En general, el Síndrome Disejecutivo se presenta en personas con una inteligencia normal y que tienen una disminución de rendimiento en tests de funcionamiento ejecutivo.

Las manifestaciones del Síndrome disejecutivo no solo se presentan cuando hay un daño o disfunción prefrontal. Son muchos los niñ@s que presentan dificultades atencionales, de razonamiento, planificación, control de impulsos y/o de regulación emocional, que perfectamente pueden ser consideradas como manifestaciones disejecutivas. A estos alumn@s, se les suele achacar su mal rendimiento escolar, a la falta de hábitos de estudio, problemas de conducta, desinterés,… sin tener en cuenta la posible base neurológica de sus problemas del aprendizaje.

Como ya sabemos, el Síndrome Disejecutivo es consecuencia de la afectación de las distintas áreas prefrontales. Dependiendo de la zona afectada se diferencian tres síndromes:

1. Dorsolateral, donde está afectado el córtex prefrontal externo.
2. Medial, la que está afectada es la corteza cingulada.
3. Ventral, queda afectada la zona orbitaria.

Mientras el primero (dorsolateral), provoca más afectación en los procesos cognitivos, los otros dos (medial y ventral), afectan más a los procesos emocionales.

1. Los niños que presentan alteraciones dorsolaterales o Síndrome Dorsolateral presentan, entre otras, las siguientes dificultades:
   • Problemas para mantener la atención de manera sostenida.
   • Dificultades para usar la memoria de trabajo, de modo que tienen grandes problemas para mantener la mente activa en dos o más eventos de forma simultánea.
   • Problemas con la metamemoria y la metacognición, tendiendo a sobrevalorar su propia eficacia cognitiva.
   • Pobre flexibilidad cognitiva con la consecuente rigidez de sus respuestas y la falta de adaptabilidad para resolver nuevos problemas.
   • Suelen tener rendimientos inferiores a los esperados para su capacidad real en tests de rendimiento cognitivo. Tienen dificultades para adquirir nuevos conocimientos. Suele estar más afectada la inteligencia fluida que la cristalizada.
2. Síndrome Medial, la afectación de las caras internas de los lóbulos frontales puede provocar:
   • Desmotivación, inatención, apatía, disminución de la curiosidad. Cuando la alteración afecta además a ambos hemisferios, puede llegar a provocar mutismo acinético (incapacidad para comunicarse).
   • Incapacidad para iniciar nuevas acciones, pudiendo llegar a presentar abulia, caracterizada por la ausencia de deseo.
   • Pérdida de la velocidad de procesamiento, con excesiva dependencia del ambiente.
   • Dificultades con el control y mantenimiento de la atención sostenida.
   • Bajo estado de ánimo, con manifestaciones pseudepresivas, como consecuencia de la desmotivación y de la pobre velocidad de procesamiento.
3. Síndrome Orbitario, la disfunción de la parte ventral del lóbulo frontal, localizada por encima de las órbitas oculares, puede generar:
   • Dificultad para adaptarse, problemas para integrarse en nuevos grupos y para cooperar con otras personas.
   • Dificultades para interiorizar y aceptar normas sociales. Problemas para reconocer la autoridad, lo que provoca dificultades en la convivencia.
   • Problemas para la toma de decisiones que sean ventajosas en la vida real. La corteza orbitaria es fundamental para aprender de la experiencia emocional para tomar decisiones, y por tanto anticipar las consecuencias de los actos. La consecuencia de la incapacidad para tomar decisiones es la producción de respuestas inadaptadas y/o ineficaces.
   • Pérdida de la empatía y dificultades con la teoría de la mente. Como consecuencia se produce una incapacidad para identificar y comprender los sentimientos, pensamientos y opiniones de los demás.
   • Aumento de la agresividad debido a la baja capacidad inhibitoria.

Con una adecuada evaluación neuropsicológica, se puede valorar la eficiencia de los distintos componentes de las funciones ejecutivas. Ello nos permitirá profundizar en el diagnóstico y orientar la intervención de las funciones ejecutivas deficitarias de la forma más adecuada atendiendo a la presencia de los distintos síndromes.

Paqui Moreno. Psicóloga y Coordinadora de Funciones Cerebrales Superiores en Red Cenit Valencia

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