En España, un 25% de los niños de diez años tienen Smartphone propio, una cifra que va aumentando con la edad. Según el estudio PROTEGELES, respaldado por la Comisión Europea, España es el país de la UE con mayor uso de móviles y tablets, y los niños empiezan a usarlos a edades más tempranas.
En la actualidad, es inevitable que los niños entren en contacto con las tecnologías, por ello los progenitores tienen una gran responsabilidad, debido a esta facilidad de acceso: puedes estar conectado en cualquier sitio y, además, hay una gran oferta de juegos para los más pequeños. Dicha facilidad está provocando que el tiempo que se está delante de una pantalla haya aumentando considerablemente. Aunque no es igual jugar a un videojuego o a una aplicación educativa que ver unos dibujos, todo es tiempo de pantalla que influye en el desarrollo del niño.
Hay que tener presente que un móvil o una tablet ofrece todo sin necesidad de esforzarse, mientras que cuando el niño juega solo debe utilizar su imaginación para poder divertirse. Por ello, es fundamental poner límites en el uso de estos dispositivos para que no surja una adicción. Cabe señalar que la adicción en los adultos está demostrada y, aunque no se sabe exactamente el impacto que tiene en los más pequeños, se sospecha que puede ser mayor, ya que el cerebro no está desarrollado aún. Teniendo en cuenta los conocimientos existentes sobre el efecto del uso de móviles y tablets en los más pequeños, se desaconseja en menores de 2 años, por los siguientes motivos:
- El uso temprano afecta al desarrollo del lenguaje.
- No fomentan el juego libre no estructurado, muy importante para el desarrollo cognitivo.
- No entiende igual lo que ve en la pantalla, que con un juego real.
- Cuando el niño está conectado, los padres suelen estar desconectados.
- El uso de móviles y tablets fomenta la actividad sedentaria.
- Afecta al sueño: duración, horario y calidad.
- No ofrecer el uso de móviles y tablets como premio.
Si estás ante un problema de este tipo, donde tu hijo está constantemente demandándote estos dispositivos, estos son algunos consejos:
- No retirar de manera brusca, ya que el niño no va a entender porqué ayer sí pudo y hoy no, y experimentará una especie de síndrome de abstinencia difícil de llevar, tanto por él como por la familia.
- Es importante explicarle qué es lo que va a suceder, es decir, que se va a usar menos el teléfono o que ya no podrá jugar con el móvil de papá y mamá.
- El momento debe ser el adecuado, puesto que normalmente los niños usan más este tipo de dispositivos en casa, por ello, un día donde se vaya a salir y a hacer diferentes actividades le resultará más llevadero.
- Los papás deben evitar que el niño les vea con los dispositivos, es decir, que no estén a la vista. A los pequeños les resultará más difícil si lo ven.
- Dedicar más tiempo a jugar con ellos.
- Tener en cuenta que cuando el niño se aburra buscará más el dispositivo, por lo que se le debe dar alternativas para que elija y se mantenga activo.
- Reforzar los avances con afecto y juego, es decir, que el niño asocie tiempo sin pantalla como algo de máximo disfrute.
- El niño se frustrará, enfadará y tendrá rabietas, es natural, ya que se le ha retirado el dispositivo. Por ello es muy importante ayudarle a superarlo y ser pacientes y comprensivos.
- Amor, firmeza y paciencia.
- Recalcar que los primeros días en los que se pongan límites serán difíciles, pero poco a poco irá a mejor.
Gemma Pérez Gisbert, es Terapeuta Ocupacional en Red Cenit Valencia