No hay duda de que gestionar el confinamiento para detener la expansión del COVID-19 ha supuesto todo un reto para miles de familias y, en especial, para las que tienen hijos. Aunque esta medida ha sido muy necesaria, hay motivos de preocupación por los efectos negativos que puedan derivarse de esta situación en los más pequeños. Pero hoy os queremos hablar concretamente de familias con niños con necesidades especiales ligadas a trastornos de la comunicación y del lenguaje. De cómo esta situación está afectando a nuestros héroes y cuál es el impacto del confinamiento en niños con trastornos de la comunicación y su evolución.
Para ello, os hemos preguntado directamente a vosotros, familias, y esto es lo que nos habéis contestado.
- Son muchas las voces que se oyen hablando sobre lo bien que están algunos niños y niñas y lo bien que se han adaptado a esta situación, incluso dando ejemplo a muchos adultos, pero nos complace mucho verificar que hasta el 81,3% de las familias encuestadas describen como positiva su adaptación a las medidas de confinamiento derivadas del Estado de Alarma. Entre ellos, hasta el 12,5% lo describen como especialmente buena, mientras que el 18,8% restante declara que lo está pasando mal en algunos momentos. No obstante, ninguna familia ha especificado que esta situación esté afectando especialmente a su hijo/a, por lo que en general, podemos decir que la adaptación al confinamiento ha sido mayoritariamente positiva.
- Las emociones predominantes entre nuestros héroes durante este encierro necesario se describen mediante los términos, “alegre”, con un 43,8%, “tranquilo/a”, con un 25%, “muy contento”, “encantado con la situación” con un 18,5%; mientras que un 12,6 % de las familias consideran que “nervioso” es el término más ajustado a su caso.
En otro orden de cosas, debido a las circunstancias que se han generado durante este Estado de Alarma, son muchas las familias que han tenido que dejar aparcada la terapia de sus hijos/as por un tiempo. Pero no obstante, no debemos de olvidar el poder de la familia como principal agente generador de oportunidades para la comunicación y el desarrollo del lenguaje. Y puesto que esta situación ha derivado en que los niños/as pasen mucho más tiempo de calidad con sus progenitores, consideramos interesante conocer si han percibido cambios en las habilidades comunicativas y/o lingüísticas de su hijo/a durante el confinamiento.
- En este aspecto, un 75% afirma que sí ha observado avances en sus habilidades. Entre ellos, un 37,5% observa una evolución notable durante este periodo, en comparación al ritmo de desarrollo habitual anterior al confinamiento. Mientras que el otro 37,5% declara que sí percibe avances poco a poco, pero sin apreciar un cambio significativo en comparación a otros periodos anteriores a la pandemia y el confinamiento. Entre estas mejoras, las familias destacan avances en la capacidad de imitación social (23,1%), mayor vocabulario en uso (19,2%), mayor inteligibilidad en su lenguaje (19,2,%), interacciones más frecuentes y espontáneas (15,4%), mayor número de peticiones más espontáneas (7,7%), construcción de frases más organizadas (7,7%), introducción o consolidación de habilidades comunicativas como el uso del señalado o la expresión de emociones (7,7%).
- En referencia a estos avances, un 68,8% afirma que ha tratado de poner en práctica acciones encaminadas a potenciar sus habilidades (por ejemplo, trabajar lo pautado por las terapeutas, o por ejemplo,o trabajar habilidades específicas como el señalado, trabajar la longitud de sus frases, enseñarle a expresar emociones, etc.), pero que por la situación, no siempre ha resultado fácil; un 25% no ha puesto en práctica ninguna acción específica, pero ha aprovechado las situaciones y rutinas diarias para incrementar sus habilidades; y un 6,3% ha puesto en práctica acciones específicas encaminadas a favorecer sus habilidades de forma constante.
- Asimismo, se relaciona esta evolución directamente con el trabajo específico con sus hijos para conseguir el desarrollo de sus habilidades (41,7%); con más tiempo dedicado al juego (16,7%); con la ausencia de ansiedad o vergüenza social al no tener exigencias de comunicación más allá del entorno familiar más cercano (16,7%); con un mayor estado de regulación emocional (16,6%); y con las oportunidades de comunicación que se generan en el entorno familiar (8,3%)
- Por otra parte, un 18,8% no ha percibido avances y un 6,3% ha observado retrocesos que achacan mayoritariamente (un 66,7%) a la falta de terapia especializada; mientras que el otro 33,3% relaciona esta involución con factores como la carencia de actividad física intensa o la falta de posibilidad para las relaciones sociales más allá del núcleo familiar.
Con este post hemos querido destacar el lado positivo de este confinamiento en relación al impacto que genera en los niños/as con trastornos de la comunicación y/o el lenguaje.
Os damos las gracias por colaborar con nosotros para extraer estos datos a través de vuestras respuestas.
No dejemos de ver siempre el lado positivo de las cosas. Y seguid así familias. Lo estáis haciendo fenomenal. Esperamos poder volver a veros a todos pronto
María Vivó, es especialista en audición y lenguaje, y terapeuta en Red Cenit Valencia