El refuerzo positivo es una respuesta positiva enfocada a motivar la aparición de un comportamiento deseado en los niños. Es una buena estrategia metodológica y necesaria. Debemos tenerla siempre presente y saber de qué manera podemos aplicarla en cada niño para que resulte realmente efectiva.
La búsqueda y el registro de reforzadores eficientes para la modificación de conducta en niños con TEA es un proceso muy importante y necesario para que la aplicación tanto en la terapia como en el día a día sea efectiva.
Cuando queremos que una conducta determinada se repita en el niño es necesario reforzarla, a su vez, utilizaremos la ausencia de este tipo de reforzadores para evitar la repetición de conductas inadecuadas no deseadas.
Hay muchos tipos de reforzadores:
- Recompensas primarias: alimentos, golosinas, dulces, bebidas…
- Recompensas sociales: cosquillas, un abrazo, una sonrisa, felicitaciones orales, mimos…
- Recompensas materiales: juguetes.
- Recompensas mediante actividades interesantes para el niño de manera espontánea o regular (columpiarse, ver la televisión…).
- Recompensas intermediarias: puntos, pegatinas, monedas…
Por otro lado, es muy importante seguir una serie de reglas para que este refuerzo positivo sea eficaz:
- Dar la recompensa inmediatamente después del logro o tarea, nunca antes.
- Recalcar el comportamiento deseado al dar la recompensa.
- Dar las recompensas más apreciadas con los logros más difíciles de conseguir.
- Emplear claves visuales para la administración de las recompensas, ya que la exposición visual ayuda a que el niño se controle o realice la actividad indicada sin olvidar que tras ello recibirá su refuerzo. Es un recordatorio visual.
- Variar las recompensas.
- Si la recompensa no le motiva, cambiarla.
- Utilizar las recompensas para reforzar conductas positivas o para reforzar la ausencia de conductas negativas.
- Una vez que el niño ya está habituado al funcionamiento, se puede utilizar la economía de fichas y los tableros de recompensas con el fin de alargar la obtención de la recompensa en el tiempo.
Estas claves nos pueden servir, a parte de para crear un clima positivo y refuerzo, para dar al niño un modelo clave de lo que se espera de él. Son estrategias que resultan muy útiles para mejorar la relación, la motivación a la hora de trabajar y la convivencia, entre otras cosas, con nuestros niños.
Andrea Botella, pedagoga y terapeuta en RED CENIT
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