En el siguiente artículo nos enfocaremos en analizar la música como una estrategia adecuada y facilitadora del proceso de enseñanza-aprendizaje.

 

El aprendizaje, se puede definir como el proceso a través del cual se adquieren nuevas habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores, como resultado de la experiencia, la observación o la interacción con el mundo que nos rodea y supone un cambio permanente en el individuo.  El hecho de que existan tantas teorías con relación al aprendizaje, deriva del hecho de que este proceso puede ser analizado desde multitud de perspectivas diferentes.

En este caso, nos centraremos en el aprendizaje a través de la música y en la importancia de utilizar recursos y estrategias para generar en nuestros hijos/as o alumnos/as ambientes adecuados que contribuyan a la adquisición de nuevos aprendizajes, despertando en ellos la motivación por aprender, lo que supone un factor decisivo para que los aprendizajes sean realmente significativos.

Aunque el proceso de aprendizaje en los alumnos está condicionado por una serie de factores complejos e individuales, como son las potencialidades naturales de los alumnos, su capacidad cognitiva, su maduración psicológica, u otros factores de carácter ambiental, como la situación familiar, los recursos económicos o aspectos culturales, tan importantes son estos factores, como la forma en la que se orienta el aprendizaje, la cual influye directamente en la predisposición a aprender.

El maestro, tiene multitud de alternativas a la hora de crear o poner en marcha estrategias con el fin de lograr que este proceso de aprendizaje resulte más placentero y agradable, y así obtener una respuesta más efectiva. Una de estas estrategias sería la utilización de la música como recurso que permita salir del método tradicional de enseñanza, creando mecanismos más placenteros que generen respuestas adecuadas a las demandas que plantea la escuela en la actualidad.

La música es fundamental para la educación, especialmente en etapas infantiles, debido a que  es una fuerza que ejerce una marcada influencia en la evolución de los niños,  incide a nivel biológico, psicológico, social y espiritual; se liga a nuestras emociones y, a través de ellas, se consigue aumentar la capacidad memorística,  pues las zonas cerebrales que controlan la memoria y las emociones, se encuentran interconectadas anatómica y funcionalmente.

El emplear la música como estrategia, permite la motivación en los alumnos, despierta  conexiones naturales en el cerebro que estimulan la curiosidad y la creatividad y ayuda a mantener  la atención, a  reducir la ansiedad y a crear contextos agradables que producen efectos muy positivos que estimulan el aprendizaje. Así mismo, encontramos que la educación, acompañada con el medio musical, facilita el proceso de aprendizaje, al hacer más acogedor el ambiente, y predispone a los niños a trabajar con más alegría y compañerismo, mejorando o facilitando la socialización entre los niños/as,  favoreciendo la interacción y el trabajo grupal.

Varios estudios han demostrado que la música entrena el cerebro para formas de pensamiento positivo mucho más elevadas. También hay evidencias de que, el hecho de utilizar la música como recurso mientras se estudia, especialmente la música clásica barroca, como la de Mozart, puede llevar a comprender y a asimilar mejor los aprendizajes, desarrollando así la inteligencia.

Para alcanzar un estado óptimo de aprendizaje, la mente y el cuerpo deben trabajar en armonía (Lozanov). La base de esta teoría es que la mente puede aprender con mayor rapidez y facilidad si el cuerpo y la respiración funcionan a un ritmo adecuado. Según Lozanov “el cerebro necesita 3 veces más oxígeno que el cuerpo para funcionar adecuadamente, sobre todo cuando la persona trabaja sentada”. Si en lugar de respirar al azar lo hacemos a un ritmo regular, la inteligencia se agudiza y la persona puede alcanzar un mayor estado de concentración, logrando un mayor éxito en el proceso de aprendizaje. Todo ello, concuerda con la idea de que  la música y el movimiento, combinados de forma adecuada, son elementos que generan la activación del sistema sensorial y favorecen su integración. Cuando los sentidos trabajan de forma harmoniosa y organizada, el aprendizaje se da con mayor facilidad.

 

No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje (Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego)

 

María Vivó, es especialista en audición y lenguaje, y terapéuta en Red Cenit