaboradores: Marcos Zamora Herranz, Javier Rodríguez Pérez y Leticia Giraldo Escobar.

Virginia Román, es logopeda en Red Cenit