Las habilidades pragmáticas del lenguaje se utilizan en las interacciones sociales en cualquier contexto y requieren de unas reglas sociales aprendidas. Sus alteraciones pueden provocar riesgo de exclusión social o acoso escolar (bullying), durante la etapa escolar. Las terapias del lenguaje pragmático se dirigen principalmente al uso funcional y social del lenguaje.
En los últimos años se han ampliado las terapias dirigidas a mejorar las dificultades en aspectos semánticos y pragmáticos del lenguaje, es decir la comprensión y expresión mediante el lenguaje para la comunicación y la interacción social.
El desarrollo del lenguaje puede evaluarse según los distintos niveles de la lengua:
- Forma: fonología y morfosintaxis
- Contenido: léxico y semántica
- Uso: pragmática
Las alteraciones en cada uno de estos niveles requieren terapias logopédicas distintas e individualizadas según si se desarrollan de manera aislada o asociada a otros trastornos del neurodesarrollo.
Son varios los Trastornos del Neurodesarrollo (APA, 2013) que pueden incluir alteraciones evidentes en el nivel pragmático del lenguaje como son:
- Los Trastornos del Espectro Autista (TEA), entendidos estos como un “continuum” en el grado de dificultades y signos que presentan basados en las deficiencias en la comunicación social y en los patrones de conducta restrictiva o repetitiva.
- Los trastornos de la comunicación social (pragmática), caracterizados por marcados déficits en la comunicación social, pero cuyos síntomas no alcanzan los criterios para el diagnóstico de un trastorno del espectro autista.
Pero además, en algunas ocasiones se observan también dificultades del uso y pragmática del lenguaje en otros trastornos del neurodesarrollo como son:
- Los Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)
- Trastorno específico del lenguaje (TEL)
- Discapacidad Intelectual (Trastorno intelectual de Desarrollo)
Para estimular y mejorar el desarrollo de las habilidades socio-cognitivas y del área pragmática del lenguaje, la terapia logopédica y cognitiva incluye, según cada caso, entrenamiento en elementos tanto lingüísticos como cognitivos y de desarrollo de funciones ejecutivas relacionadas, tales como: aspectos verbales y no verbales de la comunicación, atención conjunta y contacto ocular, juegos simbólicos y sociales, entrenamiento en Teoría de la Mente, ampliación del registro funcional, habilidades conversacionales, inferencias, habilidades narrativas, habilidades de argumentación, uso del humor y la ironía, control inhibitorio, atención auditiva y memoria de trabajo verbal entre otros.
Bibliografía:
- Monfort, M., Sánchez, A. J., & Juárez, I. M. (2004). Niños con trastornos pragmáticos del lenguaje y de la comunicación: descripción e intervención. Entha.
- Inmaculada Baixauli-Fortea, Ana Miranda Casas, Carmen Berenguer-Forner, Carla Colomer-Diago & Belén Roselló-Miranda (2017): Pragmatic competence of children with autism spectrum disorder. Impact of theory of mind, verbal working memory, ADHD symptoms, and structural language, Applied Neuropsychology: Child
- Roqueta, C. A., Estevan, R. A. C., & Buils, R. F. (2012). Cognición Social y competencia pragmática. El caso de los niños y niñas con Trastorno Específico del Lenguaje. International Journal of Psychological Research, 5(1), 59-69.