En la mente humana, las funciones ejecutivas son como el GPS que nos ayuda a navegar por las decisiones diarias de manera eficiente, evaluando las distintas opciones y sopesando las consecuencias para evitar los problemas y así elegir la mejor ruta que nos guie hacia nuestros objetivos. Son como el mapa que nos muestra el mejor camino, desde decidir qué ponernos por la mañana hasta resolver grandes problemas en el trabajo o en nuestras relaciones. Las funciones ejecutivas son las habilidades mentales que nos permiten planificar, organizar, regular nuestras emociones y tomar decisiones de manera efectiva. Pero ¿cómo nos ayudan exactamente a ello? ¡Vamos a descubrirlo!
¿Qué son las Funciones Ejecutivas?
Las funciones ejecutivas comprenden procesos mentales complejos que resultan fundamentales para la planificación, organización, dirección, revisión, control y evaluación de la conducta, con el fin de adaptarse de manera efectiva al entorno y lograr metas establecidas.
Las Funciones Ejecutivas y la Toma de Decisiones
En el contexto de la toma de decisiones, las funciones ejecutivas desempeñan varios roles:
- Memoria de trabajo: es la capacidad de almacenamiento temporal de información específica que se necesita manipular y transformar para llevar a cabo tareas cognitivas complejas, como es el caso de la toma de decisiones. La memoria de trabajo nos permite mantener y manipular la información necesaria para evaluar opciones, prever resultados y seleccionar la mejor opción entre distintas alternativas.
- Planificación y organización: es la capacidad de establecer objetivos, desarrollar un plan de acción para alcanzarlos y elegir el plan más adecuado descomponiendo el problema en partes más pequeñas y organizando los pasos para resolverlos según una secuencia lógica.
- Razonamiento: es la capacidad que nos permite abordar conscientemente una variedad de problemas, estableciendo relaciones causales entre ellos para su resolución.
- Flexibilidad mental: es la capacidad para adaptar la conducta y pensamientos a situaciones cambiantes pudiendo tener en cuenta distintas perspectivas al mismo tiempo.
- Inhibición: es la capacidad de controlar los impulsos o los estímulos irrelevantes tanto internos como externos para tomar decisiones más deliberadas y reflexivas.
- Estimación temporal: es la capacidad de calcular el paso del tiempo y la duración de una tarea.
- Control emocional: las funciones ejecutivas nos ayudan también a regular nuestras emociones y tomar decisiones basadas en la lógica y el razonamiento.
Fortalecer las Funciones Ejecutivas para una Toma de Decisiones óptima
Las funciones ejecutivas se pueden entrenar para mejorar la capacidad de toma de decisiones efectivas. Algunas de las estrategias que puede ayudar a fortalecer las funciones ejecutivas son:
- Práctica de Mindfulness: la atención plena puede mejorar la capacidad de atención y la regulación emocional, componentes clave de las funciones ejecutivas.
- Ejercicio físico: la actividad física tiene efectos positivos sobre la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva, entre otras funciones ejecutivas relacionadas con la toma de decisiones.
- Entrenamiento cognitivo específico: realizar actividades que desafíen las funciones ejecutivas específicas como tareas de memoria, rompecabezas, de resolución de problemas, entre otros.
- Entrenamiento en flexibilidad cognitiva: llevar a cabo actividades que requieran cambiar de reglas o resolver problemas de diferentes maneras.
- Ejercicios de atención selectiva: realizar actividades que requieran concentración en una tarea en concreto ignorando los distractores.
- Técnicas de organización y planificación: practicar estrategias para organizar tareas y planificar el tiempo de manera efectiva, como puede ser el uso de agendas físicas o digitales, listas de tareas siguiendo estrategias como el ABC de prioridades y técnicas de gestión del tiempo como los bloques de tiempo o la técnica del pomodoro.
- Ejercicios de inhibición: realizar actividades que requieran controlar los impulsos, por ejemplo, juegos que requieran detener una acción antes de tiempo.
- Estrategias de regulación emocional: desarrollar habilidades de resolución de problemas, practicar la tolerancia al malestar emocional, fomentar la empatía y la autorregulación puede fortalecer la capacidad de las personas para reconocer y gestionar sus emociones, mejorando así la calidad de las decisiones que tomen.
En conclusión, las funciones ejecutivas son las responsables de nuestras decisiones diarias. Al entender cómo estas influyen en nuestro proceso de toma de decisiones y al entrenarlas específicamente, se pueden tomar decisiones más reflexivas y efectivas en todos los aspectos de la vida.
¡Adelante, decídete a entrenar estas habilidades para llevar a cabo mejores decisiones!
Celia Fernández Jávega , es psicóloga en Red Cenit
En Red Cenit, disponemos que psicólogas especializadas que pueden estudiar cada caso en particular. ¡Pregúntanos! MAIL: SECRETARIA@REDCENIT.COM); TELEFÓNOS: 96 360 16 16 – 609 759 016; VEN A VERNOS (C/ GUARDIA CIVIL, 23 – VALENCIA)