El éxito en las relaciones de pareja se basa en la confianza, la prudencia, la comunicación, la sinceridad, la lealtad y el conocimiento mutuo. Pero esto se complica cuando se presenta el TDAH en la relación de pareja.

Uno de los problemas más comunes por los cuales los adultos con TDAH solicitan ayuda psicológica son los problemas de pareja. Se sabe que tienen un mayor índice de separación y divorcio que aquellos que no presentan el trastorno.

Las personas con TDAH, independientemente de la etapa evolutiva en que se encuentren, suelen presentar un déficit en el manejo de habilidades sociales y un bajo nivel de desarrollo de habilidades de comunicación.  Les puede resultar complejo entender e interpretar de forma correcta el lenguaje corporal o las expresiones faciales, factores muy importantes en el desarrollo de las habilidades sociales que, por supuesto, influyen en la relación de pareja.

En adición a esto, la baja autoestima también es un factor clave en el establecimiento y desarrollo de las relaciones sentimentales. Muchas de las personas con TDAH han sufrido frecuentes rupturas, y han tenido relaciones sociales complicadas con padres, profesores y compañeros/amigos. Algunos de sus comportamientos, como las peleas o la falta de control del enfado, son claros indicadores de relaciones sociales problemáticas que se conservan en la etapa adulta.

Un estudio de Barkley, R. (2013), demuestra que los adultos con TDAH:

  • Suelen divorciarse 2 veces más.
  • Tienen 4 veces más probabilidades de tener quejas de relaciones insatisfactorias o de poca calidad.
  • Tienen 4-6 veces más probabilidades de tener relaciones extramaritales.
  • Tienen 2 veces más altos los niveles de estrés parental.

¿Qué síntomas del TDAH afectan de forma negativa a la relación de pareja?

  • Falta de comunicación: como hemos comentado anteriormente, la falta de comunicación se deriva, en parte, de la falta de habilidades sociales. Esto puede interferir en el establecimiento de una correcta comunicación para la relación.
  • Sensibilidad emocional y sobre-reacción: Pueden ofenderse fácilmente, enfadarse y sentirse dolidos al responder casi automáticamente ante el menor cambio en su entorno, tanto físico como emocional. Este aspecto puede ser complicado de manejar para la pareja.
  • Impulsividad: La falta de regulación entre el impulso de realizar una conducta y la capacidad de reflexionar sobre las consecuencias antes de actuar, puede tener también un fuerte impacto en la relación sentimental.
  • Disfunción ejecutiva: Los problemas en lo referente a las funciones ejecutivas (conjunto de habilidades cognitivas que permiten establecer planes, organizarse, fijarse metas…) pueden influir también negativamente en las relaciones de pareja. Principalmente, son los problemas de organización, planificación y memoria los que contribuyen a la aparición de problemas, ya que la falta de organización y el olvido desembocan en pérdida de llaves, ausencia a eventos, facturas que se ha olvidado pagar, llegar tarde, tareas del hogar no realizadas o inacabadas. Estos comportamientos a la larga, pueden crear falta de confianza en la pareja, decepción e incluso en que la pareja se sienta poco valorada.

Por todo ello, tanto la persona que presenta el problema como su pareja deben aprender y enfrentarse a ello desde el comienzo de la relación usando las estrategias más apropiadas:

  1. Tener una comunicación directa y transparente, e intentar que no se acumulen los reproches. Cuando existe el TDAH en la relación de pareja, hay que fomentar el desarrollo de habilidades de escucha y mejorar el autocontrol, permitiendo comprender a la otra persona.
  2. Demostrar que se valora a la otra persona. Tener momentos exclusivos para compartir entre los dos. Tener citas de forma regular y descubrir formas de pasarlo bien juntos es crucial. Sorprenderse con algún detalle o una nota cariñosa hace que la otra persona se sienta especial y querida. Por supuesto, además de estas prácticas, se debe expresar día a día el aprecio y el agradecimiento por las cosas que se hacen.
  3. Información sobre el TDAH. Conocer es el paso previo a la comprensión, por eso la pareja de una persona con TDAH debe informarse de cómo es el trastorno para evitar que se produzcan malos entendidos sobre el comportamiento que pueda tener.
  4. Tener una vida propia. Cuando todas las experiencias se viven en pareja, suele llegar un punto en que no hay nada nuevo de qué hablar. Por eso, tener amigos propios, intereses individuales, actividades independientes, es conveniente para la relación. Propicia el interés mutuo, fomenta la comunicación y enriquece la cotidianidad.
  5. Interesarse por lo que hace el otro. Las aficiones, gustos e intereses generan curiosidad en la pareja. Es importante crear espacios para compartir, y si se tienen aficiones diferentes, hay que flexibilizar e intentar satisfacer a la pareja porque se sabe que así crece el vínculo. Ambos miembros han de ceder para complacer al otro, y así, crecer juntos.
  6. Ver la relación como un reto. Uno de los factores fundamentales del ser humano para ser feliz es tener un reto, algo que se tenga que lograr esforzándose. Aquello que se cree ya conseguido, pierde interés. El concepto de incondicionalidad en la pareja es peligroso y promueve actitudes y acciones irresponsables: “Estarás ahí, haga lo que haga”. Cuando ambas personas tienen claro que tienen que “ganarse” día a día al otro, aportan lo mejor de sí mismos y hacen esfuerzos para que la relación continúe.
  7. Terapia de pareja. Se recomienda desde el principio que  la pareja reciba tratamiento psicoeducativo dirigido a informar al paciente y a sus allegados, sobre las causas, síntomas, pronóstico y tratamiento del trastorno. La terapia de pareja servirá para que ambos conozcan de qué se trata y cómo está influyendo este déficit en cada uno y en el vínculo. Además, ambos integrantes de la pareja identificarán también otros problemas individuales que no tienen por qué tener relación con el TDAH.

Es muy importante entender que el TDAH en la relación de pareja no es una excusa para el comportamiento inapropiado. Cuando se den situaciones conflictivas debido a la impulsividad, el adulto con TDAH no debe utilizar el trastorno como excusa y la pareja no debe tener esa impresión.

Irene del Moral Grau, Psicóloga en Red Cenit

SI NECESITAS ORIENTACIÓN O AYUDA PARA TU CASO PERSONAL, PUEDES CONSULTARNOS VÍA ONLINE (SECRETARIA@REDCENIT.COM); TELEFÓNICA (96 360 16 16 – 609 759 016); O PRESENCIAL (C/ GUARDIA CIVIL, 23 – VALENCIA).
POSIBILIDAD DE CONSULTA A TRAVÉS DE SKYPE (SOLICÍTANOS INFORMACIÓN SOBRE PRECIOS)