El trabajo del terapeuta ocupacional también se centra en ayudar al niño a obtener la máxima autonomía en cada una de las áreas ocupacionales, permitiéndole asentar su identidad personal y una participación social satisfactoria.
En todas las intervenciones de terapia ocupacional tenemos en cuenta como eje principal las áreas ocupacionales, (definidas por la Asociación Americana de Terapia Ocupacional (AOTA), en las que nos desarrollamos en nuestro día a día. En el caso de la infancia estas áreas son: el juego, el ocio y tiempo libre, el descanso y sueño, la educación, la participación social y las actividades de la vida diaria.
Para conseguir la máxima autonomía en estas áreas ocupacionales, el terapeuta debe trabajar junto al niño para desarrollar las destrezas que sean necesarias para alcanzar este objetivo.
En la actualidad son muchas las familias que por diversos motivos, como la sobreprotección, no dejan participar a los niños en algunos de los roles de su día a día, como formar parte de la realización de actividades diarias, tanto básicas, (actividades orientadas al cuidado del propio cuerpo), como las instrumentales, (actividades de apoyo a la vida cotidiana en la casa y en la comunidad que a menudo requieren más interacciones complejas de las utilizadas en las actividades de auto-cuidado).
- ¿Por qué es importante que los niños participen en las actividades de a vida diaria?
Cuando los niños no participan de forma activa en las actividades de la vida diaria y su único rol en el día a día es el escolar, nos encontramos con niños que cuando tienen que desenvolverse de manera independiente, en situaciones en las que nunca han participado, tienen dificultades de organización en la secuenciación de las actividades complejas y en la resolución de problemas provocado frustración y baja autoestima.
- ¿Cuando se vuelve importante para los niños participar en las actividades de la vida diaria?
Cuando los niños acuden al colegio o a las actividades extraescolares, pueden ser conscientes de las capacidades que tienen sus iguales, y observan como otros niños realizan determinadas tareas de forma independiente, es en ese momento cuando ellos también quieren aprender.
«Mamá quiero comer solito» o «Papá quiero atarme los zapatos solo» son algunas de las frases que algunos niños nos dicen para mostrar su malestar.
Las dificultades que muchos niños presentan en la ejecución de ciertas tareas se refleja en la interacción social, ya que en algunas ocasiones son rechazados por sus compañeros.
Las destrezas necesarias para lograr un buen desempeño en las actividades de la vida diaria, se desarrollan automáticamente durante los primeros años de vida acompañada siempre de un entorno familiar y social facilitador así como la ausencia de restricciones, (“mamá te pone los zapatos”)
Es importante dar confianza a los niños y darles opción a intentar hacer las cosas por si solos, aumentando cada vez más su autonomía, (“venga, ponte tú los zapatos y mamá te ayuda»). Debemos favorecer su independencia, para permitirles alcanzar habilidades de mayor complejidad y seguridad para querer participar en tareas más avanzadas.
Desde los 2 años, los niños ya son capaces de participar en algunas tareas simples como quitarse los calcetines, entre los 3 y los 4 años pueden desvestirse, y sobre los 5 pueden vestirse y desvestirse con autonomía.
Independientemente de la edad que tengan nuestros hijos debemos permitirles participar de la manera que sea, dándoles la oportunidad de ir alcanzando pequeños logros. Aunque ahora nos parece que son muy pequeños, la autonomía nos acompaña durante toda nuestra vida y se convierte en esencial para obtener una participación social satisfactoria y definir su identidad personal.
Para lograr dicha autonomía los terapeutas ocupacionales trabajamos con los niños mediante entrenamiento, adaptando la actividad, si es necesario, o acompañándonos de ayudas visuales como los pictogramas, (que nos permitirán secuenciar la actividad en pasos).
Los terapeutas ocupacionales junto con el resto de profesionales de Red Cenit trabajamos para conseguir el máximo nivel de autonomía de los niños y su máxima independencia en la vida diaria, que con el paso de los años se convertirá en esencial en sus vidas.
Miriam Badía, terapeuta ocupacional en Red Cenit