El mejor tratamiento para el TDAH, como bien es sabido, es el tratamiento combinado, donde se interviene desde la terapia cognitivo-conductual y la farmacológica para realizar el mejor abordaje del trastorno. No obstante, existen ciertos elementos que pueden servir de ayuda en la intervención del TDAH, y entre estos se encuentra la música.

Algo tan normalizado y que tenemos a diario en nuestras vidas, es enormemente beneficioso para nuestro cerebro. La música nos hace relajarnos, alegrarnos, motivarnos, e incluso es recomendable en algunas enfermedades, sobren todo dentro de los tratamientos psicológicos. En el caso de los niños, cuyo cerebro es más flexible y receptivo a estímulos externos, se han realizado investigaciones que han demostrado que los niños que van a clases de música experimentan una mejora de la capacidad de atención, de la memoria, de la creatividad y de la sociabilidad, entre otros. Por esto, la música puede ser muy beneficiosa como parte de la gran intervención que se realiza en el TDAH.

Entre los beneficios de la música en el tratamiento del TDAh más destacables se encuentran:

  • Mejora las relaciones sociales y la comunicación (verbal y no verbal)
  • Ayuda a la relajación y reduce los niveles de ansiedad.
  • Favorece la atención y la concentración.
  • Aumenta la tolerancia a la frustración y disminuye las conductas disruptivas.
  • Mejora la coordinación de los movimientos y la torpeza motora.
  • Previene dificultades de aprendizaje en la lecto-escritura.

En este sentido, existen estudios científicos que han encontrado que la música estimula y ejercita funciones cerebrales que no solo tienen que ver con la música, de ahí que sus beneficios se pueden observar en aspectos tan diversos.

Una de las formas de emplear de forma adecuada la música en el tratamiento del TDAH es mediante la relajación muscular, en la que se alternan periodos de música movida y animada, en la que el niño libera su actividad motora, y momentos de música relajada y tranquila, en los que se busca un control de la respiración adecuada mientras el niño está tumbado.

De entre los distintos tipos de música, escuchar música clásica y en concreto la música barroca mejora la consolidación del aprendizaje, restableciendo conexiones neuronales que facilitan en gran medida la atención y la concentración, y los estados de relajación. Respecto a otros estilos musicales, el hecho de cantar canciones por ejemplo, favorece la adquisición de vocabulario, el entrenamiento en repetición y atención, y el control de la impulsividad, entre otros.

Además, la música puede ser una de las actividades de ocio y extraescolares más útiles y beneficiosas en la infancia, en especial para los niños con TDAH, ya que el hecho de tocar un instrumento exige períodos de atención, memoria, planificación y reflexividad, los cuales se encuentran afectados en este trastorno.

“Sin música la vida sería un error” Friedrich Nietzsche.

Victoria Fuster, psicóloga y terapeuta en Red Cenit Valencia