En los últimos años ha aumentado el interés por conocer si los niños que crecen en entornos bilingües y se desarrollan como tales, supone una ventaja o una dificultad a evitar. Esta duda crece cuando se trata de niños con algún tipo de retraso o dificultad en su desarrollo tanto cognitivo como lingüístico.

Existen muchos estudios sobre las ventajas de los niños bilingües y aunque todavía hay mucha controversia en sus resultados, sí que podemos decir que:

  • La experiencia bilingüe puede ayudar, junto con otros elementos (educación, entorno social…), a favorecer el desarrollo del funcionamiento del sistema atencional.
  • El cerebro de los niños bilingües podría estar mejor protegido ante los efectos de las enfermedades neurodegenerativas durante la edad adulta y vejez, debido a que puede actuar de manera positiva en la llamada reserva cognitiva que ayuda a que sus efectos  conductuales se ralenticen.

Lo que sí se sabe es que los efectos de aprender y usar dos lenguas tiene consecuencias en la organización y desarrollo del cerebro, y sus efectos no se limitan a partes del cerebro tradicionalmente relacionadas con el procesamiento del lenguaje sino que se extienden también a otras partes que tienen que ver con el control atencional. Esto se debe a que el bilingüismo parece afectar, junto con otros factores, a la conectividad, mejor distribuida entre distintas partes del cerebro.

Por tanto, aunque estas tesis todavía deben confirmarse con más estudios, todo apunta a que el bilingüismo debe considerarse siempre como una influencia positiva en el desarrollo de los niños, incluso aquellos que muestren mayores dificultades, pueden prolongar quizá el tiempo que necesiten para aprender varias lenguas pero sin duda en el futuro será una factor positivo o al menos no negativo en el desarrollo cognitivo general del individuo.

Bibliografía:

  • Costa, A. (2017). El cerebro bilingüe: la neurociencia del lenguaje. Debate.
  • Costa, A., Hernández, M., & Baus, C. (2015). El cerebro bilingüe. Mente y cerebro, 71, 34-41.