Aunque nos cueste hacernos a la idea, los niños crecen y se hacen mayores y esto conlleva una serie de cambios físicos y emocionales, además de nuevas experiencias, a las que como padres y profesionales debemos dar respuesta. El descubrimiento de la sexualidad forma parte de nuestro desarrollo, pero ¿cómo enfrentarnos a este nuevo reto con jóvenes con autismo?

Al inicio de la adolescencia los niños y niñas con autismo, como todos los niños, van a experimentar cambios físicos y emocionales, y tendrán que estar preparados para enfrentarse a ellos, evitando así miedos e inseguridades que les puede generar estas  nuevas experiencias.

Es importante que no solo les enseñemos que estos cambios sucederán, sino también, como deben comportarse en relación a esos cambios corporales, (enseñarles actividades de autocuidado como el afeitado, la depilación, el uso del desodorante, etc.) En el caso de las chicas, es muy importante trabajar todas las estrategias para enfrentarse a la menstruación.

Para lograr todos estos nuevos retos, los jóvenes con autismo deberán tener la noción de intimidad adquirida en los primeros años con las actividades de autocuidado mas básicas como el uso del baño o el vestido.

Entre los muchos retos que conlleva ser adulto,  el desarrollo de la sexualidad es uno muy importante, y como padres tendréis que dar la oportunidad a vuestros hijos de alcanzarlo.

Una de las expresiones mas comunes en la sexualidad, es la masturbación, y aunque como padres sea difícil ver a los jóvenes como seres sexualmente activos, debemos tener en cuenta que todas las personas tenemos derecho a desarrollarnos en este aspecto.

Los profesionales, debemos estar al lado de los padres, si necesitan ayuda, para enfrentarse a estos nuevos desafíos y enseñarles a gestionar estas nuevas emociones.

Cuando hablamos de masturbación, debemos prestar especial importancia, a que esta actividad ha de ser privada, concepto que debemos trabajar con ellos. Les deberemos enseñar, ayudándonos de los apoyos visuales que necesiten, en que horas y lugares está permitido desarrollar este tipo de actividades.

Debemos enseñarles a comunicar cuando alguna cosa les ha excitado y como acceder a un lugar privado para masturbarse, pero resaltando, que no puede ser en todas las situaciones (no pueden hacerlo en lugares públicos, mientras se esta trabajando, etc.), y durante estas situaciones, tendremos que ayudarles con actividades distractoras, que les permitan disminuir su nivel de excitación.

Muchos jóvenes con autismo pueden masturbarse con frecuencia sin llegar al orgasmo, llevándoles en algunos caso a hacerse heridas por no conseguirlo. Esto no permite que la excitación ceda, y puede desencadenar conductas inapropiadas debido al malestar y al enfado que esto les genera. En estas ocasiones, recurrir a sexólogos especializados es la mejor opción.

Para evitar que la masturbación se convierta en una conducta obsesiva, debemos secuenciar en que momentos y en que lugares está permitida.

El desarrollo de la sexualidad forma parte del ser humano, y los jóvenes con autismo deben desarrollarse también en este aspecto, pero si no muestran interés por hacerlo, no es necesario enseñarles.

Los profesionales de Red Cenit, podemos trabajar con los jóvenes sobre qué momentos y en qué lugares pueden llevar a cabo la masturbación y también, prestar apoyo a padres y madres que necesitan tratar este aspecto.

Rompamos todos los muros relacionados con estos temas y dejemos que los jóvenes descubran su cuerpo de forma natural.

Miriam Badía, terapeuta ocupacional en Red Cenit Castellón